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“Un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables”, dice en su artículo 1° la Convención Marco de Naciones Unidas en Cambio Climático (CMNUCC).
Lo más importante: esta definición centra la responsabilidad del cambio del clima en las actividades que realizamos nosotros los seres humanos. Sea esto por impacto directo o indirecto.
Una acción ante esta situación: hablar sobre cambio climático. Traten de pensar junto a otras personas cómo pueden involucrarse individual y colectivamente en la acción climática. Para eso es necesario conocer los términos que mejor se ajustan al tema. Mirá el glosario que desarrolló el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés). Leé Planeta, la newsletter que escribe Tais Gadea Lara y que te informa sobre cambio climático y las acciones que se necesitan impulsar para mitigar su efecto.
El cambio climático es el problema. La crisis climática es la situación a la que hemos llegado producto de la inacción o acción insuficiente de los tomadores de decisión frente al problema. Y así lo explicitó la FundéuRAE: “La situación de cambio de clima que estamos viviendo, por su magnitud, su intensidad y su velocidad, permite afirmar que estamos ante una crisis climática (…) Crisis climática es la forma más adecuada para referirse a la magnitud y a las consecuencias del cambio climático causado por la actividad humana”.
En ese sentido, el Resumen para Tomadores de Decisión del reporte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), publicado en marzo de 2022, subraya: "La evidencia científica acumulada es inequívoca: el cambio climático es una amenaza para el bienestar humano y la salud del planeta. Cualquier retraso adicional en la acción global anticipada tanto en adaptación como en mitigación nos hará perder la breve ventana de oportunidad, que se cierra rápidamente, para asegurar un futuro habitable y sostenible para todos".
Lo más importante: en esta crisis, las acciones que realicemos hoy para mitigar el cambio climático serán determinantes para nuestro futuro y el del planeta. El cambio climático ya ha puesto en peligro a millones de personas en términos de inseguridad alimentaria y de acceso al agua, especialmente en África, Asia, América Central y Sudamérica y las pequeñas islas. Aproximadamente entre 3.300 y 3.600 millones de personas viven en contextos altamente vulnerables al cambio climático. De ahí la importancia de exigir a los tomadores de decisión —todas las persona que tanto en el ámbito público como en el privado tiene un cargo cuyas decisiones afectan al ambiente— que realicen las transformaciones profundas que la ciencia climática nos dice son necesarias para hacer frente al cambio climático.
Una acción ante esta situación: sumate a iniciativas (que funcionen en tu barrio, ciudad o provincia) que impulsen alguna de las tres transformaciones más críticas que requiere el planeta:
Abandonar los combustibles fósiles y acelerar la transición hacia fuentes renovables. En este caso, podés informarte sobre los proyectos de ley que se están discutiendo en el Congreso Nacional en el Monitoreo Legislativo Ambiental desarrollado por el diario La Nación y, específicamente, seguir los proyectos de eficiencia energética. También dale una mirada a lo que propone la organización internacional Lingo.
Modificar los modos de usos de suelo -agricultura, ganadería, silvicultura- para que sean más armoniosos con el ambiente. En este caso, mirá lo que propone la Unión de Trabajadores de la Tierra, que no solo te ofrece consumir productos sustentables sino ser parte de la red de distribución.
Garantizar que los cambios en todos los sectores se realicen de forma inclusiva y justa. Para inspirarte, observá cómo trabajó el municipio bonaerense de Daireaux. También mirá lo que propone Eco House, una organización sin fines de lucro de acción para la sostenibilidad.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) fue creado en 1988 con el objetivo de proporcionar información científica a los gobiernos para que puedan utilizarla en su toma de decisiones y desarrollo de políticas climáticas. Pueden participar del IPCC todos los países miembros de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y las Naciones Unidas. Actualmente lo conforman expertos en cambio climático, de 195 Estados.
Lo más importante: a partir de los informes emitidos por el IPCC, la sociedad civil —y sobre todo los jóvenes— escuchó y asimiló más la información científica que lo que lo hicieron los tomadores de decisión y salió a las calles a alzar su voz.
Una acción ante esta situación: buscá iniciativas que haya en tu barrio o localidad que tengan por fin hacer frente al cambio climático. Te dejo dos enlaces: en este link la Fundación Vida Silvestre da un listado de organizaciones que trabajan con ese objetivo y en este otro podrás ver qué están haciendo los municipios que conforman la Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático (RAMCC). Un plus: CAN-LA es la red que reúne a las organizaciones climáticas de la sociedad civil de América Latina. Recomiendo que la sigas en Twitter.
¿Clima es lo mismo que tiempo?
No. Si bien en algunos países latinoamericanos, como Argentina, los usamos indistintamente, en verdad se están refiriendo al tiempo y usando erróneamente el término clima. El tiempo (weather, en inglés) es el estado de la atmósfera en un lugar y momento determinados. Mientras que el clima (climate, en inglés) es el conjunto de fenómenos meteorológicos que caracterizan el estado promedio de la atmósfera en una región del planeta en el largo plazo (períodos que pueden abarcar desde meses hasta miles de años). Por ejemplo, cómo ha variado el clima en tu país de origen desde que naciste hasta hoy.
Lo más importante: entender que cuando hablamos de cambio climático no hablamos de los cambios en el tiempo meteorológico, que nosotros podemos percibir diariamente o anualmente. Sino de modificaciones que se sostienen a lo largo de décadas y que deterioran los ambientes, poniendo en riesgo la vida que los conforman.
Una acción ante esta situación: la información es poder para la acción y qué mejor que los libros para ello. La literatura sobre cambio climático viene, afortunadamente, creciendo y cada vez son más las publicaciones sobre la temática. Dos libros clave para comprender la situación de crisis climática, pero sobre todo para también pasar a la acción, son El Planeta Inhóspito, del periodista estadounidense David Wallace-Wells, y El Futuro por Decidir, que tiene como coautora a una de las arquitectas del Acuerdo de París, la antropóloga, economista y analista costarricense Christiana Figueres.
¿Cuáles son las causas del cambio climático?
La causa del cambio climático es el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Para entender el efecto invernadero, mirá este video (solo te demandará 16 segundo)👇
Eso que viste es lo que hace que la Tierra se mantenga a una temperatura estable, lo que permite la vida en ella. Y hasta ahí no hay inconvenientes.
El problema comenzó con la Revolución Industrial, cuando la humanidad inició un proceso de aumento de explotación de combustibles fósiles, con el carbón como protagonista y, luego, el petróleo y el gas, para satisfacer sus necesidades de industria, energía, transporte y consumo. A ello se sumó luego la expansión de la agricultura y la ganadería intensivas.
El incremento de todas esas actividades comenzó a producir un aumento en la emisión de gases de efecto invernadero (GEIs), como el dióxido de carbono (CO2) o el metano, entre otros. Esa mayor cantidad de GEIs en la atmósfera comenzó a absorber mayor radiación infrarroja, a atrapar mayor calor y, por ende, a liberar menos de él. Esto inició un aumento de la temperatura de la superficie de la Tierra, que se conoce como calentamiento global.
Eso comenzó a alterar el clima. Mirá este video para ver el impacto que tuvo el calentamiento global sobre el clima, entre 1880 y 2019 (solo dura 33 segundo)👇
Lo más importante: la temperatura media ha aumentado más de 1ºC desde tiempos preindustriales. Sin cambios en las causas, ambas curvas (la del aumento de los gases de efecto invernadero y la del calentamiento global) seguirán en aumento. Y los más perjudicados son quienes ya viven en situaciones de vulnerabilidad.
Una acción ante esta situación: elegí a conciencia el medio de transporte que utilizás para movilizarte cotidianamente. Pensando en generar menos emisiones, usá más la bicicleta, el transporte público o caminá. Y acordá con otras personas compartir el auto si hacen el mismo recorrido. En tiempos electorales —tanto nacionales como locales— analizá qué proponen los candidatos en materia de transporte y energía. ¿Tienen propuestas en línea con la necesaria reducción de emisiones?
¿Desde cuándo se conocen las causas del cambio climático?
Desde el siglo pasado. En 1856, la científica estadounidense Eunice Foote —para muchos la primera en teorizar sobre el cambio climático— alertó sobre la concentración de CO2 en la atmósfera y sostuvo que podría generar un aumento significativo de la temperatura de la Tierra. Años después, en 1988, el científico James Hansen expuso ante el Senado de Estados Unidos. Allí sostuvo que el sistema de producción y consumo basado en la explotación de combustibles fósiles en el que se asientan las actividades humanas estaba aumentado la temperatura.
Lo más importante: a diferencia de lo que pasaba en el siglo pasado, que el cambio climático, sus causas y consecuencias, solo se debatía en ciertos ámbitos, en las últimas décadas la sociedad civil —y sobre todo los y las jóvenes— se apropiaron de él y hacen escuchar su voz cada vez más.
Una acción ante esta situación: usá tus redes sociales para conversar sobre la crisis climática y difundir información validada, invitando a acciones que contrarresten el efecto de los GEIs. Podés compartir los cambios que vos realizás individual y colectivamente y/o compartir las acciones de organizaciones e iniciativas locales. Algo más: apoyá y difundí el contenido de medios de comunicación que relacionan las historias diarias que cuentan con las consecuencias del cambio climático.
¿El cambio climático se debe a variables naturales?
Ni. Por un lado, las definiciones sobre cambio climático incluyen la existencia de variables naturales como los cambios en los ciclos solares, la actividad volcánica y la cantidad de gases de efecto invernadero (GEIs) en la atmósfera. Pero fue la alteración de ese último valor, producto de causas antropogénicas, la que ha modificado el clima a un ritmo sin precedentes.
Lo más importante: ya en 2013, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) declaró en un informe que “es extremadamente probable que las actividades humanas hayan causado más de la mitad del aumento observado en la temperatura media global de la superficie entre 1951 y 2010”. ¿Qué significa "extremadamente probable"? Que entre un 95% y un 100% del calentamiento moderno se debe a nosotros, los humanos.
Una acción ante esta situación: promové que en las escuelas se implemente la Ley N.° 27.621 de Educación Ambiental Integral. En esta nota podés ver el impacto que tienen en sus comunidades las que ya la aplicaron. A su vez, cada vez más jóvenes se organizan en movimientos como Jóvenes por el Clima, que tiene como misión introducir la cuestión climática en la agenda pública de manera permanente e instalar la problemática como un eje central de las políticas públicas tomadas por los gobiernos.
¿Qué efectos del cambio climático ya estamos viviendo?
Retroceso de glaciares, derretimiento de hielos, aumento del nivel del mar, olas de calor más intensas (con mayor duración y temperaturas máximas cada vez más elevadas), intensificación de las sequías (que afectan las actividades productivas rurales, entre otras) y cambios en los patrones de precipitación (por ejemplo, lluvias más intensas que dan lugar a inundaciones), por sólo mencionar algunos.
Miremos también la pandemia en la que nos encontramos. El cambio climático es uno de los impulsores que contribuye a la emergencia de enfermedades zoonóticas, es decir, transmitidas de animales a humanos, de acuerdo a un reporte de julio de 2020 de ONU Medio Ambiente.
"El cambio climático está afectando el riesgo de enfermedades infecciosas emergentes al contribuir a los factores que ocasionan los movimientos de especies, incluidos los vectores y reservorios de enfermedades, en nuevas poblaciones humanas y viceversa", reportó el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).
Estos impactos ya han puesto en peligro a millones de personas en términos de inseguridad alimentaria y de agua, especialmente en África, Asia, América Central y Sudamérica y las pequeñas islas. "En todos los sectores y regiones, se observa que las personas y los sistemas más vulnerables se ven afectados de manera desproporcionada", dice el reporte del IPCC. Y puntualiza que entre 3.300 y 3.600 millones de personas viven en contextos altamente vulnerables al cambio climático.
Lo más importante: el cambio climático ya es uno de los factores que obliga a las personas a desplazarse. De hecho, el debate hoy es si una isla desaparece por el aumento del nivel del mar, ¿quién es responsable de la condición de refugiados de esas personas —aún no considerada en el propio término—? ¿Estados Unidos por ser históricamente el país más emisor? ¿China, por ser el máximo emisor actual? ¿O todos por la globalidad del problema?.
Una acción ante esta situación: en el pedido a tomadores de decisión —todas las persona que tanto en el ámbito público como en el privado tiene un cargo cuyas decisiones afectan al ambiente— por más y mejor acción climática, no te olvides que esa acción no sólo debe incluir la reducción de emisiones sino también la adaptación a los efectos ya presentes del cambio climático. Conversá en tu escuela/universidad/espacio de trabajo para que se informen y capaciten sobre los eventos climáticos extremos que más afectan su comunidad, a fin de prepararse ante ellos y evitar daños y pérdidas cuando ocurran.
¿Todo fenómeno climático extremo es producto del cambio climático?
No. El cambio climático no produce directamente ninguno de estos fenómenos climáticos. Pero sí altera las variables de las cuales dependen los eventos climáticos. En un contexto de sequía intensa, escasez de precipitaciones y aumento de temperaturas producto del cambio climático, cualquier incendio -independientemente de su causa- encontrará un contexto perfecto para propagarse con mayor facilidad.
Lo más importante: así describe la relación entre cambio climático y huracanes, la científica climática estadounidense Katherine Hayhoe: “Si le preguntas a 100 científicos climáticos, casi todos estarán de acuerdo que un huracán determinado no ocurrió por el cambio climático, pero que pudo ser exacerbado por él de múltiples maneras”. El mayor calentamiento —incluyendo el de los océanos— y los cambios en el ciclo del agua favorece a la formación de tormentas más intensas.
Una acción ante esta situación: seguí de cerca la información de los servicios meteorológicos locales para saber cómo actuar correctamente ante estos fenómenos climáticos que se ven intensificados por el cambio climático. En esta entrevista con Cindy Fernández, del Servicio Meteorológico Nacional de Argentina, se comparte cómo funciona el sistema de alerta temprana.
¿Qué están haciendo los países?
Luego de muchas idas y vueltas, en diciembre de 2015 los países consensuaron una serie de medidas para hacer frente al cambio climático en la capital francesa. A ese consenso lo llamaron Acuerdo de París.
El acuerdo fue histórico, principalmente por dos aspectos. Participaron de él los países desarrollados y los países en desarrollo para actuar frente al cambio climático, en conjunto, con responsabilidades comunes, pero diferenciadas. Y el objetivo principal que acordaron fue “mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2°C con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5°C”. Hoy, recordemos, nos encontramos por encima de un grado.
Lo más importante: hoy 170 países y varias ciudades incluyeron medidas de adaptación en sus políticas y planes. Pero esas medidas de adaptación resultan aún insuficientes para la magnitud del problema ante el cual nos encontramos. Hay una brecha entre las políticas tomadas y lo que se necesita para hacer frente a los riesgos que suponen los impactos presentes.
Una acción ante esta situación: mirá la película Don´t Look Up (No mires arriba, por su traducción al español), que está en Netflix. Te va a ayudar a entender -con algo de humor y emoción mediante- el desafío que tienen los científicos a la hora de que sus alertas sean tomados en cuenta por los gobiernos (y por muchos ciudadanos y ciudadanas también).
¿Por qué limitar el aumento de la temperatura a 1,5°C?
“En las próximas dos décadas nos enfrentaremos a múltiples impactos del cambio climático que ya serán inevitables con un escenario de calentamiento de 1,5°C. Si se supera ese calentamiento, los impactos serán aún más graves y peligrosos, algunos de ellos irreversibles. Esto incrementa los riesgos a los cuales debemos adaptarnos, desde los sistemas humanos y naturales, y las pérdidas y los daños que conlleva.
Una aclaración importante, ya pensando en la adaptación, es que muchas veces nos referimos al 1,5°C como si fuera un escenario de triunfo, como si en él todo volviera a cero y no hubiera ningún cambio en el clima. Sin embargo, es incorrecto. "El 1,5ºC no es una meta, es un límite", nos marca Tania Guillén, investigadora climática nicaragüense que trabaja en el Das Climate Service Center Germany de Alemania y quien fue revisora de varios reportes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).
Otro aspecto que destaca Guillén es que cuando el reporte hace sus proyecciones de impacto a mediano plazo se refiere a hasta 2040, dentro de dos décadas, es decir, cuando un niño nacido hoy tenga 18 años. Lejos de paralizarnos, esto nos tiene que ayudar a tomar conciencia de que ese "futuro habitable y sostenible" es un futuro casi en presente, no en 100 años, es casi mañana. Y solo será habitable y sostenible si actuamos hoy.
Lo más importante: Guillén suma una mejora a realizar: "Es necesario fortalecer la comunidad científica en la región de América Latina y el Caribe, que haya financiamiento para investigar los impactos en la región y adaptarnos mejor". Con ella coincidió el finalndés Petteri Taalas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial: "Empiecen a invertir en adaptación. Inviertan en sistemas de alerta temprana. No sabemos a dónde adaptarnos porque no tenemos las líneas de conocimiento de base".
Una acción ante esta situación: acercate más a la ciencia. Sabemos que su contenido no siempre es amigable, pero hoy a través de las redes sociales hacen que su comunicación sea más amena. Eso sí, no te quedes ahí. Porque la ciencia climática nos da certezas de lo mal que estamos y las herramientas de hacia dónde debemos ir, y eso puede resultar abrumador. Conversá con otros, sumate a espacios para debatir las inquietudes que tenés al respecto.
¿Te angustia hablar del cambio climático?
Tristeza, impotencia e incertidumbre suelen ser sentimientos que afectan a jóvenes y adolescentes, sobre todo cuando piensan en el futuro atravesado por el cambio climático. Expertos en salud mental coinciden en que un enfoque proactivo para ayudar al ambiente también ayuda a mitigar estas preocupaciones.
Tener ecosistemas sanos nos permitirá ser más resilientes al cambio climático, seguir aprovechando sus vitales servicios ecosistémicos, pero ello implica cuidar esos ecosistemas. Restaurar los ecosistemas degradados y conservar -de forma equitativa y efectiva- entre un 30% y 50% de los hábitats de la tierra, los océanos y el agua dulce nos permitirá beneficiarnos de su capacidad de absorción y almacenamiento de carbono. Pero como dijo la economista y ecologista danesa Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente, "la naturaleza puede ser nuestra salvadora, solo si la salvamos primero".
Lo más importante: el 22% de la superficie del mundo está habitada por pueblos originarios y, a su vez, alberga el 80% de la biodiversidad. En la Argentina, 39 comunidades indígenas conformaron la Red Ticca (territorios y áreas conservadas por pueblos indígenas y comunidades locales), una iniciativa que busca preservar la diversidad biocultural y que también existe a nivel regional y global.
Una acción ante esta situación: trabajá para que los tomadores de decisiones —todas las persona que tanto en el ámbito público como en el privado tiene un cargo cuyas decisiones afectan al ambiente— incluyan a las comunidades indígenas a la hora de acordar e implementar medidas ambientales. "Al reunir los conocimientos científicos y tecnológicos, así como los conocimientos indígenas y locales, las soluciones serán más eficaces", dijo la La biogeógrafa sudafricana Debra Roberts, copresidenta del Grupo de Trabajo II y agregó: "Deben estar en la mesa de decisiones de las políticas climáticas". Es decir, no es solo escucharlas y a otra cosa mariposa. Es que sean parte de la toma de decisiones.
Es la base de todas las violencias. Es aquella que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos transmite y reproduce dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad. Está contemplada en la Ley 26.485 de protección integral a las mujeres.
Ejemplos de este tipo de violencias son las publicidades que venden productos de limpieza solo para que ellas los usen o las marcas que conciben un modelo de belleza único. En ese sentido, los contenidos culturales reproducen el discurso patriarcal, mientras contribuyen de manera inconsciente a perpetuarlo y naturalizarlo, generando violencia de género.
Importante: para desactivarla se recomienda cuestionar la ideología predominante; analizar los refranes y canciones populares para no seguir reproduciendo esos mensajes; visibilizar y eliminar los micromachismos de lo cotidiano; reconocer que los derechos son de todas y todos; no repetir frases o chistes homofóbicos, raciales, misóginos; reconocer que existen nuevas formas de relación en las que se privilegia el respeto y la equidad entre las personas; generar conciencia en todas y todos de que la violencia simbólica no es natural, que es producto de la socialización y por lo tanto puede modificarse.
📞Si sufrís violencia de género, podés llamar al 144. Funciona todos los días, las 24 hs y en todo el país. Es gratuito y confidencial. Brinda contención, información y asesoramiento. Ante situaciones de violencia urgente llamar al 911 o al 137.
Se trata de una modalidad de violencia —puede ser física, sexual, psicológica, económica o simbólica— que una persona ejerce, independientemente del espacio físico donde ésta ocurra, sobre otra con la que tiene una relación familiar o afectiva, actual o pasada.
La violencia doméstica está incluida en la Ley 26.485 de protección integral a las mujeres.
Importante: la propia víctima o cualquier otra persona que haya tenido conocimiento del hecho de violencia doméstica puede hacer la denuncia a la Oficina de Violencia Doméstica.
📞 Si sufrís violencia de género, podés llamar al 144. Funciona todos los días, las 24 hs y en todo el país. Es gratuito y confidencial. Brinda contención, información y asesoramiento. Ante situaciones de violencia urgente llamar al 911 o al 137.
Es aquella que daña tus emociones y autoestima. Afecta tu desarrollo personal y perjudica tu salud psicológica. Son formas de violencia psicológica las amenazas, las humillaciones, los insultos, los celos, el abandono, la indiferencia, las burlas, revisar el celular, no permitir a la pareja ver a su familia ni a sus amistades. La violencia psicológica está expresamente contemplada en la Ley 26.485 de protección integral a las mujeres.
Importante: si tenés dudas sobre si vos o una amiga está atravesando situaciones de violencia psicológica, dale una mirada al contenido de la campaña #AmigaDateCuenta. Hacé lo mismo si tenés dudas sobre si vos o tus amigos están ejerciendo este tipo de violencia.
📞 Si sufrís violencia de género, podés llamar al 144. Funciona todos los días, las 24 hs y en todo el país. Es gratuito y confidencial. Brinda contención, información y asesoramiento. Ante situaciones de violencia urgente llamar al 911 o al 137.
Que un jefe o una jefa te grite por el solo hecho de tener un cargo jerárquico ya está reconocido como una práctica de maltrato. En la Argentina, seis de cada 10 trabajadores y trabajadoras experimentaron o experimentan alguna situación de violencia en el trabajo. Lo que predomina (algunas personas sufren más de un tipo de violencia) es la psicológica (78 %), seguido de situaciones ligadas a la discriminación (67 %) y finalmente a la violencia sexual (52 %) y física (35 %).
A su vez, la violencia laboral tiene mayor incidencia entre mujeres y personas no binarias, con un 65,5 % y 87,6 %, respectivamente, mientras que entre los varones el porcentaje alcanza al 43,5 %.
También es una modalidad de violencia de género y está incluida en la Ley 26.485 de protección integral a las mujeres. Es aquella que se ejerce en espacios de trabajo, públicos o privados. Incluye la discriminación a las mujeres, la obstaculización de su acceso, ascenso o permanencia en el empleo y que se exijan requisitos sobre estado civil, maternidad, apariencia física o la realización de test de embarazo. Que se quebrante el derecho de igual salario por igual tarea o que haya hostigamiento psicológico en forma sistemática con el fin de lograr la renuncia de la mujer.
Según el informe del Banco Mundial titulado "La Mujer, la Empresa y el Derecho 2022", alrededor 2400 millones de mujeres en el mundo no tienen los mismos derechos económicos que los hombres.
Importante: las respuestas a las situaciones de violencia laboral no son individuales. Siempre tienen que ser en comunidad porque son construidas y sostenidas en comunidad. Las respuestas implementadas tienen que permitir reflexionar, perdonar y aprender.
En 2020, la Argentina ratificó el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo.
Fuente: Los datos de Argentina son de la Encuesta Nacional sobre Violencia y Acoso en el Mundo del Trabajo en Argentina elaborada por la Universidad Nacional de Avellaneda y la Red Nacional Intersindical contra la Violencia Laboral, con el impulso de la Iniciativa Spotlight, una alianza entre la Unión Europea y las Naciones Unidas por el fin de las violencias de género.
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Las mujeres y niñas sufren y temen diferentes tipos de violencia sexual en espacios públicos, desde comentarios y gestos desagradables de índole sexual hasta la violación y el feminicidio. Sucede en las calles, en el transporte público, las escuelas, los lugares de trabajo, los paseos públicos, los puntos de distribución de agua y alimentos y los parques, así como en las inmediaciones de todos estos lugares.
Esta realidad reduce la libertad de circulación de las mujeres y niñas. Limita su capacidad de participar en la educación, el trabajo y la vida pública. Dificulta su acceso a servicios esenciales y el disfrute de actividades culturales y recreativas, afectando negativamente a su salud y su bienestar.
Importante: en 2019, en Argentina se sancionó la Ley 27.501, que incorpora al acoso callejero como modalidad de violencia a la mujer. Mientras que en la última década, ONU Mujeres desplegó la iniciativa mundial Ciudades Seguras y Espacios Públicos Seguros para las Mujeres y las Niñas. Así, Naciones Unidas trabajó con las principales organizaciones de mujeres, gobiernos locales y nacionales y otros socios en el desarrollo, la aplicación y la evaluación de enfoques integrales para prevenir y responder al acoso sexual contra mujeres y niñas en los espacios públicos. Logró resultados positivos en muchas de las ciudades en las que se activó la iniciativa.
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Puntualmente descripta en la Ley 26.485 de protección integral a las mujeres, la violencia económica es aquella que busca dañar los bienes o economía de una mujer. Algunas formas son quitar o hacer que la mujer pierda las cosas que necesita para trabajar, retener sus documentos, controlar cuánto gana por su trabajo o pagarle menos dinero que a un varón que hace el mismo trabajo.
La Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación registró desde enero a diciembre de 2020 un total de 108.403 comunicaciones a las tres sedes de la Línea 144. En estas llamadas, el 37 % afirmó que las mujeres que se comunicaron dijeron haber estado en situación de violencia económica y patrimonial.
Importante: “Si se denuncia oportunamente la violencia económica y se dictan las medidas de protección adecuadas, podría disminuir la violencia física y la psicológica. De allí la necesidad de poder identificarla claramente y actuar en consecuencia”, sostiene en este artículo Jaquelin Rocovich, economista docente de Universidad Nacional de Lomas de Zamora.
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Contra la libertad reproductiva
Esta modalidad de violencia de género está incluida en la Ley 26.485 de protección integral a las mujeres y puede ejercerse de manera física, psicológica, económica o simbólica. Incluye no dejar decidir libremente a la mujer si esta quiere tener un embarazo, cuántos quiere tener y el intervalo entre los nacimientos. Es un derecho garantizado también por la Ley 25.673 de Creación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable.
Importante: todas las personas tienen derecho a disfrutar una vida sexual saludable y placentera, sin presiones, coacción ni violencia; a vivir libremente la orientación sexual y la identidad de género, sin sufrir discriminación ni violencia; a elegir si tener o no hijos o hijas, cuántos, cuándo, cómo y con quién; recibir atención integral en salud sexual y reproductiva de forma gratuita; elegir el método anticonceptivo que más se adapta a sus necesidades, criterios y convicciones y recibirlo de manera gratuita.
También obtener información y orientación clara, completa y oportuna sobre salud sexual y reproductiva, expresada en términos sencillos y comprensibles; que te escuchen en un ambiente de confianza y respeto, donde te brinden atención e información clara y preserven tu intimidad; y acceder a un método de larga duración a partir de los 13 años sin que te acompañe y/o autorice un adulto.
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Se trata de aquella violencia ejercida por parte del personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres. Puede expresarse de manera física, psicológica, económica o simbólica. Incluye el trato deshumanizado, el abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales.
Es una modalidad de violencia de género que está explícitamente contemplada en la Ley 26.485 de protección integral a las mujeres. Además, contamos con la Ley 25.929 de Parto Humanizado, que desde 2004 establece líneas a seguir sobre los derechos de las gestantes o parturientas y de las personas recién nacidas.
Dando a luz, Las Casildas, Parir y Nacer y el capítulo argentino de El parto es nuestro son algunas de las organizaciones y asociaciones reconocidas por su trabajo para visibilizar e informar sobre la violencia obstétrica.
Importante: la persona gestante tiene derecho a hacer y presentar un Plan de Parto, que es “un documento escrito en el cual la persona gestante manifiesta sus preferencias, necesidades y expectativas en relación a la atención durante el parto o cesárea, nacimiento y post parto. El mismo está enmarcado dentro de la Ley 26.529 de Derechos del paciente bajo la figura "Directivas Anticipadas" (art.11). Así, se busca garantizar la participación activa de la persona gestante y el pleno acceso a sus derechos. Lo ideal es presentarlo entre la semana 20 y 30, con copia sellada y firmada al director de la institución/hospital, jefe de Obstetricia, jefe de Neonatología y obstetra de cabecera”, explican desde Las Casildas.
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Comprende cualquier acción que implique la vulneración en todas sus formas del derecho de la mujer a decidir voluntariamente sobre su vida sexual o reproductiva. Puede ser con o sin acceso genital y ejercerse a través de amenazas, coerción, uso de la fuerza o intimidación.
También incluye la violación dentro del matrimonio o de otras relaciones vinculares o de parentesco, exista o no convivencia, así como la prostitución forzada, explotación, esclavitud, acoso, abuso sexual y trata de mujeres. Está explícitamente contemplada en la Ley 26.485 de protección integral a las mujeres.
Importante: se debe recordar que el consentimiento se puede retirar en cualquier momento, incluso si ya ha comenzado la relación sexual. También es clave decir que las violaciones no tienen que ver con el deseo sexual sino con el ejercicio de la violencia y la dominación de los cuerpos feminizados, no se trata del deseo sexual del victimario.
📞 Si sufrís violencia de género, podés llamar al 144. Funciona todos los días, las 24 hs y en todo el país. Es gratuito y confidencial. Brinda contención, información y asesoramiento. Ante situaciones de violencia urgente llamar al 911 o al 137.
Se trata de aquella modalidad de violencia —física, psicológica, económica o simbólica— ejercida por funcionarios o profesionales que pertenecen a cualquier institución pública —como partidos políticos, sindicatos, organizaciones empresariales, deportivas y de la sociedad civil—. Incluye intimidación, hostigamiento, descrédito, persecución, acoso y/o amenazas a mujeres para impedir el desarrollo propio de la vida política y el ejercicio de la actividad política.
La violencia institucional está contemplada en la Ley 26.485 de protección integral a las mujeres.
Importante: si tus derechos ciudadanos fueron violados por un funcionario público, podés denunciarlo llamando al 0800-122-5878, la línea gratuita de la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural. También podés iniciar el trámite vía online desde acá.
📞 Si sufrís violencia de género, podés llamar al 144. Funciona todos los días, las 24 hs y en todo el país. Es gratuito y confidencial. Brinda contención, información y asesoramiento. Ante situaciones de violencia urgente llamar al 911 o al 137.
La violencia mediática es una de las modalidad de violencia incluidas en la Ley 26.485 de protección integral a las mujeres y abarca la difusión de mensajes e imágenes estereotipados a través de cualquier medio masivo de comunicación que promueva la explotación de mujeres o sus imágenes (de manera directa o indirecta), que discrimine, humille o atente contra la dignidad de las mujeres. También incluye la utilización de mujeres, adolescentes y niñas en mensajes e imágenes pornográficos.
Mientras que la violencia digital o en línea contra las mujeres “es cualquier acto de violencia cometido, asistido o agravado por el uso de la tecnología de la información y las comunicaciones (teléfonos móviles, internet, medios sociales, videojuegos, mensajes de texto, correos electrónicos, etcétera) contra una mujer por el hecho de serlo”, sostienen desde ONU Mujeres.
Para la organización internacional, este tipo de violencia de género puede incluir ciberacoso (“envío de mensajes intimidatorios o amenazantes”), sexteo o sexting no consentido (“envío de mensajes o fotos de contenido sexual explícito sin contar con la autorización de la persona destinataria”) y doxing (“publicación de información privada o identificativa sobre la víctima”).
Según un estudio realizado en 2020 por la Unidad de Investigación de la revista The Economist, el 85 % de las mujeres mayores de 18 años, en diferentes partes del mundo, fue testigo de violencia digital; cerca del 40 % fue víctima directa; y el 57 % indicó haber sufrido un abuso o mal uso de sus videos o imágenes en Internet.
Importante: para saber cómo prevenir la violencia mediática podés visitar el sitio #Eligetuforma o la cuenta de Chicos.net en Tik Tok. Ahí la asociación Chicos.net y Tik Tok desarrollaron 10 videos que duran solo algunos segundos como disparadores para reflexionar sobre la vida digital de los y las adolescentes. También se puede descargar gratis una guía para docentes (y familias).
Además, en 2021, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA por sus siglas en inglés) lanzó bodyright, una campaña que exige que los derechos de las imágenes de los cuerpos de las personas se respeten de la misma manera en que se respeta la propiedad intelectual de los contenidos y se penaliza su uso indebido y no autorizado.
📞 Si sufrís violencia de género, podés llamar al 144. Funciona todos los días, las 24 hs y en todo el país. Es gratuito y confidencial. Brinda contención, información y asesoramiento. Ante situaciones de violencia urgente llamar al 911 o al 137.
Es la que ejerce una o más personas contra el cuerpo de otra produciendo dolor, daño o riesgo de producirlo y cualquier otra forma de maltrato o agresión que afecte su integridad física. Incluye la violencia que se produce mediante la limitación del movimiento, como ataduras o confinamiento.
Es una modalidad de violencia incluida en la Ley 26.485 de protección integral a las mujeres, que contempla las situaciones en las que se causa daño a una pareja golpeándola, propinándole patadas, quemándola, agarrándola, pellizcándola, empujándola, dándole bofetadas, tirándole del cabello, mordiéndola, denegándole atención médica u obligándola a consumir alcohol o drogas, así como empleando cualquier otro tipo de fuerza física contra ella. Puede incluir daños a la propiedad.
Importante: si te reconocés en una situación de violencia recurrí a un hospital, ya que tu salud es lo primero. También solicitá un informe médico y un parte de las lesiones para utilizarlos como evidencia. Tratá de ir lo antes posible y que alguien de confianza te acompañe. No es necesario haber hecho una denuncia para recibir asistencia.
📞 Si sufrís violencia de género, podés llamar al 144. Funciona todos los días, las 24 hs y en todo el país. Es gratuito y confidencial. Brinda contención, información y asesoramiento. Ante situaciones de violencia urgente llamar al 911 o al 137.