Estos son los nombres y las historias de las víctimas del gatillo fácil- RED/ACCIÓN

Estos son los nombres y las historias de las víctimas del gatillo fácil

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

Hoy se realiza la quinta Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil. Unas 1.300 personas fueron asesinadas entre diciembre de 2015 y febrero de 2019, a razón una cada 21 horas, según la CORREPI.

Estos son los nombres y las historias de las víctimas del gatillo fácil

Intervención: Pablo Domrose

Desde 1983, la CORREPI (Coordinadora contra la represión policial e institucional) lleva contados 6.564 casos de gatillo fácil. Unas 1.300 personas (casi el 20% del total) fueron asesinadas durante los últimos tres años, entre el 10 de diciembre de 2015 y el 12 de febrero de 2019. En ese marco, hoy se realiza la quinta Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil.

“Es el reclamo de los familiares de las víctimas”, dice Inés Alderete, organizadora de la manifestación y madre de Marcos Sebastián Acuña, muerto el 28 de agosto de 2015 por el prefecto Juan José Silva en el barrio La Cañada, en Quilmes (el juicio comienza el próximo lunes). “Reclamamos que las fuerzas represivas hoy están sin control y queremos visibilizar los casos y tomar conciencia de que los pibes no tienen por qué morir: la policía no es ni juez ni verdugo, para eso están las leyes”.

Según el Archivo de Casos de Personas Asesinadas por el Estado, de CORREPI, en los últimos tres años hubo un caso cada 21 horas. Incluye muertes en comisarías, en cárceles, en enfrentamientos donde hay exceso de la legítima defensa e incluso en el ámbito privado de los funcionarios de las fuerzas de seguridad (por ejemplo, si uno de ellos mata a su esposa). “Casi todos los policías esperan los juicios en libertad”, agrega Alderete.

“No podemos dejar de decir y entender que debemos organizarnos independientemente del Estado y de todas sus instituciones que denunciamos y enfrentamos por ser los responsables de la muerte de nuestros hijos”, se lee en la carta de la Marcha. “Entendemos que es necesaria la acción colectiva de nosotros, los familiares de víctimas de la represión estatal, para potenciar nuestra lucha”.

Estos son algunos de los casos de los últimos meses y por los que se reclama en la marcha contra el gatillo fácil:

  • Andrés García Campoy. Detenido en un control caminero de la ruta 7, murió el 14 de junio de 2014 en Luján de Cuyo, Mendoza, con un disparo en la sien. Según los gendarmes Maximiliano Alfonso y Corazón de Jesús Velázquez, se suicidó con su propia carabina, pero el orificio de entrada es más grande que un proyectil calibre 22, además de que parece imposible autodispararse con una carabina casi en la nuca.
  • Gabriel Godoy. Recibió tres disparos el 1 de abril de 2016 en Villa Itatí, Quilmes, cuando un policía, que esperaba a la novia, le tiró a él y a un amigo porque le resultaban sospechosos. Según CORREPI, hubo personas que vieron que el último disparo sobre Godoy fue de remate.
  • Nicolás Vázquez. Asesinado el 25 de septiembre de 2013, en Lanús, tras una persecución policial por el comisario Héctor Amarilla, quien se disparó a sí mismo en la rodilla para fingir un balazo de Vázquez. Estuvo prófugo durante seis años y fue capturado este año.
  • Hugo Arce y Carlos Vázques. Un policía dijo que cuatro muchachos trataron de asaltarlo al llegar a su casa y disparó para defenderse, matando a dos. Según CORREPI, las constancias de la causa muestran que disparó más de diez veces contra el auto en el que iban dos muchachos, con el que instantes antes había tenido un roce.
  • Marcos Sebastián Acuña. Recibió un tiro de parte del prefecto Juan José Silva el 28 de agosto de 2015, en Quilmes. No tenía armas. “Le disparó porque estaba borracho”, dijo su hermano.
  • Nicolás Bustamante. En un semáforo de Burzaco quiso robar a otro motociclista, que resultó policía, sacó el arma y disparó. Bustamante cayó herido y el policía le volvió a disparar. Con cinco heridas, murió en el lugar el 26 de junio de 2015.
  • Pablo “Paly” Alcorta. El 18 de mayo de 2015, en la bajada del Acceso Oeste de Morón, Alcorta, que iba por la colectora en una moto, recibió un balazo en la cabeza disparado por el policía de consigna en la estación de peaje.
  • Germán Gómez. En una fiesta, el 30 de abril de 2016, Gómez intervino para defender a un pariente que estaba siendo atacado por un chico armado. El gendarme Felipe Villalba, familiar del atacante, es acusado de disparar con su arma y de herir al primero y a Gómez, al que remató en el piso.
  • Silvia Maldonado. En junio de este año recibió un balazo en la frente durante un confuso procedimiento policial para detener a dos sospechosos de un robo en el barrio Gas del Estado, de la capital de Santiago del Estero. Un cabo llamado José Abraham fue quien gatilló.
  • Leonel Sotelo. Asesinado el 1 de diciembre del 2016 en Burzaco, a manos de un efectivo de la policía local. “Dicen que le intentó robar. Según las pericias, no tenía ningún arma de fuego”, dijo su madre, Noemí Robelli.
  • Matías Banuera. El 29 de julio de 2017, Banuera y otros se metieron en el patio de una casa y ante los gritos del dueño huyeron. El hombre avisó a su vecino, Cristian Alejos, un policía que festejaba su cumpleaños. El policía, con otros colegas, salió a correrlos a los tiros. Un disparo de Alejos impactó en la nuca del chico.
  • Elías Santiago Lugonez. El prefecto Alejandro Javier Goñi salió de una heladería hacia su auto estacionado. Vio unos muchachos cerca del coche y disparó. Hirió a un peatón y mató a Lugonez.
  • Franco González Molina. El 26 de enero de este año, un hombre llamó al 911 porque escuchó dos personas en la vereda. Cuando llegó la policía, González Molina intentó escapar trepando un muro, pero cayó muerto del otro lado. Según la autopsia, recibió el disparo en la espalda.
  • Nicolás Ezequiel Pelayes. El 20 de enero de este año, recibió un disparo en la ingle luego de una persecución. Murió en el hospital y se investiga si fue torturado. El policía Ángel Emmanuel Escalada, del Grupo de Apoyo Distrital, está sospechado. Recibió un disparo en la cabeza, que no fue efectuado por Pelayes (que estaba desarmado), pero sobrevivió.
  • Marcos Jesús Soria. El 24 de noviembre de 2018, a las 5:30, cuando salía a trabajar, fue levantado por un patrullero en Córdoba. Presuntamente, lo golpearon, lo bajaron en un descampado y lo hicieron arrodillar mientras lo seguían golpeando. Logró escapar a la carrera, pero lo mataron de un disparo en la espalda. Según la versión policial, había cometido un robo.
Marcos Jesús Soria.
  • Rodolfo “Ronald” Orellana. El 22 de noviembre de 2018 participaba de una toma de tierras en Ciudad Evita que fue reprimida por la policía y murió por un disparo en la espalda.
Rodolfo “Ronald” Orellana.
  • Claudio Adrián Sánchez. El 6 de noviembre de 2018, salió con su moto para llevar a la empleada de su casa a la parada del colectivo. La moto se paró y se encendió la alarma. Como estaba cerca, la empezó a empujar. Al pasar frente a una verdulería, Víctor Hugo Cuozzo, un policía federal, le gritó que se detuviera. Sánchez no reconoció que era un policía y recibió un disparo en el cuello.
Claudio Adrián Sánchez con su familia.
  • Damián Cutrera. Tras un episodio de tránsito en el peaje de la autopista Illia, el 30 de septiembre de 2018, dos conductores se bajaron de sus autos y discutieron. Uno de ellos, el prefecto Daniel Jesús Acosta, mató con su arma reglamentaria a Cutrera.
Damián Cutrera y su esposa.
  • Gabriel Gusmán. La policía fue el 25 de septiembre de 2018 al barrio Capibá, de Paraná, por una pelea entre vecinos. En medio de un gran operativo, Gusmán estaba con los brazos en alto cuando, según CORREPI, uno de los policías tomó posición de tiro rodilla en tierra y le disparó a la nuca. Hay dos policías acusados: Diego Ibalo y Rodrigo Molina.
  • Christopher “Bocha” Rego. El prefecto Pablo Brítez le disparó dos veces cuando no frenó en un control de prefectura en la ciudad de Buenos Aires, y su auto se detuvo a los 300 metros. Brítez y cuatro prefectos más una camioneta llegaron pocos segundos después. Con Rego todavía vivo, los prefectos abrieron la camioneta, levantaron plomos y vainas, y escaparon.
Christopher “Bocha” Rego.
  • Rodrigo Martínez. El 22 de marzo de 2018, en Las Heras, Mendoza, dos pibes en moto quisieron robarle la riñonera a un policía que hacía jogging por la banquina de una ruta, pero este les vació el cargador. Martínez recibió 18 disparos. El otro pudo escapar.

Aclaración: todos los casos listados en esta nota, salvo los de Nicolás Vázquez y Silvia Maldonado, fueron relevados por la CORREPI y figuran en el Archivo Casos de Personas Asesinadas por el Estado

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