María Sol Gonçalves da Cruz: "La principal tarea de los padres hoy es que niñas, niños y adolescentes puedan poner palabras a lo que piensan y sienten"- RED/ACCIÓN

María Sol Gonçalves da Cruz: "La principal tarea de los padres hoy es que niñas, niños y adolescentes puedan poner palabras a lo que piensan y sienten"

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Ante la situación de incertidumbre por la pandemia de COVID-19 que continúa, "el rol de los adultos debe ser el de ayudar a contextualizar la información que reciben niños, niñas y adolescentes", alerta la psicóloga.

María Sol Gonçalves da Cruz: "La principal tarea de los padres hoy es que niñas, niños y adolescentes puedan poner palabras a lo que piensan y sienten"

María Sol Gonçalves da Cruz

Este año lectivo se presenta con cambios permanentes entre las clases en modo presencial y el virtual. Sumado a esto, niños, niñas y adolescentes están expuestos a información fragmentada desde los medios y la sociedad en general.

Por eso, me pareció importante conversar con la psicóloga María Sol Gonçalves da Cruz sobre cómo las familias pueden acompañar (y enmarcarles estos cambios) de la mejor manera a niños, niñas y adolescentes.

María Sol Gonçalves da Cruz es coordinadora de la Fundación Espacio Psicopedagógico de Buenos Aires (E.Psi.B.A.) desde donde brinda psicodiagnóstico y tratamiento psicológico a niños, niñas, adolescentes y familias.

—¿Cuán importante es la previsión en niñas, niños y adolescentes?
—Es fundamental. Por eso, más allá de la situación general que estamos viviendo por la pandemia, que es de gran incertidumbre, es importante que dentro de lo posible los niños, niñas y adolescentes tengan organizado el día. Esto los ayudará a organizarse también internamente, emocionalmente. Para lograrlo es importante ayudarlos a establecer prioridades, ritmos y tiempos de cada día. Anticiparles, día a día, qué van a hacer, quién los va a cuidar, etc. Antes, era la escuela la que organizaba gran parte no solo del día de chicos y chicas, sino el de toda la familia. Hoy, la organización es día a día. Y es importante cuidarla para ese niño, niña o adolescente que perdió toda o gran parte de la referencia que les organizaba su vida cotidiana. También es importante que los ayudemos a entender toda esa información fragmentada, a veces desconcertante y descontextualizada, que reciben. Se enfrentan a información que habla de enfermedad y muerte, y no están preparados para elaborar eso.

—¿Cómo podemos cuidar y acompañar desde las familias?
—Primero, creando un espacio de diálogo que los ayude a contextualizar, entender y procesar todo esto que está ocurriendo. Es decir, enmarcar toda esa información fragmentada que reciben haciendo foco en la necesidad de un cuidado mutuo, y bajando eso a cuestiones concretas sobre lo que podemos y tenemos que hacer para cuidarnos. Es desde ese lugar que recomiendo mirar y transmitir cualquier información. Hubo un mensaje muy fuerte, que decía que niños, niñas y adolescentes eran portadores y que podía matar a sus abuelos. Eso, en clínica y consultorios vimos que tuvo un impacto muy fuerte en los chicos. Por eso, cuando llegan estos mensajes nuestro rol -como adultos- es ayudarlos a contextualizar esa información. Siempre enmarcándola en lo que significa cuidarnos y cuidar a otros.

—¿A qué debemos estar atentos?
—Tener en cuenta: lo más importante a veces no tiene que ver con lo que les decimos, porque a veces no tenemos respuestas, si no con estar disponibles para escucharlos. Para que ellos puedan conectarse con lo que sienten y piensan, con sus temores y preocupaciones. Esa es nuestra principal tarea en este momento, como padres: que los niños y adolescentes puedan poner palabras a lo que piensan y sienten. También observar que todo este malestar puede expresarse de diversas formas: miedos, dificultades para dormir y/o concentrarse, tristeza, nerviosismo, enojo, furia, hay chicos que tienden a aislarse y otros se ponen muy demandantes. Son las formas en las que aparece ese malestar cuando no hay modo de expresarlo de otra manera.

—¿Por ejemplo?
—Con los/as más pequeños/as, para ayudarles a que puedan poner esos temores en palabras pueden usar cuentos o videos como los que aparecen acá. Con los y las adolescentes contemplar que, en general, eligen cuándo hablar con nosotros. Tratar de estar disponibles en esos momentos y partir de lo que a ellos y a ellas les preocupa, sobre lo que piensan y sienten. Porque tal vez nosotros tenemos ideas pero son en verdad otras sus preocupaciones o temores. También es crucial que puedan sostener el lazo afectivo con su grupo de pares. Y acá entra en juego lo digital, que requiere por parte de los adultos una mirada actualizada sobre el uso de las pantallas.

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Esta entrevista fue publicada originalmente en Reaprender, la newsletter sobre educación que edita Stella Bin. Podés suscribirte en este link.

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