Día Mundial del Trastorno Bipolar: ¿cómo se relaciona con Vicent Van Gogh?- RED/ACCIÓN

Día Mundial del Trastorno Bipolar: ¿cómo se relaciona con Vicent Van Gogh?

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Día Mundial del Trastorno Bipolar: ¿cómo se relaciona con Vicent Van Gogh?

Foto: Loving Vincent/ intervención: Pablo Domrose

El artista holandés Vincent Van Gogh fue un incomprendido de su época. A lo largo de su vida recibió diferentes diagnósticos médicos como epilepsia, esquizofrenia, neurosífilis, psicopatía y trastorno bipolar, entre otros. De todas formas, nunca se llegó a una conclusión general y precisa sobre qué lo aquejaba. El museo homónimo en Amsterdam intenta averiguar si es posible llegar a un acuerdo y presentar un diagnóstico general que pueda abarcar las diferentes teorías y esclarecer el enigma de su enfermedad. A pesar de las dudas, la International Society of Bipolar Disorders estableció el natalicio del artista -el 30 de marzo de 1853- como el Día Mundial del Trastorno Bipolar para generar conciencia sobre su impacto en la vida de quienes lo padecen y sus familias.

Los Trastornos Bipolares se caracterizan por episodios depresivos que se alternan con otros de exaltación del ánimo (llamados maníacos o hipomaníacos, según la gravedad), de forma muy distinta a una simple inestabilidad anímica. Estas fluctuaciones persistentes en el ánimo y en el nivel de energía llevan a una alteración en el funcionamiento social o laboral, impactando tanto sobre la vida de quienes lo padecen como en la de sus familiares, amigos y cuidadores.

En París, Van Gogh estudió con Fernand Cormon y conoció a Camille Pissarro, Claude Monet y Paul Gauguin. Su temperamento nervioso lo convirtió en un compañero difícil. Las discusiones eran cotidianas.

“Esta nueva crisis, mi querido hermano, vino sobre mí en los campos, y cuando estaba en medio de la pintura en un día ventoso”, escribió Vincent a Theo, su hermano, el 22 de agosto de 1889, mientras estaba internado en el hospital psiquiátrico de Saint-Paul-de-Mausole, en Saint-Rémy. Allí pasó un año.

Van Gogh sufría ataques que lo afectaban varios días y se llegaban a prolongar durante semanas. Cuando ocurrían estos episodios se encontraba completamente confundido, sin saber lo que estaba haciendo y sin poder trabajar. En una de esas crisis intensas, Van Gogh se cortó la oreja izquierda.

El alcance del trastorno. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), unas 60 millones de personas en el mundo padecen Trastorno Bipolar, esto es, aproximadamente un 5% de la población. A nivel local, el Estudio Argentino de Epidemiología en Salud Mental, publicado en la revista científica Social Psychiatry and Psychiatric Epidemiology dice que un 3,5% de los argentinos lo padece.

Los especialistas de INECO señalan que el curso de la enfermedad es muy variable y afecta en forma significativa la calidad de vida y las posibilidades de realización de las personas afectadas. Al momento, sus causas no están claras, pero, según indica Julián Pessio, coordinador de la Clínica de tratamiento de pacientes con Trastorno Bipolar de INECO, se debería a complejas disfunciones en la dinámica cerebral, determinadas en la mayoría de los casos por una predisposición genética.

“Sabemos que el Trastorno Bipolar se distribuye en forma familiar, aunque no conocemos cuál es el gen involucrado, lo más probable es que se deba al efecto sumatorio de un grupo de genes. La interacción de estos con factores como el estrés serían determinantes en el inicio y la evolución del trastorno”, explica Pessio. En este sentido, enfatiza que no depende del estilo de crianza, ni de traumas psicológicos de la infancia o de cuestiones vinculadas a la voluntad de las personas que los padecen.

El retraso en el diagnóstico es uno de los mayores problemas en el Trastorno Bipolar porque se asocia a una peor evolución, con mayor impacto sociolaboral y menor calidad de vida. Más de las mitad de las personas con trastorno bipolar deben esperar varios años desde que realizan la primera consulta hasta tener el diagnóstico y tratamiento adecuado. Clara Rodríguez, médica psiquiatra, integrante del Programa de Reactivación Funcional para pacientes con Trastorno Bipolar de INECO destaca que alrededor del 65 % de los afectados tiene otra condición psiquiátrica asociada, como trastorno de pánico, trastorno de ansiedad generalizada, trastorno obsesivo compulsivo, fobias, trastorno de la personalidad y abuso de sustancias.

En qué consiste el tratamiento. Los especialistas de INECO coinciden en que disminuir la inestabilidad de los estados de ánimo es el objetivo básico de todo tratamiento. El objetivo principal es la recuperación funcional, para que la persona pueda volver a realizar las mismas actividades sociales y laborales que hacía antes de la enfermedad. Para ello, se requieren fármacos estabilizadores del ánimo, tratamiento psicoterapéutico y, de ser necesario, rehabilitación cognitiva”, explica Pessio.