Mariano Narodowski: "La desescolarización en casi todo el mundo es un acontecimiento tan brutal que apenas lo estamos entendiendo"- RED/ACCIÓN

Mariano Narodowski: "La desescolarización en casi todo el mundo es un acontecimiento tan brutal que apenas lo estamos entendiendo"

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

Es profesor de la Universidad Di Tella y miembro de Pansophia Project y eduKuber, dos espacios de investigación sobre temas relacionados a la Educación. Y desde ahí pronostica la llegada de una escuela diferente a la que conocemos.

Mariano Narodowski: "La desescolarización en casi todo el mundo es un acontecimiento tan brutal que apenas lo estamos entendiendo"

Mariano Narodowski / Foto: Mariano Narodowski

Hace unos días, Mariano Narodowski escribió esta columna (¿de ciencia ficción?) en elDiarioAr, en la que hablaba de la desescolarización y planteaba cosas como estas:

"La plataforma pansophiana KOMENIO, creada en la República Argentina, uno de los primeros países en disolverse con la crisis económica de 2031 fue de las más solventes desde el punto de vista pedagógico por usar un entorno 3D, gamificado y con avatares".

Tras leer sus reflexiones, quise conversar con Narodowsky, miembro de Pansophia Project y eduKuber, y seguir pensando cómo podría seguir la enseñanza pospandemia.

—¿La columna es de ciencia ficción?
—Soy lector de ciencia ficción, pero solo eso. Lo que propongo en la columna es una forma de realismo especulativo para tratar de desafiar los límites de lo pensable en educación. Es decir, me dejo infectar por ideas y tendencias para entender futuros posibles.

—Aclarado este punto, ¿Qué es lo más innovador que viste en educación durante el 2020?
—Un colega que leyó mi artículo, dijo que era “demasiado distópico”: es raro, es director de una escuela que estuvo cerrada todo el año y funcionando en forma remota y se extraña con mi texto siendo que todos somos pasajeros de esta distopía desescolarizante tan disruptiva que si en 2019 alguien la hubiera seriamente proyectado se lo hubiera acusado de promover ciencia ficción. La desescolarización en casi todo el mundo es un acontecimiento tan brutal que apenas lo estamos entendiendo. Y sus consecuencias son impredecibles: por un  lado, los déficits en el acceso al saber de aquellos para quienes la escuela es irreemplazable. Por otro, la aceleración de los procesos de cambio tecnológico que harán que, en los sectores sociales más acomodados y los países más desarrollados, nada vuelva a ser lo que era.

—En ese contexto, ¿qué lugar te imaginas podría tener la escuela (como espacio físico) en el proceso de aprendizaje?
—La escuela es una tecnología fenomenal de transmisión de saberes que surgió hace muy poquito tiempo, en el siglo XVII; y que nos prometió un ideal igualitarista: que todo el saber iba a ser para todos. Este proyecto moderno no ha concluido aunque está claro que a pesar de los enormes avances la promesa parece incumplible. Frederik deBoer acaba de mostrar en un nuevo libro que aún en un país desarrollado como Estados Unidos, las escuelas no logran superar las limitaciones de la lotería genética o de cuna. Para colmo, las tecnologías digitales y la inteligencia artificial aumentan la brecha entre quienes apenas tienen acceso a una escolaridad básica y quienes tienen capacidad de combinarla con nuevas tecnologías. La desescolarización producto de la pandemia profundizó esas diferencias pre-existentes de un modo estructural.

—¿Cómo crees que impactarían estos cambios en las familias?
—Las escuelas vienen perdiendo capacidad de establecer una alianza armónica con las familias: los conflictos, la violencia, la deslegitimación de los docentes, etc. son síntomas de su imposibilidad de conducir la relación a la manera tradicional. Frente a eso, se va imponiendo un modelo mercantilizado, no porque haya dinero sino porque el criterio dominante es la satisfacción de las familias, entendidas como clientes. Y esto como forma de evitar conflictos. Parados en esta deslegitimación, algunos creen que con modelos educativos híbridos presencial-virtual no solo no se pierde nada sino que incluso se gana en eficiencia. Hoy, esa posición es minoritaria y con poco sustento porque las tecnologías educativas actuales son insuficientes y primitivas. Pero en el futuro, con un nuevo tipo de tecnología educativa como el que estamos produciendo en eduKuber, será posible potenciar lo inimaginable en el proceso educativo.

***

Esta entrevista fue publicada originalmente en Reaprender, la newsletter sobre educación que edita Stella Bin. Podés suscribirte en este link.