Principios para un futuro sostenible de América Latina en tiempos de pandemia y crisis planetaria- RED/ACCIÓN

Principios para un futuro sostenible de América Latina en tiempos de pandemia y crisis planetaria

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

Es la apuesta de un grupo de alrededor de 100 personalidades latinoamericanas entre los que se encuentran los ex presidentes de Chile Ricardo Lagos y de México, Felipe Calderón, y que incluye a ex ministros de ambiente, miembros de la academia, del sector privado y de la sociedad civil.

"Estamos ante una emergencia planetaria que trasciende fronteras nacionales y expone nuestra vulnerabilidad e interdependencia como parte de una misma comunidad global. Por ello, la respuesta exige tanto a nivel internacional como nacional una profunda revisión del contrato social con base en la cooperación, el fortalecimiento de los principios democráticos y el respeto a los límites de la naturaleza."


Es parte de una Carta Abierta de más de 100 personalidades y líderes de opinión de América Latina -entre los que hay varios argentinos- dirigida al mundo que propone un futuro sostenible para la región. Es una declaración de principios en medio de la pandemia y la crisis planetaria.


La declaración fue difundida hoy y pone énfasis en "el carácter sistémico e interdependiente de las políticas públicas y privadas y promueve un conjunto de recomendaciones para el renacimiento sostenible de la región".


Entre las personalidades que firmaron la declaración figuran referentes latinoamericanos como los ex presidentes de Chile Ricardo Lagos y de México, Felipe Calderón, ex ministros de ambiente y miembros de la academia, del sector privado y de la sociedad civil.


Proponen avanzar en una economía del bienestar no sólo del crecimiento. En el centro de las propuestas está el conocimiento científico, la solidaridad y una nueva forma de hacer empresa. Ponen énfasis en la necesidad de tener un Estado moderno e inclusivo.


Afirman que las causas de la COVID-19 están vinculadas al actual funcionamiento sistémico del planeta y deja al desnudo sus límites.


Los signatarios del documento advierten sobre las consecuencias para América Latina, una región frágil con alta vulnerabilidad y "poca capacidad de enfrentar y gestionar crisis sistémicas".


La declaración busca movilizar a líderes de todos los sectores del continente y promover acciones concretas a través de un proceso de reflexión sobre una nueva manera de mirar la región y generar una visión colectiva y sostenible para ella.


Como parte de las acciones complementarias a esta declaración, sus promotores han anunciado que se fomentará el diálogo a través de eventos virtuales de alcance regional.


Además, los referentes acordaron unas "bases para un renacimiento sostenible desde América Latina":


1. El conocimiento científico debe sustentar las decisiones. La ciencia, como base de conocimiento para la gestión de riesgos y amenazas globales, debe orientar la cooperación y las decisiones políticas, económicas y ambientales. La inversión en investigación y desarrollo, tanto en la prevención de estos riesgos planetarios, así como en las soluciones posibles debe estar en el centro de las prioridades económicas de entidades públicas y del sector privado.


2. La solidaridad debe guiar la respuesta ante las crisis globales. Para un renacimiento sostenible, debemos reconocer nuestra interdependencia entre seres humanos y con la naturaleza y promover la salud del sistema Tierra, basados en la solidaridad, la cooperación y la complementariedad entre nosotros.


3. Avanzar hacia una economía del bienestar no sólo del crecimiento. Para un renacimiento sostenible, las decisiones sobre “los planes de estímulo económico” en las estrategias de salida de la crisis económica generada por esta pandemia son definitorias. Es necesario asegurar que fortalezcan nuestra capacidad de resiliencia, restauren los sistemas naturales y aceleren la transición hacia una economía del bienestar dentro de los límites planetarios.


4. Renovar los compromisos climáticos y de biodiversidad en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Debemos reforzar el ciclo de ambición del Acuerdo de París, la reformulación de las metas de Aichi a través del Marco Global para la Biodiversidad Post-2020 del Convenio sobre la Diversidad Biológica y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible como un compromiso central hacia 2030. La postergación temporal de ambas Conferencias de las Partes no altera la responsabilidad climática ni la requerida para enfrentar la pérdida de naturaleza, especies y ecosistemas. Es prioritario vincular los planes económicos de recuperación con las Estrategias de Largo Plazo de “Emisiones netas Cero”, acelerando la transición energética, las soluciones basadas en la naturaleza y el desarrollo de una sociedad resiliente y dentro de los límites del planeta.


5. Poner el desarrollo de la tecnología al servicio de las soluciones y encuadrada en los principios democráticos, el respeto a los derechos humanos y el derecho a la privacidad de la información.


6. Revisión del rol del Estado y de la gobernanza a todo nivel asegurando el fortalecimiento de las instituciones democráticas y republicanas.


7. Desarrollar nuevos modelos de negocios que integren objetivos económicos, ambientales y sociales. En el renacimiento de una nueva economía que aspire a ser sostenible, el papel del sector empresarial es crucial. La existencia de miles de empresas que se han propuesto redefinir el sentido del éxito de sus negocios, integrando a su actividad económica objetivos ambientales y sociales, es una señal de que es posible encaminarnos hacia una economía circular donde nada sobre. Es hora de invertir decididamente en el ingenio humano y en las tecnologías de la regeneración, donde la empresa aporte capital financiero y humano, consciente de su enorme capacidad y responsabilidad de generar al mismo tiempo rentas sociales, ambientales y bienestar económico.


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