De los libros de Gabriel Rolón a los cuentos de J.D. Salinger, todo parece caber en la estantería lectora de este mes. Hoy en SIE7E PÁRRAFOS: lectores, autores, descargas online. Y también un poco de antiverano: ¿a qué se debe el aroma de los libros antiguos?
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Vacaciones lectoras. En este verano tan raro, con pocos viajes y precios de alquileres de quintas por las nubes, la lectura es un plan que para muchos de nosotros se está volviendo una especie de salvación (eso sí: tenés que sumarle aire acondicionado). Por eso pregunté en redes sociales…
… y las respuestas fueron de lo más variadas:
- “Teoría de la gravedad,de Leila Guerriero. Para leer de un tirón y luego a bocados” [Elisa Marcelli]
- “Empecé el año con Nuestra parte de noche de Mariana Enríquez (fascinante), y seguiré con La telepatía nacional de Roque Larraquy, A esta hora de la noche de Cecilia Fanti , Tundra de Abi Andrews y Castillos de Santiago Craig” [Paula Aramburu]
- “La azotea, de Fernanda Trías (especial para época de aislamiento)” [Sonia FP]
- “Arranqué este 2021 con Teoría de la gravedad de Leila Guerriero, Un hombre con suerte de Brinkeil, Confesión de Kohan, voy a seguir con El acontecimiento de Ernaux” [Ángeles Alemandi]
- Mariana Iacono me mandó una foto de sus libros:
Y hubo muchas respuestas más.
¡Gracias por compartir!
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Ciclo. Este es el primer año (luego de 24) que Planeta hace su ciclo de verano en modo virtual (obvio), luego de reunir en 2020 a unas 12.000 personas. Hoy a las 20:00 empieza el programa: Gabriel Rolón estará presentando su nuevo libro, El duelo, a través del canal de YouTube de Planeta. Podés consultar la agenda de autores acá; otros conferencistas serán María O’ Donnell, Pedro Saborido, Camila Sosa Villada, Jorge Fernández Díaz, Facundo Manes y Darío Sztajnszrajber.
“La primera vez que vino Rolón había cuatro cuadras de cola”, recuerda Marcelo Franganillo, el productor general de Verano Planeta (y creador del sitio de cuentos #LaPalabraPrecisa). Otros autores muy convocantes son Felipe Pigna, Daniel López Rosetti y Sztajnszrajber. En 2016, cuando el ciclo cumplió 20 años, Ignacio Iraola —director editorial del Grupo Planeta para el Cono Sur— dijo: “Verano Planeta es, después de la Feria del Libro de Buenos Aires, nuestra plataforma más importante para acercar a los autores con los lectores de todo el país”.
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Cuento de verano. En este envío de verano, te dejo un link a “Un día perfecto para el pez banana”, el cuento de J. D. Salinger que muestra todo lo que tiene de complejo (por decirlo de alguna manera) la temporada de calor.
Esta edición de “Un día perfecto…” salió en la revista de La Nación en 1998, en una de esas típicas selecciones de cuentos de verano. Yo la leí siendo un adolescente que ya había encontrado El cazador entre el centeno y me impactó muchísimo. Según veo ahora, en la revista el cuento de Salinger fue seleccionado por Liliana Heker.
“Elegí el cuento de Salinger porque es único”, decía ella. “Tengo una antología personal -dichosamente inconclusa- que se inició con ‘La vendedora de fósforos’, de Andersen, y que he ido armando con ciertas historias fantásticas o minimalistas, cuya lectura me ha dejado en un estado de privilegio: Maupassant, Chejov, Bret Harte, Kafka, Buzzati, Katherine Mansfield, Henry James, Flannery O’ Connors, Joyce, Cheever, Thurber, Nabokov, Rulfo, Stig Dagerman, Borges, Quiroga, han tenido que ver con este milagro. El cuento de Salinger me resulta entrañable. He necesitado volver a él una y otra vez; caer de nuevo en la trampa de sus claves, amar sin esperanzas a Seymour Glass…”.
Si todavía no lo conocés, ojalá “Un día perfecto para el pez banana” hoy te sorprenda tanto como me sorprendió a mí en 1998.
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Rostros de la COVID-19. Entre los libros que nos va dejando la pandemia, me gustó Casa de Todos: Rostros de la calle en Plaza de Acho, publicado por el Fondo Editorial de la UPC. Durante la pandemia, la plaza de toros más antigua de América Latina se convirtió en un albergue temporal para personas en situación de calle en la capital de Perú, y allí recibieron alimento, refugio y atención médica.
Luego de un trabajo de reportería de dos meses, la Facultad de Comunicaciones de la UPC publica este libro de fotoensayo y perfiles producido bajo la dirección de Úrsula Freundt-Thurne, decana de la Facultad, con un equipo formado por los periodistas Luis Cáceres Álvarez y Carlos Fuller, y los fotógrafos Franz Krajnik y José Vidal.
Es un trabajo de acceso abierto y lo podés descargar a través de este link.
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Aroma. No sabía por qué los libros antiguos huelen tan bien hasta que me topé con una imagen en @literlandweb1, un perfil de Twitter de amantes de la lectura y la literatura.
Según leo también en esta nota, al principio huelen a tinta y a productos químicos como el pegamento, pero con el tiempo estos olores desaparecen porque se van evaporando. Su lugar es ocupado por productos que se generan de la degradación del sustrato original del papel. El olor es el resultado de cientos de compuestos volátiles que se liberan al aire, como la lignina, un polímero orgánico que se forma a partir de la degradación de la celulosa y que desprende un olor a vainilla.
Un equipo de científicos del University College de Londres pidió a los turistas de la Catedral de San Pablo y de la Biblioteca de Londres que identificasen los olores de libros antiguos que les mostraban. La mayoría de los visitantes describió el aroma como «madera», «ahumado», «terroso» y «vainilla». Tres cuartas partes de los encuestados estuvieron de acuerdo en añadir al olor el matiz de «agradable».
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