La fuerza irresistible de la tecnología atrae tanto a los padres como a los niños. Revisamos nuestros teléfonos cada hora, pasamos horas trabajando o navegando por Internet en nuestras computadoras portátiles, vemos nuestros programas favoritos e incluso participamos en peligrosas “caminatas distraídas”. Es probable que los niños no solo copien nuestro comportamiento, sino que también sientan que tienen que competir contra la tecnología por nuestra atención. Casi la mitad de los padres en un estudio informaron que la tecnología interfiere con las interacciones con sus hijos tres o más veces en un día típico.
Google y Apple están comenzando a abordar esta creciente preocupación por la tecnología que se está apoderando de nuestras vidas al agregar nuevas funciones para teléfonos, como los límites de tiempo para aplicaciones específicas (para Android) y estadísticas sobre el tiempo dedicado a dispositivos (para iOS). Si bien las herramientas digitales pueden ayudarnos a reducir el uso excesivo de dispositivos, practicar y demostrar el uso consciente de la tecnología será la mejor manera de enseñar a los niños la habilidad crítica de desconectar.
Establecer límites para el tiempo de trabajo y el tiempo en familia.
Algunos momentos clave para permanecer desconectado incluyen:
- Al recoger o dejar a los niños en la escuela, ya que este es un tiempo de transición para ellos.
- Después de regresar a casa del trabajo, ya que es hora de volver a conectarse con su familia.
- Durante las comidas, incluso al salir a cenar.
- Durante excursiones como viajes al parque o al zoológico, o vacaciones cuando la atención se centra en el tiempo en familia.
Saber cuándo está realmente ocupado y necesita conectarse, y cuándo no.
A menudo, parece que hay una emergencia laboral o social y tienes que atender esa llamada, responder a un mensaje o revisar tu correo electrónico, pero cuando realmente piensas en ello, podría esperar hasta que hayas terminado esa película o juego con tu hijo.
Utilice los dispositivos de la manera en que desea que sus hijos los utilicen.
Siga las reglas de sentido común sobre la tecnología como nunca enviar mensajes de texto mientras conduce y evite compartir demasiado en las redes sociales.
Al practicar lo que predica en lugar del enfoque hipócrita de "haz lo que digo y no lo que hago", emulas los hábitos que deseas que tus hijos aprendan y les muestras que hay momentos para usar la tecnología y momentos en los que deberíamos estar presentes en el mundo real.
© 2019 The New York Times
