Preguntas y respuestas sobre las vacunas del COVID-19 en Argentina - RED/ACCIÓN

Preguntas y respuestas sobre las vacunas del COVID-19 en Argentina

COVID-19 EN ARGENTINA

Las respuestas a tus preguntas sobre las vacunas

El mundo científico desarrolló en tiempo récord una serie de vacunas para frenar el avance del nuevo coronavirus. Los países arrancan la campaña de vacunación más grande de la historia. Y la sociedad se hace muchísimas preguntas. Con la ayuda de la comunidad de RED/ACCIÓN, armamos una guía con todo lo que tenés que saber.

Última actualización: 7 de octubre de 2021

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En Argentina:
    • Argentinos vacunados en el exterior: cómo pedir el certificado oficial online, paso a paso. Cronista.
    • Acuerdan avanzar con la vacunación a niños de 3 a 11 años: comenzará el 12 de octubre. elDiarioAR.
    • La mitad de la población de Argentina ya tiene las dos dosis de la vacuna contra el COVID-19. Infobae.
  En el mundo:
    • Vacuna contra el Covid: para terminar la inmunidad global, necesitamos 11 mil millones de dosis. Clarín.
    • Coronavirus: la OPS acordó con Sinovac la compra de 8,5 millones de vacunas para América Latina. Infobae.
    • Covax: la vacunación mundial contra la covid-19 a dos velocidades. hazrevista.
Las vacunas aprobadas en el país son la vacuna rusa Sputnik V, la de Oxford/AstraZeneca, la de Pfizer/BioNTech, la Covishield producida por el Serum Institute de la India, la china Sinopharm, y la vacuna Convidecia producida por el laboratorio CanSino. También puede aplicarse la vacuna Moderna en adolescentes de 12 a 17 años por haber sido autorizada por la Agencia Europea de Medicamentos.

Las vacunas que se están aplicando son la Sputnik V, la Oxford/AstraZeneca, la Sinopharm, la Covishield y la Moderna.

En total hay acuerdos confirmados para acceder a alrededor de 51 millones de dosis o 25 millones de inmunizaciones durante 2021: 22.431.000 dosis de Oxford/AstraZéneca; 20.000.000 de dosis de Spunik V y 9.000.000 de dosis de Covax. También el Ministerio de Salud confirmó que se firmó un acuerdo con el laboratorio chino CanSino Biologics, el estadounidense Moderna y Pfizer/BioNTech.

Fuentes: Ministerio de Salud de la Nación, ANMAT, Sputnik Vaccine, FDA (en inglés), France24, BBC, El Cronista y Organización Mundial de la Salud.
Se pueden diferenciar por los requerimientos logísticos para su distribución y aplicación, el tipo de tecnología que utilizan, el costo, los países de origen, si son un desarrollo privado, mixto o estatal, y la amplitud de los ensayos de fase 3, entre otras dimensiones.

Para conocer más, podés leer esta nota.

La vacuna inglesa de Oxford y AztraZeneca utiliza un vector viral, tiene una efectividad del 95% y se puede almacenar en refrigeradores estándar. La vacuna estadounidense de Moderna utiliza ARN, tiene una efectividad del 82,4% y puede conservarse a una temperatura de -20°C. La vacuna estadounidense y alemana de Pfizer-BioNTech también utiliza ARN, tiene una efectividad del 95 por ciento y requiere almacenarse a -70°C, lo que supone un desafío logístico sobre todo para países poco desarrollados. La vacuna rusa Sputnik V utiliza vectores virales, tiene una efectividad del 92% y se puede almacenar en refrigeradores estándar. La Sinopharm con 79% de eficacia y una temperatura de almacenamiento requerida de entre 2 y 8 °C. La Covishield con 82,4% de eficacia y una temperatura de almacenamiento requerida de entre 2 y 8 °C

Fuente: UNSAM

Pregunta enviada por Agustina López Pérez y Nahuel.
Los estudios que se han realizado hasta el momento demuestran que, aunque menor efectividad que frente al virus original, todas las vacunas disponibles protegen frente a la variante Delta:
  • La vacuna Sputnik V tiene una efectividad de alrededor del 90% frente a la variante Delta, comparado al 92% frente al virus original.
  • La vacuna Pfizer tiene una efectividad del 88% frente a la delta, comparado al 95% que alcanza frente al virus original.
  • La AstraZeneca alcanza un 67% de efectividad frente a la Delta, contra el 92% que tiene frente al virus original-
  • Aunque no se analizó el nivel de efectividad, los estudios demuestran que la efectividad que alcanza la vacuna Sinopharm frente a la variante Delta es similar a la del virus original, con una reducción del 1,38 veces en la cantidad de anticuerpos. La eficacia de esta vacuna frente al virus original es del 79%.
  • La vacuna de Moderna alcanza una efectividad del 72% solo con la primera dosis. Hasta el momento no hay estudios que detallen la efectividad que alcanza con las dos dosis completadas. Según Moderna, la efectividad final es similar a la que tiene frente al virus original.
  • La vacuna de Johnson & Johnson es la que menos estudios tiene realizados en cuanto a su eficacia frente a la variante Delta. Aunque el laboratorio afirma que es eficaz frente a esta nueva variante, estudios recientes demuestran que los niveles de anticuerpos que genera son bajos y quienes recibieron esta vacuna podrían llegar a necesitar de una tercer dosis (que podría ser de Pfizer o Moderna) para tener una protección adecuada frente a la variante Delta.
En general, todas las vacunas -no solo las de la COVID-19- suelen producir dolor en el lugar del pinchazo entre 24 y 48 horas después de la inyección. Hay otros efectos secundarios, pero por lo general no son graves. Los síntomas más comunes son dolor de cabeza, fatiga, fiebre, escalofríos, vómitos, diarrea y dolor muscular.

Fuentes: FDA, Hipertextual, AS
La vacuna de Oxford y AstraZeneca ya está siendo producida parcialmente en Argentina: el laboratorio mAbxience, del Grupo Insud, está a cargo de fabricar el principio activo para un mínimo de 150 millones de dosis en sus instalaciones de Garín, Provincia de Buenos Aires. Esa fórmula luego es enviada a México, donde se la fracciona y envasa. Los lotes serán distribuidos en gran parte de América Latina, incluida la Argentina donde ya se está aplicando.

Por otro lado, el laboratorio Richmond llegó a un acuerdo con el Fondo Ruso de Inversión Directa para fabricar la Sputnik V en el país. El Instituto Gamaleya envía el principio activo de las dosis 1 y 2, que es envasado en Argentina y luego aprobado por Rusia. También empezarán la construcción de una fábrica que tardará un año.

Además, el CONICET está desarrollando dos tecnologías de vacunas, una con la Universidad Nacional de San Martín y otra con la Universidad Nacional del Litoral. Ambas todavía están en etapa de investigación.

Fuentes: Ministerio de Salud de la Nación, Hugo Sigman (fundador del Grupo Insud), TELAM y Página 12
El inicio de la vacunación será en los grandes aglomerados urbanos y en el personal de salud y continuará con los siguientes grupos de acuerdo al orden de prioridad definido en el Plan Estratégico para la vacunación contra la COVID-19 en Argentina, publicado el 23 de diciembre.

El orden, entonces, es el siguiente:
  1. Grandes aglomerados urbanos y personal de salud (763.000 trabajadores).
  2. Adultos de 60 años y más y personas mayores residentes en geriátricos (7.124.382 adultos mayores).
  3. Adultos de 60 a 69 años.
  4. Fuerzas Armadas (77.861 militares) y de seguridad (312.202 efectivos).
  5. Adultos de 18 a 59 años de grupos de riesgo con enfermedades de base (7.107.657 personas).
  6. Personal docente y no docente (1.057.136).


Sin embargo, en todas las provincias ya se están inoculando mayores de 18 años sin comorbilidades. 

Fuente: Ministerio de Salud de la Nación
Por lo general, el organismo demora dos semanas en empezar a producir los anticuerpos luego de la vacunación. El esquema completo se logra al aplicar las dos dosis (de las vacunas que así lo requieran).

Es posible que una persona se infecte con el virus que causa el COVID-19 justo antes o justo después de vacunarse, y que se enferme porque la vacuna no tuvo suficiente tiempo para generar protección.

Fuente: Centros para el Control de Enfermedades
Las vacunas que superan todas las fases de desarrollo pueden tener diferentes efectos adversos, pero ninguno de gravedad. En todos los casos son menores en relación al beneficio que supone aplicarla.

Respecto a eventos adversos de aparición tardía, es decir, aquellos que podrían aparecer un tiempo después de que la vacuna comenzó a aplicarse en forma masiva, son raros. Y si aparecen, suelen afectar a un número realmente muy bajo de la población vacunada.

Fuente: Ministerio de Salud de la Nación y Clarín
Las vacunas utilizan diferentes tecnologías y la inmunidad que otorgan puede variar, por ejemplo entre uno y cinco años. Por el momento es una incógnita. Lo importante es alcanzar la inmunidad mientras se hace un seguimiento de las personas vacunadas durante varios meses para saber cuánto dura la protección, tanto haciendo pruebas de sangre para ver si están presentes los anticuerpos, como verificando si las protegen contra la enfermedad. Es relevante considerar que si el virus muta, la inmunidad provista por la vacuna puede no ser efectiva.

Fuente: Karina Pasquevich, doctora en Inmunología de la UBA e investigadora del CONICET en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la UNSAM.

Pregunta enviada por Oliverio Leguizamón, Maca Barreiro y Nahuel.
Los expertos desconocen qué porcentaje de personas debería vacunarse para lograr inmunidad masiva o "de rebaño" contra el COVID-19, aunque arriesgan que debe rondar el 70%. La inmunidad masiva o "de rebaño" es un término que se usa para describir el momento en que una cantidad suficiente de personas están protegidas, ya sea por una infección previa o a través de la vacunación, por lo que es poco probable que un virus o una bacteria pueda propagarse y causar una enfermedad. Como resultado, todos los integrantes de la comunidad están protegidos incluso si algunas personas no tienen ningún tipo de protección. El porcentaje de personas que necesita tener protección para poder lograr la inmunidad masiva o "de rebaño" varía según la enfermedad.

El fin de la pandemia llegará más rápidamente si las vacunas, además de evitar cuadros graves de la enfermedad, evitan la propagación, lo cual es todavía una incógnita. Además, puede suceder que en algunas regiones como Europa o América del Norte vacunen a toda su población y las hospitalizaciones por COVID19 tiendan a cero, mientras que en otras regiones las vacunas tarden en llegar y aumenten las muertes. En este escenario hipotético, ya no estaríamos hablando de una pandemia porque no es una situación que se extiende en todo el mundo.

Fuente: Organización Mundial de la Salud y Centros para el control y la prevención de enfermedades (CDC)
A fines de noviembre se creó un Comité de Vacunación para que diseñe la logística de la distribución de la vacuna. Lo integran jefatura de Gabinete y los ministerios de Salud, Interior, Seguridad y Defensa. Las provincias participan activamente de los operativos y las Fuerzas Armadas pusieron a disposición sus recursos.

Fuente: Ministerio de Defensa de la Nación, Ministerio de Salud de la Nación, Clarín
Sí, podemos confiar. La tendencia es a que la tecnología avance cada vez más rápido, pero además, las características pandémicas del coronavirus permitieron salvar dos barreras que suelen enlentecer los desarrollos de vacunas: la falta de financiamiento y la falta de un contexto de alta circulación del virus en las poblaciones en las que se quiere ensayar la vacuna en desarrollo

En este mismo sentido, no se salteó ninguna etapa, sino que en contexto de pandemia, el paradigma de investigación se modificó para que las etapas o fases pudieran realizarse de manera superpuestas y en menos tiempo, cumpliendo con todas los pasos para evaluar la seguridad y la eficacia de la vacuna en desarrollo.

Fuente: Ministerio de Salud de la Nación y BBC

Pregunta enviada por Virginia (@vir.les)
Las vacunas que reciben la aprobación de emergencia de organismos reguladores ya fueron probadas en miles de personas y demostraron ser lo suficientemente seguras y eficaces para ser aplicadas en poblaciones más grandes. Sin embargo, no están aprobadas definitivamente y puede que sean retiradas del mercado. La respuesta a si conviene estar entre las primeras personas en vacunarse debe considerar los riesgos de no vacunarse e infectarse con el virus SARS-Cov-2, especialmente los grupos de riesgo. Además, las vacunas llegarán a la Argentina con una demora respecto de los países productores, por lo cual la población argentina no será la primera en recibirla.

Fuente: Karina Pasquevich, doctora en Inmunología de la UBA e investigadora del CONICET en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la UNSAM.
Las vacunas están reguladas por organismos nacionales. La FDA de Estados Unidos y la EMA de la Unión Europea son los más conocidos. En Argentina está la ANMAT. La autorización de uso de emergencia implica que es legal comenzar a aplicar la vacuna, con seguimiento de los pacientes, recopilación y análisis de los datos sobre su seguridad y eficacia. Es un paso previo a la habilitación definitiva, que no está garantizada.

Fuente: FDA
No hay evidencia de que haber tenido COVID-19 genere inmunidad y existen casos documentados de reinfección, por lo cual se recomienda aplicar la vacuna también a pacientes recuperados.

Fuente: Ministerio de Salud de la Nación e Infobae

Pregunta enviada por Marian Molina.
Sí. El barbijo habrá que seguir usándolo durante meses y quizás años, aún después de haber recibido la vacuna y que haya dado efecto. Esto es así porque no está comprobado que las vacunas corten la circulación del virus, sino que dan certeza sobre su capacidad para evitar cuadros graves de la enfermedad. 

El barbijo es uno de los dispositivos más efectivos para evitar los contagios, junto con la ventilación de los ambientes, el lavado de manos y el distanciamiento social. Todas esas precauciones continuarán siendo obligatorias, para toda la población argentina.

Fuente: Ministerio de Salud de la Nación y CDC
Cada dosis despierta la respuesta inmunológica del organismo, por lo cual al aplicar más de una dosis la protección es mayor. Al ser vacunas no replicativas (más seguras), se suele requerir una segunda inmunización para que den una respuesta robusta, de mayor afinidad y duración. Además, los ensayos de eficacia se hicieron con dos dosis.

Fuente: Karina Pasquevich, doctora en Inmunología de la UBA e investigadora del CONICET en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la UNSAM.
Se dieron a conocer los resultados del estudio de combinación de vacunas contra la Covid-19 y se comprobó que es eficaz y seguro completar el esquema de la vacuna Sputnik V intercambiando la segunda dosis con otras vacunas disponibles en el país.
Por el momento, el Gobierno nacional anunció que será de aplicación voluntaria y gratuita. Se está muy lejos de pensar en un calendario anual de vacunación.

Fuente: Ministerio de Salud de la Nación

Pregunta enviada por Gise Barrueto.
Las vacunas se podrá aplicar en menores de 17 luego de que se comprueben su seguridad y eficacia en esas poblaciones. Pfizer es la única vacuna aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) para aplicarse en niños, niñas y adolescentes de 12-17 años. A su vez, Moderna finalizó sus estudios en el mismo grupo poblacional con una eficacia del 96%.

Argentina recibió como donación vacunas Moderna que serán usadas para menores de edad con comorbilidades, pero espera la aprobación de la ANMAT y el Ministerio de Salud.

Fuente: FDA.
Sí, las personas embarazadas y/o en período de lactancia pueden vacunarse. Tienen que ser evaludados los riesgos y beneficios por parte del profesional tratante. A la fecha, no existe contraindicación para las vacunas que se están aplicando en la Argentina.

Fuente: Ministerio de Salud

Pregunta enviada por Sabrina
Podés aplicarte la vacuna rusa Sputnik V si tenés más de 18 años, aunque hayas tenido alergias previas. En el caso de la vacuna de Pfizer/BioNTech, es más complejo. La MHRA (Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios) de Reino Unido recomendó a las personas con historial grave de alergias que no se apliquen esta vacuna. La FDA de Estados Unidos indicó que las personas con antecedentes alérgicos deben informar a su proveedor sobre esta condición. De todas formas, explicó que no deben recibirla sólo en caso de haber manifestado una alergia severa a algún ingrediente de la vacuna o tras recibir una dosis de la misma (son dos).

Fuentes: FDA, Gobierno del Reino Unido (en inglés) y Spuntik Vaccine
Para poder comprarla tiene que haber stock en el país y estar a la venta. La Spuntik V, por ejemplo, está en el país pero es gratuita y no se puede comprar. En cambio, el acceso a la de Pfizer requiere una receta médica, pero por el momento no hay stock en el país. Si alguna empresa privada accediera a un stock suficiente y lo pusiera a la venta, bastaría con tener una receta y el dinero necesario para poder comprarla y aplicarla.

Fuente: Disposición 9210/20 de ANMAT

Pregunta enviada por Agustina López Pérez y Francisco.
El gobierno nacional, la OMS, las sociedades científicas, las universidades y muchos otras instituciones públicas y privadas harán campañas de concientización. Desde RED/ACCIÓN, armamos cuatro consejos para conversar con personas que no están a favor de las vacunas. Compartir esos contenidos y desmentir las desinformaciones es una buena estrategia.

Además, las ciencias sociales han generado evidencia de que el comportamiento de algunos grupos y personas afectan al comportamiento de sus pares. Por lo cual no hay nada mejor que predicar con el ejemplo: vacunante en cuanto te sea posible y contalo a esas personas a las que cuales querés transmitir la importancia de que nos vacunemos.

Fuente: OMS, Daniel Feierstein, doctor en Ciencias Sociales e investigador del CONICET

Pregunta enviada por Valen.
Todas las vacunas para prevenir el COVID-19 aprobadas de emergencia hasta el momento utilizan dos dosis espaciadas entre 3-4 semanas para alcanzar una eficacia de alrededor del 90%. La vacuna Spuntik V tiene la particularidad de cada una de sus dosis utiliza un componente diferente, lo que complejiza su protocolo de aplicación.

Hasta el momento no hay datos públicos sobre la eficacia del primer componente sin el segundo. En cambio, estudios realizados hasta 12 días luego de la primera dosis de Pfizer/BioNTech indican que su eficacia sigue siendo superior al 85%. En el caso de la vacuna de Oxford/AstraZeneca se vio que una sola dosis reduce el riesgo de hospitalización en enfermos de COVID-19.

Dado el gran aumento de casos de COVID-19 y la urgencia por vacunar a la mayor cantidad de gente posible en un rango acotado de tiempo, en algunos países como el Reino Unido se decidió retrasar la administración de la segunda dosis para que más personas reciban al menos una inyección y estén protegidas antes contra el virus.

Es relevante considerar que retrasar la aplicación de la segunda dosis en cualquiera de estas vacunas podría impactar en la duración de la inmunidad. Lo que hace la segunda dosis es potenciar la respuesta generada por la primera. Se sabe por las inmunizaciones contra otras enfermedades infecciosas que las primeras dosis tienden a producir una memoria inmunológica que se mantiene bien en individuos sanos, por lo que la segunda dosis sigue siendo efectiva incluso si se administra tarde. Sin embargo, para confirmarlo en el caso de estas vacunas para prevenir el COVID-19 son necesarios ensayos que muestren que un régimen de dos dosis con retraso sigue teniendo una eficacia aceptable.

Fuente: Lorena Coria, doctora en Biología e investigadora del CONICET en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la UNSAM.
La respuesta a esta pregunta tiene tres enfoques: uno ético, otro científico y otro sanitario. Desde el punto de vista científico no deben vacunarse, para que el análisis de la seguridad y de la eficacia de las vacunas puedan abarcar el largo plazo con un grupo de control de referencia. Desde el punto de vista ético, como escasean dosis a escala global, hay argumentos en contra de priorizar a personas por fuera de los grupos prioritarios definidos por Comites de ética. Finalmente, desde el punto de vista sanitario, quienes recibieron placebo deben recibir alguna vacuna aprobada de emergencia para estar protegidos contra la infección con SARS-CoV-2.

Fuente: JAMA Network e Infobae
Sí, en principio son totalmente compatibles a no ser que el fabricante de la vacuna indique algo en contrario. Muchas veces no se recomienda vacunar a individuos que toman medicación que causa inmunosupresión pero esas personas en general tienen seguimiento clínico, por lo cual podrán consultar directamente con su médico de cabecera.

Finalmente hay una nueva corriente en la medicina que recomienda evitar la ingesta de ibuprofeno o paracetamol para bajar la fiebre, en caso de que se produzca como un efecto secundario leve tras la aplicación. Quienes adhieren a esta corriente consideran que se trata de una respuesta normal del organismo, aunque eso no significa que no sean compatibles, ni que haya evidencia de que la ingesta de estos medicamentos inhiba la acción de la vacuna.

Fuente: Lorena Coria, doctora en Biología e investigadora del CONICET en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la UNSAM.

Pregunta enviada por Regina Solari.
No todas las provincias tienen abierto un registro para anotarse para recibir la vacuna. Las que sí lo tienen son: Para conocer la situación en tu provincia, podés entrar acá.

Fuente: Ministerio de Salud de la Nación.

Pregunta enviada por Marisa
El Ministerio de Salud creó un Monitor Público de Vacunación que actualizan todos los días. Se puede consultar la cantidad de vacunas distribuidas y aplicadas por provincia y grupo poblacional.

Además, a nivel mundial Fundación Avina armó este especial con información actualizada de Our World in Data y la Universidad Johns Hopkins.

Fuente: Ministerio de Salud de la Nación y Fundación Avina.
La Unión Europea permite el ingreso a los pasajeros que hayan sido vacunados con alguna de las dosis aprobadas por la Agencia Europea de Medicamentos. Estas vacunas son las de Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Johnson & Johnson. Además, recomienda que se acepten también las vacunas aprobadas por la Organización Mundial de la Salud, pero todos los países las aceptan. Se le sumarían, entonces, las vacunas Sinopharm y Sinovac.

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Equipo: Alejandro Zamponi (contenido), Luli Coraggio (producción), Belén Quellet (participación), Inés Casserly (distribución), Denise Belluzo (diseño), Dina Pérez (desarrollo), Javier Drovetto (edición general) y Maxi De Rito (producto)

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