SUSTENTABLES | El planeta necesita que comamos menos carne; Estudiantes marchan por el cambio climático; Tiendas libres de packaging- RED/ACCIÓN

SUSTENTABLES | El planeta necesita que comamos menos carne; Estudiantes marchan por el cambio climático; Tiendas libres de packaging

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION
SUSTENTABLES | El planeta necesita que comamos menos carne; Estudiantes marchan por el cambio climático; Tiendas libres de packaging

Quizás leas esta newsletter mientras almorzas o ya más relajado en la cena. Quizás sea después de ir a hacer compras o antes de cocinar. Lo cierto es que la alimentación es parte necesaria de nuestra vida cotidiana, es un elemento vital de nuestra existencia. Y, como cada mínima cosa que hacemos, también desde las elecciones de un plato de comida podemos marcar una diferencia.

1. Una verdad incómoda: el planeta necesita que comamos menos carne

Cuando Al Gore eligió esa frase como título de su documental la situación era obvia: incomodaba hablar sobre cambio climático, sobre cómo nosotros, los humanos, éramos los responsables del problema, pero era verdad… una verdad incómoda. Hoy, con una ciudadanía global más consciente, quedan aún muchos temas que nos desafían a modificar nuestros hábitos y el impacto del consumo de carne comienza a hacerse visible.

Hace unas semanas, Naciones Unidas planteó el interrogante: “¿Es posible alimentar a 10.000 millones de personas sin arruinar más el ambiente?”. La respuesta, para sorpresa de muchos, es positiva, pero claramente supone de cambios drásticos.
Para 2050 se estima que seremos 10.000 millones de personas en el planeta y sólo una transformación radical y urgente del sistema alimentario podría satisfacer nuestras necesidades diarias. Así lo informó la comisión EAT-Lancet, integrada por más de 30 científicos de todo el mundo y acompañada por el actor Alec Baldwin y su esposa Hilaria, experta en bienestar.

Dietas saludables y producción sostenible de alimentos serían las dos claves para alcanzar el propósito. Ello implica: priorizar alimentos de origen vegetal; aumentar el consumo de frutas, verduras, legumbres y semillas; evitar alimentos altamente procesados y con azúcares añadidos; y  -aquí lo importante- reducir al menos un 50% el consumo de carne roja.
¿Por qué esto último? La industria de la carne tiene un alto impacto en el ambiente: genera emisiones de carbono y metano, utiliza grandes cantidades de agua en su proceso de producción, favorece a la deforestación para cultivar alimento para el ganado, y perjudica a la biodiversidad. Sobre el final de esta newsletter, van algunos consejos para que empieces a reducir su consumo. ¡A no desesperar, es posible!

2. Y hablando de incomodar: los estudiantes alzan la marcha por acción climática

“Cambia el cambio climático”, “No hay un planeta B”, “La última oportunidad para cambiar”, “Es hora de actuar”. Frases que en varias oportunidades escuchamos en boca de líderes, pero que luego no encuentran su realización en la práctica. Frases que ahora vemos renacer en las calles de grandes ciudades alrededor del mundo en los brazos en alto de jóvenes estudiantes, cansados de sufrir los efectos del cambio climático y agotados de saber que no se está haciendo lo suficiente ante él.

El movimiento de “Viernes para el Futuro” impulsado por la sueca de 16 años Greta Thunberg ya no tiene un sólo rostro visible, sino el de miles de varones y mujeres, niños y niñas, que marcharon en Londres, Berlín, Bruselas -por citar algunas ciudades- para reclamar acción urgente y ambiciosa ante el cambio climático.
El viernes pasado, la convocatoria internacional fue contundente y evidenció que los líderes del mañana no se quedarán de brazos cruzados para cuidar el planeta en el que viven. ¿Los escucharán los líderes del presente? Anuna De Weber logró, con sus 17 años, que el cambio climático esté en discusión ante las próximas elecciones de Bélgica.

3. ¿Existen tiendas libres de packaging?

Sí, ¡y son geniales! La experiencia de haber estado en varias de ellas alrededor del mundo me ha indicado un predominio de jóvenes-adultos entre sus consumidores. Allí, he visto a niños y niñas fascinados ayudando a sus padres o madres a elegir cereales a granel, o la fruta de su preferencia que iría directo a la ecobolsa, o la fragancia del jabón que recargarían en su envase. Allí, vi a emprendedoras dispuestas a comunicar un mensaje.

Las tiendas libres de packaging ofrecen mucho más que productos amigables con el ambiente, promueven un cambio de paradigma en pos de una vida con menos plásticos y menor necesidad de generar un residuo innecesario.
En mi último viaje a Nueva York, visité Precycle (que pueden observar en la imagen) y, de regreso a Buenos Aires, pasé por La Quemisterie. Escribí sobre ambas en RED/ACCIÓN como ejemplos exitosos de la economía circular.

4. En agenda: ¡a limpiar se ha dicho!

Como la tendencia de las tiendas libres de packaging es reciente, aún tenemos mucho por hacer con los residuos ya generados. Ejemplo de ello son las limpiezas de áreas al aire libre, como plazas, ríos, playas, parques.
Este sábado 23 será la oportunidad de una de ellas: #Limpiemos nombre que lleva la convocatoria originada por aquellas personas que, por distintas actividades, están en contacto directo con el agua y observan el impacto de nuestro consumo.
El objetivo: concientizar a la comunidad náutica para que sean guardianes de las aguas.

El impulsor de esta segunda edición de #Limpiemos es Yago Lange, atleta náutico olímpico e hijo del regatista campeón olímpico Santiago Lange. Su inspiración: “El agua es mi oficina y quiero ver mi lugar de trabajo limpio”.
La actividad se llevará a cabo a las 10 en la Escuela Náutica Perú Beach, Acassuso, provincia de Buenos Aires y, en simultáneo, en más de 35 clubes náuticos y puntos de encuentro en el país que podés conocer aquí.
La participación es libre y gratuita. ¿Te ponés los guantes para sacar la basura de la naturaleza?

5. Temporada de premios: ganadores ambientales en suelo argentino

Todo tiene que ver con todo. En esta newsletter ya hablamos de acción climática, de juventud, de involucrarse para cuidar el planeta. Esas tres cosas, entre otras, fueron consideradas por el jurado del Premio Adriana Schiffrin de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) que recientemente dio a conocer sus ganadores.
La 17º edición se centró en iniciativas lideradas por y/o dirigidas a jóvenes de entre 18 a 35 años. ¿El primer premio? Un emprendimiento ya conocido en esta comunidad de SUSTENTABLES: “Sumando energías”, propuesta que construye colectores solares con materiales reutilizados para brindarles agua caliente a familias en situación de vulnerabilidad.
¡Felicitaciones a Pablo Castaño y equipo! Si aún no te sumaste a las construcciones, te lo recomiendo aquí.

Hubo dos menciones especiales a iniciativas de impacto ambiental y social económico. Los tres galardones serán entregados en abril. Si de premios se trata, el que sigue continúa siendo mi momento favorito en la historia de los Oscars.

6. Oscars, un lugar llamado Virunga y el poder del turismo responsable

“El cambio climático es real y está ocurriendo en este momento”, decía Leonardo DiCaprio al levantar su estatuilla dorada como mejor actor en 2016. En la edición de este año no hay contenidos de cine ambiental nominados, como si hubo en ocasiones anteriores.
Por lo que aprovecho “el momento Oscars” para recordar un filme que continúa haciendo impacto: Virunga. Nominado al premio Oscar como Mejor Documental en 2014, muestra los conflictos políticos, armados, sociales y ambientales en torno al Parque Nacional Virunga en el Congo, el hábitat de los últimos gorilas de montaña.

Ese mismo parque esta semana dio la maravillosa noticia que reabrió sus puertas, incentivando la visita de turistas de todo el mundo para apoyar su labor de conservación. Así que, después de la limpieza del sábado y antes de la entrega de premios, te recomiendo que disfrutes Virunga. Podés verla en Netflix. ¿Me contás luego qué te pareció?

7. Ser sustentables: y asumir el desafío de reducir el consumo de carne

Científicos, referentes, artistas, organizaciones, estudios… Son muchas las fuentes a las cuales recurro a diario sobre este tema que me apasiona, desde lo profesional y lo personal. Soy vegetariana desde hace tiempo. No fue de un día para otro. Fue un proceso que continúa a diario para seguir reduciendo mi huella ambiental y contribuir a la sustentabilidad. Entre todos esos consejos que leí y mi propia experiencia, van cinco sencillos pasos para empezar:

  1. Elegí un día a la semana para no comer carne. Puede ser el lunes, siguiendo la iniciativa internacional, o bien otro día de la semana que consideres oportuno.
  2. Organizate ese día para dedicarle tiempo a cocinar. Que comer vegetariano sea un momento de disfrute, no una molestia.
  3. Comenzá a incorporar nuevos alimentos -incluso como acompañamiento de la carne los otros días de la semana-. Un vegetal que nunca probaste, semillas que jamás pensaste que podías combinar en la cocina, algo que no te gustaba de chico, pero quizás ahora sí.
  4. Aprovechá la comunidad virtual para buscar recetas, leer experiencias de otros y compartir la tuya.
  5. Volvé a disfrutar el momento de comer de forma consciente, responsable y alegre. El estrés de la vida cotidiana nos lleva a pedir algo por delivery para comer en cinco minutos. El daño no es sólo al planeta, es también a nuestro propio cuerpo. Alguien me dijo una vez que somos lo que comemos. Que sea entonces con el menor impacto negativo posible o con el mayor impacto positivo posible.

Soy nieta de pampeano. Los campos fueron parte de mi infancia. Y no voy a negarlo, mi abuelo cazaba los sábados para los asados del domingo. Pero él quería al campo, lo disfrutaba, lo cuidaba. No sé qué pensaría hoy ante su nieta vegetariana y seguramente no me seguiría ante los argumentos de acción climática para reducir su consumo. Pero los tiempos cambian, los paradigmas se modifican. Y así como esos jóvenes marchan hoy para que sus representantes hagan lo que es necesario, así en una sola generación familiar se puede ver que la toma de conciencia lleva a cambiar los hábitos por respeto a los otros, a los de ayer y a los de mañana; en definitiva, por respeto a la tierra.

Hasta la próxima semana!

Tais.