Quién es el físico argentino que explica el impacto de la pandemia en hilos de Twitter que son tendencia- RED/ACCIÓN

Quién es el físico argentino que explica el impacto de la pandemia en hilos de Twitter que son tendencia

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

Jorge Aliaga es investigador del Conicet y todos los días publica un hilo de unos 20 tuits en el que muestra gráficos con la evolución de casos, testeos, muertos y otros indicadores. "Mucha gente pregunta cuándo llegará el pico, como si fuera un huracán, pero el huracán somos nosotros y lo armamos cada vez que nos juntamos sin distanciamiento", asegura.

Quién es el físico argentino que explica el impacto de la pandemia en hilos de Twitter que son tendencia

Foto: Universidad Nacional de Hurlingham

Jorge Aliaga es físico, docente universitario e investigador del Conicet. Hace un par de años, le dedicó mucho tiempo a analizar datos sobre la inversión en ciencia en la Argentina. Lo posteaba en Twitter y rápidamente sumó 10 mil seguidores. Cuando durante el gobierno anterior se habló de desinversión en ciencia, muchas fuentes me referenciaban a él para saber con precisión las partidas que más habían caído. 

Ahora, en plena pandemia, Aliaga volvió a ser viral en esa red social por hacer un trabajo metódico, serio y periódico: en un hilo de unos 20 tuits visualiza la evolución diaria de los principales indicadores del nuevo coronavirus en la Argentina. En pocas semanas triplicó sus seguidores: lo siguen 32 mil personas y sus posteos son esperados por políticos, periodistas y usuarios de la red.

—¿Con qué objetivo te propusiste esa tarea?
—El trabajo de un físico es esencialmente diseñar experimentos para tratar de observar fenómenos, obtener datos, analizarlos y sacar conclusiones. Lo que hice fue tomar los datos y empezar a ver si reflejaban algún cambio por las medidas de aislamiento que se habían empezado a tomar el 12 de marzo. Primero expuse que los casos crecían exponencialmente, pero después, ya a fines de marzo, los datos empezaron a apartarse de ese comportamiento. Y la gente empezó a seguirme. Algunos me preguntaban por qué no estaba calculando tal cosa o tal otra, y yo lo hacía. Así fue como creció hasta transformarse en un hilo. 

—Para quien no te sigue en Twitter, ¿cómo resumirías tu trabajo?
—Son hilos de 22 a 24 tuits. Son datos, expresados en gráficos, de casos confirmados, tipo, característica poblacional, cantidad de test, porcentaje de positividad, fallecidos, etcétera. Trato de mantener gráficos que sean simples de entender. Algo que pueda seguir la mayor cantidad de gente posible. Y eso lo sostengo de mi parte docente. Y todos están hechos en base a datos que publica el Ministerio de Salud de la Nación.

—¿Te sorprendió el alcance de tu trabajo?
Por supuesto que me sorprendió. Un día, el 22 de abril, no pude hacer el hilo porque tuve un pico de fiebre muy alta y conté en un tuit que no iba a hacer el reporte, más que nada para que la gente no lo estuviera esperando. No me conecté durante todo un día y cuando el 23 a la tarde volví, tenía un montonazo de mensajes preguntándome cómo estaba, qué me pasaba. Ahí tomé conciencia de que había mucha gente que lo miraba, por más que no recibía feedback. Y eso te da mucha responsabilidad. Incluso a veces te cohíbe por el impacto que puede llegar a tener decir ciertas cosas y que puedan ser mal interpretadas. Siento que tengo un rol de comunicador y eso implica una responsabilidad.

—¿Qué aprendiste del comportamiento de la pandemia y la lectura que hace la sociedad?
Para un docente, siempre es interesante tratar de entender lo que los demás no entienden. Y vi mucha confusión respecto a la duda de cuándo llegará el pico, como si fuera algo natural, como un huracán, que va a venir, va a pasar y luego vamos a estar bien. Y no se dan cuenta de que el huracán somos nosotros y que lo armamos cada vez que nos juntamos, que no mantenemos el distanciamiento. No se dan cuenta de que en realidad se demora en función de lo que nosotros hagamos. También circuló la idea de que había que contagiarse porque así íbamos a tener inmunidad de rebaño. Pero nosotros tenemos una pequeña suerte y es que venimos con la epidemia un par de meses atrasados, por lo cual vimos lo que le pasó a los países que tomaron esa estrategia y fue fácil contestarle a la gente y mostrarle que era una idea errada.

¿Cómo creés que se saldrá de esta pandemia?
—Puede haber distintos escenarios. Cuando tengamos una vacuna, está claro que el problema va a ser completamente distinto porque va a haber un montón de personas inmunizadas. Otro punto es que cada día que logramos que no haya muchos casos, es un día más que le estamos dando a la ciencia mundial, no solo a la Argentina, para encontrar soluciones, no solo para vacunas, sino para mejores tratamientos. Y lo que se ha visto es que la letalidad de la enfermedad está bajando porque los médicos están teniendo tiempo para aprender cómo tratar los casos. Y la tercera cosa que está quedando clara es que si uno logra salir de la etapa en donde los casos crecen exponencialmente, como pasó en Europa o pasa ahora en el AMBA, es peligroso porque ninguna recurso puede crecer exponencialmente: médicos, enfermeros, testeos, camas de terapia, respiradores. Entonces, uno tiene que salir del crecimiento exponencial con una cuarentena estricta y una vez que logra llevar los casos a unas decenas, ahí tiene que hacer una tarea de rastreo de focos y apagar foco por foco, como lo ha hecho Córdoba y Rosario. Si nosotros logramos hacer eso en el AMBA, podríamos tener una normalidad, entre comillas, que va a implicar mantener el uso de barbijos, la distancia social, lavarse las manos, no tocarse la cara.

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