Recientemente visité el Ministerio de Educación del Reino Unido, que está liderado por Damian Hinds, un importante político del Partido Conservador Británico. El Ministerio de Educación es el responsable de la protección de los niños, la educación obligatoria, tanto a nivel primario como secundario, los aprendizajes y las habilidades que deben aprender los niños de Reino Unido para estar preparados para el futuro.
Deborah McCann, jefa de Digital y EdTech en el Ministerio, me permitió compartir una fructífera reunión y me mostró como encaran ellos la aplicación de la tecnología en la educación. Como vengo sosteniendo, los niños que son educados en el presente, son aquellos que se enfrentarán a un mundo completamente distinto en todos los ámbitos de la vida. Dentro de 15 ó 20 años ellos serán quiénes salgan a trabajar, en un mundo que no será igual al de hoy. Muchos trabajos serán automatizados y reemplazados por robots así como otros nuevos aparecerán, por eso es deber de los educadores de hoy preparar a nuestros hijos para esos cambios.
Hoy en día la transformación digital ya empezó a cambiar todos los aspectos de nuestra vida y nuestra sociedad. No solo ha cambiado la tecnología que usamos y el mundo del trabajo, sino que también estos cambios tecnológicos están llamados a cambiar la educación. Las tecnologías de la información y la comunicación están atravesando nuestra vida, cambiando nuestra visión del mundo y modificando los patrones de acceso al conocimiento y de interacción interpersonal.
Incorporar nuevas tecnologías y formas de enseñar permitirían potenciar el sistema actual de aprendizaje, haciéndolo entre otras cosas, más inclusivo. La tecnología ayuda a abordar algunos de los principales desafíos que enfrenta el sector educativo hoy en día como es aumentar la eficacia de la enseñanza, mejorar la accesibilidad y la inclusión, aumentar la excelencia de la educación por intermedio de un acceso a la información ilimitado que se encuentra en la red y mejorar notablemente los resultados de los estudiantes.
A menudo, encontramos que el sector educativo enfrenta diferentes barreras puestas por quienes no quieren que la tecnología entre a las aulas para ayudar y mejorar la enseñanza tanto de nuestros hijos como así también de los docentes., porque no se benefician con ello.
El Reino Unido - que se encuentra conformado por Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte- decidió por medio de diferentes políticas introducir la tecnología en la educación, la cual es obligatoria para todos los niños entre los 5 y 16 años de edad (de los 4 a los 16 años en Irlanda del Norte). A partir del primer año de escuela los niños se introducen en el aprendizaje por intermedio de la tecnología, que ocupa un lugar fundamental en su desarrollo desde la década pasada.
Este país fue pionero en Europa en la incorporación de las TIC a las aulas y en introducir la programación a partir de los 5 años de edad. The Future´s Challenge es el nombre de la iniciativa británica, que comenzó en el año 2005, para adecuar el sistema educativo a la Era 3.0.
El estudio de nuevas tecnologías y la aplicación de la tecnología en la vida cotidiana se enseña a través de tres grandes pilares: en primer lugar, se enseña el razonamiento informático. Se les muestra a los niños como el software actúa siguiendo algoritmos o una secuencia de instrucciones y a partir de ahí se les enseña a programar para conseguir que un aparato tecnológico haga determinadas cosas. En segundo lugar, se enseña a buscar y analizar información a través de las nuevas tecnologías, por ejemplo buscando patrones. Y, por último, se hace gran hincapié en el uso seguro de las nuevas tecnologías.
Es muy importante destacar que las políticas públicas en educación no solo alcanzan a los niños, sino que es obligatoria la constante capacitación en tecnología digital para los docentes, así de esta forma se aseguran que tanto los educadores como los alumnos estén preparados para enfrentar los cambios que nos depara el futuro.
Para llevar a cabo estas políticas en educación, el Reino Unido decidió asegurar la infraestructura para desarrollar una enseñanza digital desde temprana edad, desarrollar capacidades específicas y habilidades para una educación Tech (EdTech), desafiando y promoviendo a la comunidad de investigación para desarrollar e identificar mejores y nuevas tecnologías para la educación.
Los temas empresariales forman una parte esencial del programa de estudios de las escuelas y cada vez se hace mayor hincapié en las asignaturas tecnológicas en educación superior. Nosotros como sociedad no podemos mirar para otro lado y no aprovechar los avances en tecnologías que hay y que habrá en un período de tiempo corto. Los niños pequeños son creativos, inquietos, sociables, y el sistema educativo actual de nuestro país es el culpable de que pierdan esas condiciones a medida que avanzan en su desarrollo escolar.
La introducción de nuevas tecnologías, la programación y el análisis de datos, desarrollarían la capacidad de razonamiento de los niños de tres modos: por un lado, desarrollarían su pensamiento crítico, es decir, la lógica, el razonamiento deductivo y la justificación. También trabajarían el pensamiento creativo, es decir, la generación de ideas, la imaginación, la interconexión de pensamientos. Y en tercer lugar desarrollarían su pensamiento metacognitivo, que tiene que ver con la autoconciencia y con el manejo estratégico del razonamiento.
No debemos quedarnos atrás en esta carrera contra el tiempo y el avance tecnológico. El uso de tecnologías en la educación debería ser intuitivo y sencillo, fácil de percibir, flexible a cada individuo, de uso universal y accesible para todos; permitiendo una mayor inclusión social e igualar las oportunidades de todos los chicos.
El mundo globalizado en el que vivimos impone la aplicación de tecnologías. Debemos como sociedad aprovechar la tecnología para complementar, enriquecer y transformar la educación del país, del mismo modo que lo están haciendo los países desarrollados como el Reino Unido.
Rodrigo Miguel es abogado especialista en educación y autor del libro El Poder de la Educación.
