Cuál es el mejor momento para tomar una decisión- RED/ACCIÓN

Cuál es el mejor momento para tomar una decisión

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

Thomas H. Davenport cree que demorarse en la toma de decisiones puede ser problemático para la empresa. Por eso propone cuatro estrategias para implementar a la hora de elegir.

Usted ha pensado distintas ideas, reducido sus opciones y observado los datos disponibles. Sin embargo, por alguna razón no puede decidirse. ¿Cuál es el obstáculo?

Aplazar las decisiones puede ser increíblemente problemático y potencialmente dañino. Esperar demasiado puede frenar el negocio, frustrar a los empleados y ocasionar la pérdida de importantes oportunidades.

Usted necesita decidir cómo decidir. Es decir, necesita pensar acerca de qué tan importante y urgente es una decisión y si es que puede recurrir a algunos enfoques organizacionales de toma de decisiones. He aquí cómo hacerlo:

Piense en la importancia de su decisión. El factor más importante para definir cuánto tiempo debería tomar una decisión es qué tan importante es. Las decisiones con pocas consecuencias no deberían tomar mucho tiempo. Para decisiones más importantes, el extender su proceso puede ayudar, dándole tiempo de reflexionar y analizar sus circunstancias. La reflexión no necesita ser consciente: algunos estudios recomiendan irse a dormir para involucrar a su mente subconsciente y tomar decisiones más enfocadas. Por otra parte, desde hace mucho hay evidencia de que las decisiones basadas en datos y análisis son más exactas que las que se toman a partir de la intuición humana. Si tiene que tomar una decisión importante y hay datos al respecto, probablemente vale la pena reunirlos y analizarlos.

Determine qué tan a menudo se tomará la misma decisión. Si es una decisión que se toma a menudo, por ejemplo, precios, inventario y contrataciones, quizá amerite invertir en un enfoque analítico. Las decisiones que se repiten a menudo también tienden a generar datos, lo que hace posible producir un modelo que optimice resultados positivos.

Analice la posibilidad de comprar una opción. Si una decisión estratégica involucra mucha incertidumbre, usted puede “comprar una opción” de la cual aprender más. Estas son bien conocidas en las inversiones, pues les dan a los inversionistas el derecho de comprar un activo a un precio específico en el futuro. En la toma de decisiones “comprar una opción” significa dar un pequeño paso para aprender más, antes de tomar una determinación que podría impactar significativamente a su gente u organización. Por ejemplo, en lugar de adquirir una compañía, comprar una opción podría ser el asociarse con ella o invertir en la empresa una cantidad menor a la necesaria para comprarla.

Determine una fecha límite para su decisión. Ello guiará muchos otros aspectos de su enfoque. Determinará, por ejemplo, si es que puede emplear datos y análisis, si es que debería involucrar a más personas, si es que puede estudiar los temas a fondo y si es que puede irse a dormir pensando en la decisión.

Sí, es importante a veces el sólo tomar esa decisión, pero no a expensas de una reflexión sistemática acerca de cómo tomarla de la mejor forma. Al dar estos pasos y decidir estratégicamente cómo decidirá, encontrará que puede romper la indecisión y finalmente avanzar. 

Thomas H. Davenport es profesor de administración y tecnologías de la información en el Babson College, investigador en la MIT Initiative on the Digital Economy y autor de "The AI Advantage.”

©HBR, distribuido por The New York Times Licensing Group