Dane Smith: "Existe una fuerte conexión entre la salud financiera de la empresa y la salud de la sociedad"- RED/ACCIÓN

Dane Smith: "Existe una fuerte conexión entre la salud financiera de la empresa y la salud de la sociedad"

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

El consultor y especialista estadounidense en cambio social afirma que el propósito empresarial no puede ser solamente atender bien a los clientes o maximizar los retornos financieros sino también la promoción del bienestar y el desarrollo entre las personas.

Dane Smith: "Existe una fuerte conexión entre la salud financiera de la empresa y la salud de la sociedad"

Dane Smith es un experto estadounidense en propósito empresarial y dirige una consultora sin fines de lucro (FSG) con la misión de ayudar a resolver problemas sociales. Esta semana, participó del lanzamiento del reporte de sustentabilidad de Newsan y habló sobre los nuevos paradigmas en pandemia.

¿Creés que la pandemia puede generar nuevas oportunidades de negocio con foco en sustentabilidad?
—En el contexto actual, el rol empresario es más preponderante que nunca en términos de impacto social. Existe una fuerte conexión entre la salud de la empresa -en términos de su retorno financiero- y la salud de la sociedad, en términos de la promoción del bienestar y el desarrollo entre las personas. El propósito empresarial no puede ser solamente atender bien a los clientes o maximizar los retornos financieros. Debe resolver un problema social. Este modelo es visible a través del Purpose Playbook, una guía abierta y gratuita que ayuda a potenciar los negocios.

¿Por qué es importante trabajar en el valor compartido? ¿Qué lugar tiene en América Latina?
—El valor compartido es la práctica más poderosa que una empresa puede usar para realizar su propósito a escala, aumentar la competitividad y la rentabilidad al resolver problemas sociales, y fomentar la innovación para identificar oportunidades válidas para el negocio y para la sociedad. El valor compartido genera un retorno al negocio y crea un incentivo para ampliar la escala de impacto. Las industrias de alimentos y bebidas, energía y servicios financieros son algunas de las que tienen un alto potencial para la creación de valor compartido. Empresas en estos sectores han abordado varios problemas sociales de gran relevancia en varios mercados latinoamericanos. Sin embargo, la oportunidad de valor compartido en América Latina es enorme y todavía hay un gran potencial de aprovechamiento.

¿Cuál considerás que es el mayor desafío para las empresas con propósito en el contexto actual?
—Las empresas pueden enfocar distintas perspectivas frente al compromiso social. El abanico de posibilidades va de empresas que ignoran los problemas sociales, a las que los reconocen y los abordan desde su estrategia central de negocio. Estas últimas dejan de ver un problema para capturar la situación como una oportunidad. Para ellas, valor compartido no es responsabilidad social, sino una nueva forma de lograr el éxito económico. Hay tres formas principales de crear valor compartido:

  • Reconcebir necesidades, productos y consumidores (mejorando acceso a nuevos productos y servicios, o atendiendo clientes desatendidos o marginados). 
  • Redefinir la productividad en la cadena de valor, impulsando la productividad a través de un mejor uso de recursos, empleados y alianzas. 
  • Mejorar el entorno operativo de la empresa, mejorando la fuerza laboral, la base de proveedores y las instituciones en las comunidades donde la empresa opera. 


Este contenido fue publicado originalmente en Otra Economía, la newsletter sobre economía circular, inclusiva y de triple impacto que edita Florencia Tuchin. Podés suscribirte en este link.


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