¡Dejá de andar corriendo! Estas son las virtudes de vivir despacio

¡Dejá de andar corriendo! Vivir más despacio no solo es posible sino que es necesario para tu bienestar. Te contamos cómo podés empezar.

Estar a mil, hiperconectados, reaccionando a constantes estímulos tecnológicos y haciendo multitasking empezó a pasarle factura a nuestro bienestar y a nuestra salud mental. Cada vez más gente está sintiendo la necesidad de bajar un cambio y vivir la vida a otra velocidad. En los tiempos que corren ¿es posible hacer las cosas a otro ritmo, o es una utopía?

"Creo que vivir deprisa no es vivir, es sobrevivir. Nuestra cultura nos inculca el miedo a perder el tiempo pero la paradoja es que la aceleración nos hace desperdiciar la vida. Hoy, todo el mundo sufre la enfermedad del tiempo: la creencia obsesiva de que el tiempo se aleja y debes pedalear cada vez más rápido. La velocidad es una manera de no enfrentarse a lo que le pasa a tu cuerpo y a tu mente, de evitar las preguntas importantes... Viajamos constantemente por el carril rápido, cargados de emociones, de adrenalina, de estímulos, y eso hace que no tengamos nunca el tiempo y la tranquilidad que necesitamos para reflexionar y preguntarnos qué es lo realmente importante”.

Estas son palabras de Carl Honoré, el autor de Elogio de la lentitud, un libro que se convirtió en bestseller en todo el mundo y que analiza el culto a la velocidad. Honoré señala cuáles son los males específicos de esta cultura del apuro en la que vivimos: la falta de paciencia, la hiperestimulación, la superficialidad y la multitarea o multitasking, que es hacer distintas tareas en simultáneo.

Uno pensaría que la tecnología iba a trabajar por nosotros y por su velocidad que nos dejaría más tiempo para abocarlo a cosas que nos dan placer, pero ocurrió lo contrario: la capacidad de resolver las cosas más rápido y en simultáneo resultó ser adictiva. Como resultado, hoy trabajamos en promedio unas 200 horas más al año que hace 50 años, y las poblaciones de centros urbanos duermen unas dos horas menos que las necesarias.

”No se puede hablar de atención focalizada versus multitasking: se habla de atención focalizada o falta de atención. Entonces, cuando hacemos multitasking estamos prestando menos atención a lo que estamos haciendo. No existe algo como prestar atención a múltiples cosas al mismo tiempo”, explica Joaquín Navajas, Director del Laboratorio de Neurociencia de la Universidad Torcuato Di Tella e investigador del CONICET. ”El multitasking no es algo que le sale natural al cerebro, tiene más que ver con la sociedad actual y la necesidad de resolver todo para ayer”. Investigadores de la Universidad de Sussex, en Reino Unido, descubrieron que las personas que tienen un alto nivel de multitasking tenían una menos densidad cerebral en la corteza cingulada anterior, una región responsable de la empatía y el control emocional. Y también se encontró que a la larga el multitasking puede reducir el coeficiente intelectual en hasta 10 puntos.

Ilustración: Victoria Guyot

Virginia Labougle, economista, coach ontológica y profesora adjunta en el MBA de la Universidad Di Tella, me habló sobre Daniel Kahneman, un psicólogo que cuya investigación sobre el juicio y la toma de decisiones lo llevó a ganar el premio Nobel de Economía. En su libro Pensar rápido, pensar despacio, desarrolla la tesis de que las personas tenemos dos sistemas de pensamiento: el sistema 1, que es rápido, intuitivo, emocional, y el 2, que es el más lento, reflexivo y racional. El pensamiento lento permite tomar mejores decisiones y nos conecta con nuestra creatividad. Usar este tipo de pensamiento requiere tomarse un pequeño tiempo, algo totalmente contraintuitivo en estos días. ”Lo que sucede es que al vivir en un mundo tan acelerado, solemos usar solo el sistema de pensamiento rápido, el 1, no solo para nuestra vida personal sino para nuestra vida laboral, y nos perdemos los beneficios de pensar despacio”, explica Labougle.

En este episodio de FOCO, el podcast de RED/ACCION, analizamos si es posible vivir a otro ritmo en los tiempos que corren y nos preguntamos qué acciones concretas podemos tomar con este objetivo. Participan de este episodio

  • Cristian Garay, doctor en psicología y especialista en terapia cognitivo-conductual;
  • Camila Morbelli, psicóloga;
  • Joaquín Navajas, Director del Laboratorio de Neurociencia de la Universidad Torcuato Di Tella e investigador del CONICET;
  • Alejandro Andersson, medico neurólogo, endocannabinólogo y director del Instituto de Neurología de Buenos Aires;
  • Virginia Labougle, economista, coach ontológica y profesora adjunta en el MBA de la Universidad Di Tella;
  • Pablo Manolo Rodríguez, autor de Las palabras en las cosas y profesor adjunto del seminario de informática y sociedad de la carrera de Comunicación de la UBA,
  • e Ingrid Sarchman, licenciada en comunicación especializada en filosofía de la técnica.

Si querés escuchar este episodio, hacé click acá.

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