Qué hizo Panamá para evitar la desinformación en redes sociales durante la elección presidencial- RED/ACCIÓN

Qué hizo Panamá para evitar la desinformación en redes sociales durante la elección presidencial

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

Acordaron que Twitter, Facebook e Instagram, por ejemplo, tuvieran un responsable para atender reclamos por información falsa o propaganda electoral ilegal. Ante una denuncia, lograron sancionar o cerrar cuentas en 10 minutos. El equipo panameño que trabajó el programa, liderado por el juez Alfredo Juncá, visitó la Argentina para ayudar a desarrollar protocolos similares para las próximas elecciones.

Qué hizo Panamá para evitar la desinformación en redes sociales durante la elección presidencial

Foto: Stella Bin

Qué pasó. El magistrado del Tribunal Electoral de Panamá, Alfredo Juncá, y su equipo visitaron el país y presentaron ante la Cámara Nacional Electoral de Argentina la experiencia que ellos tuvieron en las últimas elecciones nacionales, el pasado 5 de mayo.

La visita del funcionario se dio semanas después de que la Justicia Electoral argentina convocara a partidos políticos, medios y empresas tecnológicas a firmar un Compromiso Ético Digital para combatir la desinformación. Y tras las visitas del especialista electoral francés Jean-Phillipe Derosier, que describió la experiencia francesa con su flamante ley contra la desinformación, y de Córdova Vianello, titular del Instituto Federal Electoral (INE) de México que sostuvo que "la transparencia electoral en la región aún está en construcción".

Por qué es relevante esta visita. Primero, porque Panamá trabajó mucho con las redes sociales durante este proceso. Y según datos de 2018 recabado en el Digital News Report de Reuters Institute sobre Argentina, casi nueve de cada diez usuarios obtienen su información en Internet cada semana, mucho más que cualquier otra fuente, incluyendo televisión (76%) y medios impresos (42%). Las redes sociales son una fuente popular de noticias, utilizadas por el 72%, incluyendo el 60% que obtiene información en Facebook, el 37% en Whatsapp y el 27% en YouTube.

Segundo, porque desde la Cámara Nacional Electoral expresan que tras la firma del Compromiso Ético Digital, ahora trabajan “en profundizar los acuerdos con las redes sociales y plataformas digitales para mejorar la difusión de información certera en las mismas”.

En ese sentido, entrevistado por RED/ACCIÓN, Juncá expresó que los pactos logrados en Panamá les permitieron “la realización de una elección exitosa en lo que a medios digitales se refiere. En ese sentido, en Latinoamérica lo que ocurre en las redes sociales ha cambiado la forma en que los organismos electorales llevan adelante los procesos electorales. Panamá no fue la excepción y Argentina tampoco lo está siendo”.

-¿Cómo trabajaron contra la desinformación durante las últimas elecciones en Panamá?

-Hicimos alianzas estratégicas con los operadores de redes sociales, con los comunicadores sociales y trabajamos en la docencia electoral en medios digitales. Somos el primer país en Latinoamérica en establecer un Pacto Ético Digital, que invitó a los usuarios de redes a comprometerse a no utilizar campañas sucias como elementos de falso debate; no utilizar bots automatizados para manipular al electorado; y denunciar las noticias falsas para evitar el daño que generan. Es decir, ante una duda, antes de dar un like, de dar un retuit, de mandarlo a los contactos de su listado de WhatsApp, siempre buscar la fuente de información correcta y si no pasa el filtro simplemente no compartirlo.

-¿En qué consisten las alianzas?

-El organismo electoral no puede trabajar de manera aislada. Nosotros conversamos y acordamos pautas con las empresas dueñas de redes sociales, con las organizaciones y gremios de comunicadores sociales, con los dueños de medios de comunicación, con las asociaciones de medios digitales que están plenamente constituidas. Desde nuestra experiencia, el primer paso a lograr es que estas organizaciones se comprometan con pautas éticas digitales, que hagan un alto en la forma en la que se están haciendo las cosas para incluir esa ética, esas buenas prácticas, esa formas correctas de hacer las cosas y empezar a cambiar un poquito la manera en las que se usan las redes sociales. El buen uso de las redes y de otras herramientas del mundo digital es lo que va a hacer que la comunicación fluya de manera adecuada y que seamos menos susceptibles de la desinformación, que es el real enemigo.

-¿Qué acordaron concretamente con las redes sociales y medios digitales?

-El primero y más importante de todos los acuerdos con Twitter, Facebook e Instagram fue la constitución de canales y de personas responsables, referentes, en cada empresa con las que tener una comunicación rápida y efectiva a la hora de denunciar conductas que pudieran estar interfiriendo con el debido proceso electoral. Lo segundo, ya usando este canal de comunicación con cada empresa, fue acordar términos específicos para las conductas que se estaban llevando a cabo. Por ejemplo, qué constituye una encuesta electoral en redes sociales, los elementos que debe contener, qué constituye un call center, cuáles son conductas violatorias de la ley electoral en nuestro país. Hay que entender que las redes sociales son organizaciones altamente protectoras de los derechos humanos, especialmente de la libertad de expresión. Entonces, es necesario que el organismo electoral llegue a consensos en cuanto a la interpretación de la norma locales.

-¿Qué ejemplo de consenso puede contarnos?

-Un acuerdo puntual logrado con ellas fue la definición de lo que constituye propaganda electoral. En virtud de garantizar esa libertad de expresión, todo aquel contenido digital a favor o en contra de un candidato o partido que se difundió a través de las redes sociales propias de una persona fueron considerados ejercicios de la libertad de expresión y no propaganda electoral. Siempre y cuando esa distribución de contenidos fuera orgánica y sin el elemento comercial. Es decir, en el momento en que la persona pauta de forma paga ese contenido deja de haber una intención propia para ser reemplazada por una intención comercial cuyo único objeto es realizar campaña electoral. De esta manera, una buena relación entre el organismo electoral y los administradores de las redes sociales es lo que fomenta que se puedan proteger tanto derechos de candidatos como de partidos políticos, como de ciudadanos que actúan dentro de un proceso electoral.

-¿Cuáles fueron los principales problemas de desinformación que detectaron en Panamá?

-La utilización de call centers ubicados en el extranjero para afectar la candidatura de un partido en especial. Nosotros llamamos call center a un cúmulo de cuentas en redes sociales que trabaja de manera conjunta para impulsar un fin específico electoral, la utilización de la campaña sucia. Es decir, que ataca de forma sistemática a candidatos y partidos políticos utilizando discursos de odio, utilizando el bullying político, utilizando contenidos falsos.

-¿Los ciudadanos los advertían de algunas prácticas desleales?

-La más usual de las violaciones denunciadas por lo propio ciudadanos fue la de propaganda electoral por parte de terceros, que no pueden intervenir en el proceso. Es decir, en Panamá no pueden publicitar propaganda electoral terceros que no sean partidos políticos o candidatos.
También la campaña electoral fuera de término, durante la veda electoral, fue otro motivo bastante denunciado por los ciudadanos.

-¿Cómo trabajaron ante estas denuncias?

-En el caso de las cuentas ubicadas en el extranjero, a través del monitoreo digital que hicimos en la unidad de medios digitales del Tribunal Electoral determinamos la procedencia del ataque y las denunciamos a la red social específica. A través del acuerdo que teníamos la compañía procedió a emitir las sanciones en contra de esas cuentas. Algunas fueron sancionadas con suspensiones, otras simplemente fueron eliminados por tratarse de cuentas falsas.

-¿Fueron resoluciones rápidas?

-La primera experiencia que tuvimos fue larga y tortuosa. Nos tomó casi dos meses detectar, denunciar y que se sancionara a las cuentas. Pero logramos acortar esos tiempos a semanas, en materia de call centers. Y en lo que respecta a denuncias específicas -información falsa, propaganda electoral ilegal, utilización de encuestas en un período ilegal- nosotros pasamos de un tiempo de respuesta de uno o dos semanas a un tiempo de respuesta, en algunos casos, de 10 minutos.

-Tras la experiencia que tuvieron en Panamá, ¿cuál es su opinión sobre el trabajo que viene haciendo la Cámara Nacional Electoral?

-Considero que el primer paso que dimos en Panamá fue bastante exitoso y es esa experiencia la que intentamos pasar al resto de Latinoamérica. En Argentina, ya han firmado un compromiso y están en contacto con los actores de las distintas redes sociales, con los verificadores y con los medios de comunicación. Durante las reuniones entre ambos equipos trabajamos en cómo establecer los centros de monitoreos, los protocolos de actuación con respecto al financiamiento de las campañas electorales en medios digitales, cómo actuar en contra de la desinformación. Creo que falta muy poco para que puedan tener los controles necesarios en el caso del financiamiento de las campañas digitales y la construcción de acuerdos con diferentes sectores de los medios de comunicación para apoyar las buenas prácticas, es decir la buena forma de hacer política en medios digitales.

-¿Se puede pensar en un trabajo colaborativo en toda la región?

-Observando los procesos electorales de la región, para mí Argentina ha dado un paso increíble con el Compromiso Ético Digital, pienso que habrá un antes y un después tras la firma de este compromiso. En ese sentido, bregamos para que más países se sumen a este tipo de iniciativa a medida que vayamos avanzando. La idea es poder tener un pacto ético digital que llegue a todos los países de Latinoamérica, en el cual podamos lograr que el ciudadano tenga conciencia de la importancia que tiene el buen uso de las redes sociales.