De los experimentos sociales (y otro aspecto de la condición humana)- RED/ACCIÓN

De los experimentos sociales (y otro aspecto de la condición humana)

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

Nos enteramos de un experimento social que, contra lo que plantea, solo profundiza los prejuicios. Además, algunas historias para mantener el oxígeno.

De los experimentos sociales (y otro aspecto de la condición humana)

¡Hola amigos y amigas! Bienvenidos a una nueva edición de Oxígeno, nuestro encuentro semanal para conversar de las cosas que nos conmueven y preocupan. Hoy vamos empezar hablando de un experimento social que, contra lo que deben creer sus creadores, revela algo sobre ellos y no sobre los evaluados.

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Laboratorios de prejuicios. Nos enteramos de un experimento extraño. Es así: tientan a una persona que es pobre e indefensa para que participe de la prueba, que consiste en ponerlo en una situación en la que se le presenta la oportunidad de quedarse con un dinero que no le corresponde. Lo exponen, digamos, a delinquir. No muestran su cara, como si de ese modo demostraran respeto, pero todos en el barrio de la persona pueden reconocerlo. 

  • La persona por supuesto no se queda con lo que no le pertenece. Lo exponen para despertar en él la parte más oscura de la condición humana. Pero solo demuestran que no la conocen. Hacen el experimento bajo el prejuicio de que alguien por ser pobre se va a llevar el dinero que no le pertenece.
  • Ganan views, prestigio, reciben premios a costa de esa persona por la supuesta genialidad de la idea. Y sobre todo, porque muestran la reacción noble como una extrañeza. Se sorprenden de que un pobre sea honesto, así de simple, con un nivel de prejuicio abominable.
  • Para colmo, cierran el experimento dejándole el dinero a la persona, como una limosna, como un premio… Un experimento social que no evalúa a su “protagonista” sino a quienes lo produjeron.

2

Generosidad sin fronteras. "Martín Cazenave se recibió de cirujano en 1999 y hasta 2005 desarrolló su profesión en la zona norte del Gran Buenos Aires. Ese año decidió entrar a Médicos Sin Fronteras, y durante los 10 siguientes trabajó en zonas de conflicto en Sudán, Sri Lanka, Siria, Haití, Colombia y Bolivia". Así lo cuenta Chani en esta nota de Red/Acción.

  • Martín acaba de publicar un libro donde cuenta sus experiencias como Médico Sin Fronteras: Los niños del desierto. Leyendo la entrevista recordamos lo admirable de estas personas que sin pensar más que en el otro y en su vocación de ayudar, se lanzan a la aventura de atender a los enfermos.
  • Martín nos deja una enseñanza enorme, que ya se adelanta en el título de la nota: “Después de exponerse a ciertas realidades uno siente el compromiso moral de ser una mejor persona”. ¡Es una gran historia que vale la pena leer!

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Una adolescente se sentó a leer la Constitución y todo cambió. Se llama Olga Misik. Tiene 17 años y es rusa. La semana pasada llamó la atención del mundo porque hizo algo revolucionario: frente a las fuerzas policiales antidisturbios, ella se sentó con la constitución rusa en las manos (¡y un chaleco antibalas en el pecho!) y se puso a leerla. El escenario era una protesta en Moscú en la cual algunos manifestantes pedían por elecciones más transparentes. Leé más.

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Uno de los mejores bancos. Desde hace 18 años una fundación rescata alimentos que se pueden consumir pero no se pueden comercializar, y los distribuye entre organizaciones sociales que asisten a 140.000 personas en situación de inseguridad alimentaria. Trabajan con más de mil organizaciones sociales y ya entregaron más de cinco millones de kilos de alimentos. Hacen un trabajo fabuloso y aquí lo compartimos para quienes quieran colaborar. Conocé acá de qué se trata.

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En Instagram. En los muros, en la calle, en la ciudad: la pregunta es siempre la misma.

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Canta Argentina. Será el 22 de diciembre en más de 500 ciudades del país. Si querés sumarte vos también desde la ciudad argentina en la que estés, wscribinos a nuestro WhatsApp: +549114915 9470

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"Es un capo el Hornero, tiene luz, WiFi, Cámara de Seguridad y una Casa de dos pisos". Solemos terminar estos envíos con un poema porque nos parece que la poesía, esa mirada lateral, atenta de la vida, ofrece siempre un respiro. También lo hace el humor. Y si ese humor es además producto de la naturaleza, ¿qué más podemos pedir? Si no hay humor, que no haya nada.

¡Gracias amigos! Espero que alguna de estas historias le haya interesado. Son solo el resultado de levantar la cabeza y mirar la realidad, que está siempre ahí para nosotros. Sigamos haciéndolo, cada vez más. ¡Los leemos!

Un fuerte abrazo,

Juan.