Una cita con el creador de happn- RED/ACCIÓN

Una cita con el creador de happn

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

De visita en Argentina, el inventor de Happn, responde a quienes dicen que las apps de citas son superficiales y revela cómo son los usuarios argentinos.

Una cita con el creador de happn

Según el MIT Technology Review, la revista de tecnología del famoso instituto de Massachusetts, las citas online ya son el segundo entre los modos más usuales de conocerse para las parejas heterosexuales y el primero para las homosexuales. Y no sólo eso: los vínculos que nacen online tienden a ser más variados y por lo tanto menos conservadores. Al mismo tiempo, otras voces menos optimistas dicen que las apps de citas hacen que la gente se vea como un objeto.

Como sea, lo cierto es que todo esto, y mucho más, está conduciendo a las relaciones y a los noviazgos a una era nueva y fascinante, y este cambio está ocurriendo justo ahora, delante nuestro.

Argentina se lleva una buena tajada: el Obelisco, en Buenos Aires, es el sitio donde se producen más coincidencias entre usuarios de happn y los argentinos están en el Top 10 mundial de éxito de Tinder.

Didier Rappaport, el creador de happn, la aplicación que conecta a la gente que se cruza en la calle (siempre y cuando hagan un crush: se elijan), ha venido esta semana por primera vez a su inusual quinto mercado –luego de Brasil, India, Francia y Reino Unido–, donde 2 millones de argentinos usan su app.

En un encuentro de la cumbre anual de la Marketing Mobile Association, Rappaport –que también ha sido el inventor de Dailymotion, una plataforma web de videos– presentó una encuesta sobre la percepción de los argentinos de las apps de citas: el 55% las usan o las usaron; el 69% de las mujeres y el 90% de los hombres darían el primer paso para un diálogo en la app; el 45% considera que las apps son un método aceptable para conocer gente; y el 28% cree que happn sirve para iniciar una relación seria.

Rappaport tiene 63 años y está casado desde hace 31, y conoció a su mujer con un método que es como un antepasado lejano de happn. Un dolor de muelas y la inesperada ausencia de su dentista lo llevaron a buscar ayuda en el directorio de Minitel, un viejo servicio de videotex. Así encontró a una dentista cerca de su casa. “Y esa mujer hoy es mi esposa”, dice. “Y déjeme decirle: seducir a alguien con la boca abierta y desde la silla del paciente no es nada fácil”.

Ahora, con happn Rappaport está empeñado en emular la vida real. “Cuando te cruzas con alguien, no sabes qué va a pasar: si sientes una fuerte atracción, puede quedar ahí o transformarse en un enamoramiento”, dice. “Nosotros ayudamos a hacer la primera movida y lo que sigue luego ya no es nuestro trabajo, aunque existan miles de testimonios de gente que se ha enamorado y que incluso ha tenido bebés luego de conocerse en happn”.

Didier Rappaport, en la cumbre anual de la Marketing Mobile Association, en Buenos Aires.

Didier Rappaport, en la cumbre anual de la Marketing Mobile Association, en Buenos Aires.

-Usted ya tenía una larga carrera como emprendedor tecnológico cuando en 2013 desarrolló happn. ¿Por qué lo hizo?
-Pensé que podía traer algo nuevo a este espacio. Yo había iniciado ya muchas compañías digitales a lo largo de mi vida: cuando estoy empezando un nuevo proyecto, siempre checkeo la posibilidad de dar algo diferente. Pensé, luego de hablar con algunas personas sobre las citas, que el hecho de conocer gente nueva era algo importante para todos los seres humanos y por eso quise ayudar a la gente a reconectarse. Y pensé que las apps de citas eran demasiado virtuales y muchas veces engañosas.

-¿Pero por qué hizo una app para el amor?
-No es una app para el amor. Es una app que ayuda a la gente a conectarse. De hecho, cuando hablamos de happn nunca le decimos a la gente: “Vengan a happn y encontrarán el amor”. Quien lo diga, miente. Yo sólo uso la tecnología para ayudar a la gente a conectarse y luego la gente hace lo que quiere.

-Sin embargo, usted sabe que esto es en un contexto romántico...
-Sí, por supuesto. Pero, sabes, el mundo ha cambiado mucho. Hoy conoces a alguien y no sabes qué va a pasar. Por eso, lo más importante es hacer que la gente se conecte. Hoy es muy común empezar teniendo una noche con alguien y luego, quizás, enamorarse. Las cosas son al revés de lo que eran en el pasado. Y estamos viviendo en un mundo conectado digitalmente donde la conexión en la vida real es muy difícil. Ves, por ejemplo, que en Facebook tenés cientos de amigos, pero ¿con cuántos de ellos estás en contacto en la vida real? Nosotros queremos reconectarte con tu propio mundo. Cualquier otro servicio de citas es como un catálogo de personas, pero happn te muestra otra cosa: las personas que están alrededor tuyo ahora. Es lo mismo que si caminaras por la calle y vieras a quienes también están ahí.

-¿Cómo llegó a este concepto?
-Siempre empiezo mis compañías del mismo modo: hay algo que está fallando en el mercado y yo me fijo en eso. Probablemente, tenés muchos amigos solteros, ¿no? Yo también. Cuando les pregunto por qué están solteros, me dicen: “Porque es difícil conocer a alguien”. Eso es lo que está fallando. Entonces me pregunté: ¿Podemos dar una respuesta a esto? Pensé que usando geolocalización y tiempo real podría construir una herramienta que ayudara.

-¿Por qué cree que los argentinos somos tan entusiastas con happn?
-No sé, la gente se siente bien cuando se reconecta con su vida real.

-¿Cómo es la gente que usted ha encontrado aquí en Argentina?
-Muchas veces me dicen que el nivel de la gente que se encuentra en happn es muy bueno. Eso lo escucho en todos lados. Y no me sorprende porque, en realidad, en happn uno sólo ve a quienes lo rodean.

-¿Cómo es la data argentina que happn recolecta, comparada con la de los otros países?
-Podemos decir que en general los usuarios argentinos son muy activos y que las mujeres hacen, más frecuentemente que en otros países, la primera jugada para iniciar un diálogo. Pero el uso de happn alrededor del mundo es más bien homogéneo.

-En un nivel sociológico, ¿las apps de citas, y happn en particular, están dándole una nueva forma a los vínculos?
-No, happn no está remoldeando las relaciones. Mi misión, con esta app, no es proveer amor a mis usuarios, sino ayudarlos a conectarse mutuamente. Y luego, es su elección hacer algo con eso o no. Hoy la gente es muy materialista y no quiere que nadie le diga que va a enamorarse.

Didier Rappaport, en la cumbre anual de la Marketing Mobile Association, en Buenos Aires.

Didier Rappaport, en la cumbre anual de la Marketing Mobile Association, en Buenos Aires.

-¿De verdad no cree que, aunque ciertamente no sea su objetivo, happn y otras apps moldean nuevos tipos de relaciones?
-Okay: sí, lo están haciendo. Y como le dije antes, a la vez no lo están haciendo. Pero sí, lo están haciendo. Déjeme explicarle una diferencia entre Tinder y happn. En Tinder está el swipe, se desliza. Y eso en happn nunca existirá. Swipe es un modo de descartar, pero no una foto, sino a un ser humano. Se hace muy fácilmente, con el movimiento de un dedo. Haciéndolo, se convierte a un ser humano en un objeto. Y así se crean relaciones que son en realidad superficiales porque la persona elegida no es un ser humano sino alguien que no conoces y que puedes descartar. Esto no lo verá en happn. El modo en el que construimos y comunicamos nuestra app es esencial. Iré aún más allá. Muchas veces, la gente dice que usando apps de citas como Tinder o happn las relaciones se convierten en un consumo de perfiles y por lo tanto las citas se vuelven un commodity.

-¿Y es así?
-No. Eso es erróneo porque el modelo de estas apps sigue un nuevo paradigma en la movilidad: “En cualquier momento, en cualquier lugar”. Cualquiera sea la app que construya, debe responder muy rápido al servicio requerido por el usuario. Hoy, el consumo en movimiento se da en un 80% con apps y en un 20% con la web. No es práctico meterte en un website en tu teléfono. Las apps dan esa respuesta sencilla y rápida de la que hablaba. Cuando entra en happn, está listo para tener una cita con dos clicks. No hay formularios declarativos porque eso no es parte del espíritu de la movilidad. Ésta debe ser simple, inmediata, adecuada, rendidora y gamified. Esos son los pilares de la movilidad. Entonces, del mismo modo en que se dice que con happn o Tinder las personas son un objeto a consumir, también se puede decir que en cualquier app uno define qué le gusta y recibe notificaciones. Hoy todo es así. Es un mundo instantáneo. Las apps de citas siguen el paradigma de cualquier app.

-¿happn modifica el destino y el azar de un encuentro entre dos personas?
-No cambia nada. El timeline de happn es la calle por la que el usuario camina. Nunca podemos saber cuándo vamos a encontrar el amor. El destino o el azar en happn y en la vida real son los mismos porque happn es el reflejo de la vida real.

-¿Cómo analizan en happn su data a niveles macro?
-Tenemos mucha data y con ella desarrollamos algoritmos de inteligencia artificial. Los datos públicos de nuestros usuarios que tomamos de Facebook no nos ayudan demasiado, pero a través del análisis de la data que genera happn es como podemos entender quiénes son nuestros usuarios y cuáles son sus comportamientos. A veces es sorprendente; por ejemplo, si veo que alguien se detiene cuatro veces por mes en una locación que es un cine y se queda ahí por tres horas, entonces fácilmente puedo deducir que esa persona es amante de las películas. Y cosas así. Pero hay algo que es muy importante en cuanto a la inteligencia artificial: no podemos entender todo a través de ella. La mayor parte del tiempo, los algoritmos no están comparando los datos en sí, sino la coordinación entre los datos. A veces vemos que hay una correlación fuerte entre los datos y entonces intentamos encontrar grupos o comunidades de personas. No es obligatorio saber qué datos estamos analizando para apreciar la correlación entre ellos.

-¿Cuál es el futuro de happn?
-Nosotros tenemos una identidad muy fuerte basada en el cruce de las personas. Esa es la base de nuestra app y todo lo que verá desde julio son nuevos features fundamentados en las localizaciones. Por ejemplo, si a alguien le gusta ir a un lugar, digamos una cafetería, podrá tener acceso también a los happners que van a esa misma cafetería y con los que nunca se cruza. Se trata de comunidades basadas en localizaciones.

-¿Cómo resuelve la paradoja de que los usuarios de happn que se conocen y que se ponen de novios dejan de usar la app? ¿El éxito personal de los usuarios atenta contra su modelo de negocios?
-Ese es el desafío más grande que tiene la app: cuando haces feliz a tus usuarios, se van. Si la gente dejara la app porque no le gusta, eso sería algo malo. Pero si se va porque ha encontrado a un compañero, nos hace muy felices. Todos los que trabajan en happn aman a la compañía y, créame, recibimos muchos testimonios de las parejas que se han formado. Tenemos una pared llena de las fotos que nos envían. Eso nos hace felices porque ese es nuestro trabajo. Si los usuarios dejan la app, es porque hemos tenido éxito. Y si su historia no funciona, son bienvenidos para regresar a la app.