SUSTENTABLES | Cómo pasar a la práctica y empezar hábitos sustentables en el 2019- RED/ACCIÓN

SUSTENTABLES | Cómo pasar a la práctica y empezar hábitos sustentables en el 2019

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION
SUSTENTABLES | Cómo pasar a la práctica y empezar hábitos sustentables en el 2019

¡La última newsletter de este 2018! ¡Qué increíble! Sin lugar a dudas, SUSTENTABLES ha sido uno de los proyectos más lindos que me tocó emprender este año. ¿Por qué? Porque es un espacio que ha comenzado a crear una comunidad virtual con un propósito muy claro: generar conciencia y promover un cambio de acción. Todo ello sin perder la calidad periodística que desde RED/ACCIÓN consideramos vital en los tiempos que vivimos. Y como en estos seis newsletters anteriores te vengo repitiendo que el planeta Tierra necesita de acciones urgentes y ambiciosas, quiero que empecemos el 2019 con todo. Así que aquí mi deseo y desafío para vos:

1. Por un 2019 con más impacto positivo en el ambiente, ¡y vos podés (debés) sumar tu aporte!

Empezar la dieta, empezar el gimnasio, empezar un nuevo proyecto… ¿por qué no empezar un nuevo hábito sustentable? O más bien el interrogante podría ser, ¿por qué no cambiar un hábito cotidiano para que sea sustentable? Yo lo hago cada año y por eso quiero invitarte al desafío. Lo ideal es comenzar por acciones que ayuden a reducir tu huella de carbono, es decir, aquellas emisiones más contaminantes que contribuyen al cambio climático como nuestro uso de la energía, la manera en que nos movemos por la ciudad y hasta qué comemos. Para los dos primeros casos, el cambio es simple. En primer lugar, ser eficientes en el uso de la energía: usarla sólo cuando sea necesario. En segundo lugar: caminar o usar la bicicleta para distancias cortas, y priorizar el transporte público por sobre el vehículo particular para distancias más largas.

La alimentación merece un párrafo aparte. El más reciente informe especial del Panel Intergubernamental en Cambio Climático (IPCC) sobre un calentamiento de la temperatura del planeta en 1.5°C, mencionaba en sus recomendaciones el reducir el consumo de carne. Otros estudios anteriores también consideraban esta medida como crucial. ¿Acaso es por el cariño de los investigadores con los animales? No, sino el impacto que la producción de carne genera en el ambiente. Desde la cantidad de emisiones de metano (sí, los propios gases de la vaca) y carbono que genera hasta la huella hídrica que contiene (es decir, el agua que se utiliza a lo largo de todo el proceso de producción). ¿Es racional que utilicemos 15.000 litros de agua por cada kilo de carne vacuna? Sé que en “el país del asado” es difícil decirte que comas menos carne y más verduras, pero al menos comenzar a reducir las cantidades diarias o semanales es un pequeño paso que puede marcar una diferencia. El diario británico The Guardian elaboró un interesante artículo al respecto (en inglés): ¿Por qué comer menos carne es lo mejor que podés hacer por el planeta en el 2019?

Comencé SUSTENTABLES allá el 14 de noviembre hablando del 2018 como el año de la lucha frente a los plásticos, así que quiero retomar brevemente el tema aquí con una simple, pero compleja pregunta: ¿Qué plástico de un sólo uso te proponés sacar de tu rutina en el 2019: los sorbetes, los vasos de café, las botellas, las bolsas? Contame!

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2. Y si hablamos de 2019, ¿cómo estará el planeta?

Mmm… casi seguro: más caliente. No lo digo yo, sino el Servicio Meteorológico Nacional de Reino Unido, MET Office. Según sus análisis, la temperatura media global podría alcanzar un nuevo récord el próximo año. ¿El motivo? Esa relación que no debemos olvidar: + aumento de las emisiones contaminantes, + aumento de las temperaturas. Por eso tus pequeñas acciones cotidianas son más que importantes. Al momento, el 2016 lidera el ranking como el año más caluroso registrado en la historia. Para comprender el impacto de nuestras actividades en tan poco tiempo, te recomiendo ver esta animación.

3. Pero antes, ¿qué noticias positivas nos dejó el 2018?

Desde lo global, como anticipaba, fue EL año en que se generó conciencia sobre el impacto de nuestro consumo de plásticos en el ambiente y, en especial, en los océanos. Cada año arrojamos 8 millones de toneladas de plástico a las aguas. Gracias a campañas internacionales promovidas desde Naciones Unidas, hoy son muchos los ciudadanos alrededor del mundo que están modificando sus hábitos. La consigna es clara: reducir el consumo general de plásticos, pero rechazar los de un sólo uso, los descartables (botellas, vasos, sorbetes, bolsas). En nuestro país, me pareció muy interesante la iniciativa de Mejor Sin Sorbete que ayuda a bares y restaurantes para que eliminen este descartable y/o lo reemplacen por uno sustentable (de aluminio o papel). El mencionado informe del IPCC fue también fundamental para darnos idea de dónde estamos parados ante el cambio climático y hacia dónde debemos ir si queremos realmente salvar al planeta. El interrogante que nos deja para el 2019 es obvio: ¿haremos lo que corresponde?

A nivel local, estuvimos dando seguimiento al tema. Fueron seis las nuevas áreas protegidas tanto en tierra como en mar argentino. Una cifra récord para el país y que espera continuar el próximo para cuidar la rica biodiversidad nacional. El impulso de las energías renovables es algo para celebrar y genera ansiedad por ver esos parques eólicos y solares que se han licitado en funcionamiento para aprovechar el poder del viento y el sol para generar energía. Pero la gran apuesta del gobierno por Vaca Muerta continúa siendo una sombra para su política ambiental que seguirá en la mira de las organizaciones ambientalistas. La energía es vital para nuestras actividades, pero lamentablemente no todos gozan aún de ese derecho. Esta nota de Javier Drovetto ayuda a la reflexión sobre el tema.

4. El año de los billetes con animales

La semana pasada se puso en circulación el nuevo billete de $100. Y mientras para muchos la noticia se basaba en sus exigentes medidas de seguridad, a mí me interesaba el animal que lo protagonizaba: la taruca, ese venado andino tan singular del noroeste argentino. ¿El motivo? Con este lanzamiento concluyó la serie “Animales autóctonos de la Argentina”, una iniciativa que rediseñó progresivamente los billetes nacionales para generar conciencia sobre la fauna local y la importancia de la protección de la biodiversidad. Siempre pienso que sabemos mucho del oso polar en peligro de extinción en el Ártico, pero ¿cuánto sabemos del guanaco, el cóndor, la ballena franca austral, el hornero o ahora la taruca en el billete de $100? Creo que en RED/ACCIÓN se hicieron esa misma pregunta, y por eso podés encontrar este artículo sobre el protagonista de los $500: el yaguareté, el felino más grande de América que regresó a la zona de Chaco y Formosa.

5.  Comienza la temporada de cine, ¡que sea también ambiental!

Aún cuando no nos vayamos de vacaciones, entramos en esa época del año más relajada en la que las películas se convierten en un aliado perfecto. ¿Y si te digo que también pueden ayudar para que te informes más sobre estos temas? Casi como un tweet, aquí va una oferta temática de documentales que podés encontrar en Netflix (que ya vi y super recomiendo): desde conocer las maravillas de la naturaleza y la necesidad de protegerlas (“Terra”) hasta sumergirte en las profundidades del océano para conocer a una mujer que lucha por su conservación desde hace años (“Mission Blue”), desde preguntarte de dónde viene la ropa que usas (“The True Cost”) hasta replantearte con cuántas cosas realmente necesitás vivir (“Minimalism”).

Un plus para estas fiestas. Al igual que el 24, National Geographic emitirá un especial para ayudar a que las mascotas puedan pasar el Año Nuevo más tranquilas. 10 minutos antes de las 12 del 31 de diciembre empezará una producción con bellas imágenes de nuestro planeta acompañadas de música clásica.

6. Ese regalo que no debemos olvidar: la Tierra

El 24 de diciembre de 1968 se tomó esta imagen. El fondo negro. La Luna como origen. Y ese bello planeta azul llamado Tierra. Fue una imagen que cambiaría para siempre la visión del ser humano sobre el lugar en el que vive. Desde el sobrevuelo en la Luna, el Apolo 8 capturó esa visión sobre la Tierra. “Earthrise” o “amanecer de la Tierra” fue el nombre que se le dio para definir ese momento: “Fuimos a explorar la Luna y descubrimos la Tierra”, como cita el artículo de la BBC. La fotografía se volvió un símbolo del movimiento ambiental alrededor del mundo, incluso hoy Al Gore la utiliza en sus presentaciones, porque allí se ve la inmensa belleza de la naturaleza, porque allí se percibe la fragilidad de nuestro planeta ante nuestras acciones, porque allí se vislumbra la necesidad de vivir de un modo sustentable. Esta última Navidad esa imagen cumplió 50 años y su mensaje se mantiene vigente: tenemos un hermoso y único hogar para vivir, no hay una opción B, somos los responsables de cuidarlo.

7. Ser sustentables: y no caer en el intento

Empecé esta newsletter planteándote un desafío y sé que no es fácil. Por eso esta vez no quiero darte tips temáticos sino algunos generales sobre cómo modificar hábitos para que sean más sustentables (y los ayudo con mi propia experiencia).

  1. Analizar tu rutina y descubrir cuál es el mayor impacto ambiental que generás. En mi caso, usaba muchas bolsas para juntar las necesidades de mi perra (honestidad!) así que empecé a reutilizar envases de pan lactal, sachets de leche o fideos. 
  2. Elegí un cambio por vez. Si hacemos todo junto es más probable que no tengamos éxito. En 2017 incorporé el vaso reutilizable para tomar café y reemplazar los descartables. En el 2018 sumé una cuchara/tenedor de aluminio plegable que va conmigo siempre en la cartera para, por ejemplo, tomar un helado. ¿2019? Se los contaré en unas semanas desde Nueva York. 
  3. Incorporá el cambio de hábito a tu rutina de la forma más natural, ¡que no sea un problema! Al empezar a separar los residuos, organizá los cestos separadores de forma tal que la separación sea sencilla y práctica. 
  4. Compartí con otros, pero… ¡no obligues! Es genial contarles a los demás lo que estás haciendo para cuidar al ambiente, pero cada uno tiene su propio tiempo. Incluso en una convivencia, vas a ver que de a poco la otra persona adopta tus hábitos sin la necesidad de pedirles que lo hagan. Cuando conocí a mi novio, él comía carne y hoy ya prácticamente lleva una alimentación vegetariana, no por pedido mío sino por propia elección 🙂

Además de los nuevos desafíos para el 2019, me gusta aprovechar cada cierre de año para dar las gracias. Doy siempre gracias por poder trabajar de lo que me gusta y de lo que considero puede aportar a (re)construir un mundo mejor. Doy gracias al gran equipo detrás de RED/ACCIÓN por confiar en mí para producir una newsletter como SUSTENTABLES donde informar y accionar. Y te doy gracias a vos por leerme, por reflexionar conmigo, por compartirme tus intereses, por el hecho de que si decidiste recibir esta newsletter es porque no te querés quedar de brazos cruzados, es porque querés hacer algo por ese hogar que habitamos, ese increíble planeta llamado Tierra.

El deseo para este Año Nuevo no lo digo yo, sino Queen, mi mejor regalo desde hace 15 años. A celebrar con más amor y menos pirotecnia.

Hasta el próximo miércoles, ¡el primero del 2019!

Tais.

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