De cuando "hay la película"- RED/ACCIÓN

De cuando "hay la película"

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

Todos hemos tenido la idea alguna vez de que un filme, una obra de teatro o una serie pueden reemplazar a un libro. ¿Pero qué se pierde y qué se gana en la transformación?

De cuando "hay la película"

¡Hola amigos! Bienvenidos una vez más a SIE7E PÁRRAFOS, nuestro encuentro semanal de libros. Hoy vamos a hablar del camino que toman muchos para no leer un libro: mirar la película.

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De cuando “hay la película”. Cuando en la universidad cursé literatura portuguesa, en la primera clase el profesor (un lisboeta simpático), nos contaba qué libros estudiaríamos durante el cuatrimestre. Nombraba los títulos y decía en su defectuoso español: “este no necesitan leerlo porque hay la película”. Nosotros atónitos pensábamos: estamos acá justamente porque nos gustan los libros, no para evitarlos.  En fin, todo este cuento porque “hay la película” es una frase que sigo usando como excusa para hablar del pase de la literatura al cine, teatro o serie.

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Adaptados de ayer. Todos tenemos opiniones y teorías sobre las adaptaciones. Yo sigo prefiriendo (en general) los libros, aunque por nombrar al tuntún me gustan en especial Blow up (1966) dirigida por Antonioni e inspirada en Las babas del diablo de Cortázar; Cluless (1995) una particular adaptación de Ema de Jane Austen que me encanta, protagonizada por Alicia Silverstone; y Jurassic park (1993) basada en la novela de Michael Crichton que nos permite ver a los dinosaurios igual o mejor que como los soñamos. 

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Y adaptados de hoy. Vi esta semana las excepcionales puestas de Daniel Veronese basadas en textos de David Foster Wallace: La persona deprimida, conMaría Onetto y Encuentros breves con hombres repulsivos, con Marcelo Subiotto y Luis Ziembrowski. El libro publicado por Debolsillo y las obras en el Cultural San Martín.

  • Mudanza fallida. No me fue tan bien con el paso al teatro de El hombre de al lado (2010). La película me pareció una genialidad pero su versión teatral (La mujer de al lado, dirigida también por Mariano Cohn y Gastón Duprat) no me gustó ni un poco. La equivocada debo ser yo porque mientras no veía la hora de irme, el teatro lloraba de risa y parecía disfrutarla.

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La mejor noticia. La noticia de estos días es sin duda que el jueves 12 llega a librerías Los testamentos, de Margaret Atwood (Salamandra),la secuela de El cuento de la criada. Nada podemos adelantar porque nada sabemos. Los pocos involucrados en su edición firmaron pactos de confidencialidad así que a bancar hasta el 12.

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Para agendar. Por último, y nada que ver, anuncio los cursos que se dictarán durante el FILBA 2019  (del que les contaré detalles más adelante) porque sus cupos son limitados y la inscripción ya arrancó. Toda la info acá. No se duerman.

Y aquí, los libros de no ficción de la semana:

Por, de Eduardo Berti, comentado por Nicolás Poggi. "Un libro entero sobre un tema de 1:40 segundos. Eso es Spinetta. “Por”, la tercera canción del disco “Artaud” (1973), tiene una letra con palabras en apariencia sueltas y sin sentido, pero que cuando la escuchás es como si lo tuviera. En esa especie de magia que surge de la libertad creativa se concentra (y trabaja) el escritor Eduardo Berti, un “spinettólogo” que se propuso indagar en las causas y efectos de esta verdadera rareza del rock nacional, una pieza inclasificable a la que el autor se acerca como si hubiera demarcado un “accidente” en la línea de tiempo de nuestra música". Aquí, el comentario completo.

Cómo mueren las democracias, de Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, comentado por Andrés Malamud. “Hasta los años 80, las democracias morían de golpe. Literalmente. Hoy no: hoy mueren de a poco, lentamente. Se desangran entre la indignación del electorado y la acción corrosiva de los demagogos. Pero mirando más atrás en la historia, Levitsky y Ziblatt notan que lo de nuestros días no es la primera vez: antes de morir de golpe, las democracias también morían desde dentro, despacito. Los espectros de Mussolini y Hitler recorren el libro como ejemplo de que la democracia está siempre en construcción, y las elecciones que la edifican también pueden demolerla. Esta obra es un alerta, un llamado a la vigilancia para mantener la libertad. Los autores nos dejan tres lecciones, a cada una de las cuales la persigue un desafío. La primera lección es que no son las instituciones sino las prácticas políticas las que aseguran la democracia”. Aquí, el comentario completo.

¡Gracias amigos! Nos volvemos a encontrar la próxima semana. Sigan leyendo, comentando y participando de esta fabulosa colonia de la literatura.

Saludos,

Flor.