—¿Cuáles son las claves para reinventarse en cuarentena?
—Primero hay que preguntarse en qué lugar estamos parados. Hay que ver si la crisis que estamos viviendo es propia de la pandemia o cometimos errores o estamos atrasados. Si no tengo canal digital, el problema no es la pandemia sino que nunca me ocupé. Otra clave es pensar si tengo que reinventarme o simplemente mejorar. Por ejemplo, el rubro gastronómico no suele tener una gran atención al cliente y hoy es catastrófico perder a uno. Un tercer punto es analizar las virtudes que tiene mi empresa y transformarlas en moneda de cambio. Por ejemplo, Turismocity está comercializando su servicio de marketing digital y desarrollo de software. Lo principal para reinventarse es preguntarse qué necesita mi cliente. Escuchar y recrear un nuevo vínculo.
—¿Cuál fue la innovación que más te llamó la atención?
—Las innovaciones tienen que ser fáciles, sencillas y aplicables. Una pizzería en Bogotá descubrió una forma innovadora de llegar a su publico por delivery. Venden pizzas con frases. Como no podés ver a tu familia o amigos por la pandemia, le podés mandar una pizza con una frase significativa. Esto le hizo crecer las ventas porque, además de la pizza, se vende un encuentro.
—¿De qué se trata el microfracaso en tiempos de pandemia?
—Todos los días hay que probar cosas nuevas y eso nos lleva a microfracasar. Hay que saber que muchas de las cosas que uno prueba no van a funcionar. No hay que tomarlo como una tragedia. Hay que desmitificar que el error es un problema. El error es un camino de aprendizaje.
Este contenido fue publicado originalmente en Otra Economía, la newsletter sobre economía circular, inclusiva y de triple impacto que edita Florencia Tuchin. Podés suscribirte en este link.
