SUSTENTABLES | Por qué nos preguntamos 'quién hizo mi ropa', Qué es Extinction Rebellion, Más cine ambiental- RED/ACCIÓN

SUSTENTABLES | Por qué nos preguntamos 'quién hizo mi ropa', Qué es Extinction Rebellion, Más cine ambiental

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION
SUSTENTABLES | Por qué nos preguntamos

Ilustración: Pablo Domrose

Vaya maravillosas coincidencias del destino, en este pasado lunes 22 en que se celebró el Día Internacional de la Madre Tierra se dio inicio a la Semana de la Revolución de la Moda en todo el mundo. Una industria tan próxima a cada uno de nosotros por la ropa que vestimos a diario, como lejana respecto de cuánto conocemos sobre su proceso de producción. Una industria que impacta negativamente en lo ambiental, en lo social y en lo económico. Una industria sobre la cual se empezó a marcar un rumbo distinto, un día como hoy, pero hace seis años…

Ilustración: Pablo Domrose

1. ¿Por qué un día como hoy hace seis años nos empezamos a preguntar “quién hizo mi ropa”?

Un 24 de abril de 2013 el complejo fabril de Rana Plaza en Bangladesh se desplomó. Más de 1.1000 personas perdieron la vida, en su mayoría mujeres. Otras 2.000 resultaron heridas. Con el correr de los días se dio a conocer la triste y oculta realidad: grandes empresas con locales en las principales ciudades del mundo fabricaban allí sus prendas. La tragedia daría impulso a un movimiento para revolucionar la industria de la moda.

Fue la diseñadora británica Carry Somers la que, conmocionada por las noticias, decidió no quedarse de brazos cruzados. El derrumbe había visibilizado las precarias condiciones en las que se trabaja en la industria y sobre todo la falta de transparencia en sus procesos de producción. ¿Qué significa esto? Muchas de las marcas que fabricaban en Rana Plaza se defendieron alegando que desconocían el lugar de confección de sus prendas, que habían tercerizado ese servicio. Somers advirtió que había mucho por hacer.

Creó la iniciativa Fashion Revolution, tomó la fecha del 24 de abril como símbolo para recordar lo ocurrido y como impulso para revolucionar la industria. ¿Cómo? Contribuyendo a una mayor transparencia del sector: a que las empresas conozcan toda la trazabalidad de sus procesos, a que las marcas visibilicen a las personas detrás de cada ropa, a que los consumidores se involucren con conciencia y responsabilidad.

“¿Quién hizo mi ropa?” se transformó en el interrogante protagonista cada año en la Semana de la Revolución de la Moda (o Fashion Revolution Week en su versión original). Con el poder de las redes sociales, personas alrededor del mundo piden información a las empresas en una acción que, para Somers, no se busca la denuncia desde un aspecto negativo sino verdaderamente celebrar a la industria, mostrar los rostros de la moda, promover una industria ética.

A los problemas en las condiciones de trabajo, que incluyen pagos no justos por la labor realizada, se suma el impacto de esta industria en el ambiente: excesivo uso de agua para la confección (¡un sólo jean consume 10.000 litros de agua a lo largo de toda su producción!), contaminación por uso de materiales químicos, generación de grandes cantidades de basura de productores que buscan vender, vender y vender… La revolución entonces deberá ser triple: social, económica y ambiental.

Argentina no es ajena a esta situación. Según datos del 2014 de la Fundación La Alameda, había más de 112 marcas de ropa denunciadas en el país por condiciones esclavistas y de trata. Ante ello e inspirada por el movimiento Fashion Revolution, la diseñadora Alejandra Gougy dio vida el año pasado a la Asociación Moda Sostenible Argentina (AMSOAR), como una red de contención para diseñadores, emprendedores, artesanos, productores y proveedores que trabajen en línea con el paradigma de la sustentabilidad en sus tres ejes. El movimiento internacional tiene sus representantes locales que esta semana están desarrollando distintas actividades alrededor del país.

A la pregunta que dio inicio a esta newsletter me gustaría hacerle aquí un cambio: para qué. Lo ocurrido en Rana Plaza fue una tragedia que se podría haber evitado. La pasión por cambiar el mundo de personas como Somers permite que hoy la industria esté atravesando -con todos los desafíos que implica- un proceso de revolución, de renovación, de cambio. Más estudiantes aprenden a diseñar prendas a partir de la reutilización de descartes, más emprendedores deciden dar vida a proyectos con un ADN sustentable, más marcas comienzan a visibilizar sus datos para ser más transparentes; más consumidores preguntan, se involucran, visten a conciencia. ¿Es suficiente? Aún no. Es el comienzo. Estamos en medio de la revolución… y hay que continuarla.

2. Seguimos movilizándonos, seguimos debatiendo sobre la “revolución eléctrica”

En la edición anterior les compartí las reflexiones que me había dejado la Semana de la Energía en Berlín respecto de la transición hacia la movilidad eléctrica, especialmente en relación con los autos. ¿No sentiste que, desde entonces, lo eléctrico tuvo más presencia entre las noticias?

De hecho, en estos días se anunció que se sumarán monopatines eléctricos al transporte en la ciudad de Buenos Aires. De nuevo surgen los interrogantes: ¿cuál será la fuente de carga de esos monopatines: petróleo o sol? ¿Cómo se reconfigurará la urbe para que sea para las personas y no para los autos?

Entre esos interrogantes sobre los cuales invité a reflexionar, me faltó uno que Alicia y Javier de esta comunidad SUSTENTABLES me recordaron: las baterías. Son dos las inquietudes que se presentan sobre este punto. Por un lado, el impacto ambiental y social de la extracción de litio, principal material de estas baterías de almacenamiento de actual auge en el norte argentino. Considerado el “oro blanco” representa un riesgo para un recurso tan valioso como el agua en áreas donde habitan comunidades originarias. Podés conocer más sobre sus implicancias en esta publicación especial de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN). Por otro lado, el impacto de las baterías una vez que concluye su vida útil. ¿Qué hacemos con ellas?

Consulté sobre ello durante mi viaje en la capital alemana y también hay preocupación entre los representantes del sector energético respecto del impacto de la industria del litio. Mejores noticias hay para la gestión de las baterías: ya se empiezan a estudiar tecnologías para reciclarlas y reincorporarlas en otros circuitos energéticos.

Debatir sobre estos temas nos permitirá garantizar una transición hacia la movilidad eléctrica más eficiente, justa y sustentable. Continuará…   

Foto: Ali Johnson

3. ¿Qué es Extinction Rebellion, el movimiento activista que está dando que hablar al mundo?

Manifestantes con carteles, campamentos para pasar la noche, cortes en los puntos londinenses más transitados, detenidos, expansión del mensaje en las redes sociales… La escena se repite día a día desde el pasado 15 de abril en Londres. ¿El motivo? Una rebelión que salió a hacer sentir su voz para exigir más acción ante el cambio climático, antes de caer en la extinción. Extinction Rebellion se define como un “un movimiento de desobediencia civil no violenta”.

Son tres sus demandas al gobierno de Reino Unido: decir la verdad, actuar ahora e ir más allá de la política. ¿Cómo se traducen? Declarar la emergencia climática y ecológica y trabajar con otras instituciones para comunicar la urgencia de cambio; actuar con ambición para reducir las emisiones contaminantes a cero para 2025 y evitar la pérdida de biodiversidad; y crear una asamblea ciudadana que guíe las decisiones sobre justicia climática y ecológica, respectivamente.

El alcalde de Londres, Sadiq Khan, manifestó “compartir la pasión por acción climática”, pero pidió que la ciudad pueda retomar la normalidad de sus actividades. Según su último comunicado, ya han sido más de 800 los activistas detenidos.

La joven sueca Greta Thunberg llegó en tren a la ciudad y se sumó a las actividades que continuarán no sólo en Londres, sino también en réplicas alrededor de Europa. ¿Generarán un impacto real en la política climática? Los ojos del mundo miran atentos. Podés seguir las manifestaciones en redes sociales con el hashtag #ExtinctionRebellion

4.  Pasó el Día de la Tierra, nos quedan las inundaciones 🙁

Una fecha más que pasa para generar conciencia sobre la importancia de cuidar al planeta. Una fecha más en la que la realidad visibiliza la urgencia de actuar. Una vez más el territorio argentino se ve afectado por uno de los eventos climáticos que incrementa su frecuencia e intensidad: las inundaciones. El aumento en el nivel de las aguas, tras las tormentas, tuvo a Chaco, Corrientes y Formosa como escenarios con dos víctimas fatales y más de 5.000 afectados.

Estos eventos climáticos deben servirnos para mejorar a futuro: desde obras de infraestructura y mejores usos del suelo hasta campañas de concientización en las comunidades para que sepan cómo actuar ante los fenómenos. Para ello es fundamental conocer las causas del problema. Meses atrás Javier Drovetto analizó las razones de las inundaciones en estas provincias. Su artículo se mantiene vigente: ¿quién causa las inundaciones: la naturaleza o el hombre?

Foto: National Geographic / Holly Harrison

5. Más cine ambiental, más conciencia, más acción

Naturaleza y hombre pueden ser también protagonistas en el séptimo arte para concientizar. Si hace unos (pocos) años encontrar un buen documental sobre temática ambiental era difícil, hoy el desafío es otro: ¿cuál veo primero? La diversidad de producciones sobre la temática crece y con una calidad técnica y narrativa que nada tiene para envidiarle al cine hollywoodense de ciencia ficción. Ello lo pudimos ver en las últimas newsletters y las distintas recomendaciones que te compartí. ¿Pudiste disfrutar de alguna? Hoy sumo dos que se estrenaron recientemente y que ya generan impacto (del bueno).

“Planeta Hostil” es una serie documental de seis episodios sobre los desafíos que enfrentan las especies para sobrevivir en los más diversos paisajes (montañas, océanos, praderas, selvas, desiertos y el Ártico) y en un planeta en constante cambio. Podés seguirlo en el canal de National Geographic. Fue producida por Guillermo Navarro, ganador del premio Oscar a Mejor Fotografía por “El Laberinto del fauno”. La colega Fernanda Jara conversó con él en esta nota para Infobae.

“Cambio Climático. Los hechos” es la nueva producción documental de la BBC a la que David Attenborough vuelve a darle voz y narrativa (sí, el mismo que “Nuestro Planeta”). Aquí el foco está puesto en el principal desafío de nuestro siglo: el cambio climático. Una producción que se presenta en un momento crucial para entender el problema y para, sobre todo, actuar. Se puede ver online.

6. Moda argentina para lucir impacto positivo

Cuando empecé a trabajar en televisión hace cuatro años, asumí un desafío extra: comunicar sustentabilidad también a través de la ropa que mostraba en pantalla. Esa aventura me llevó a conocer increíbles proyectos, en su mayoría liderados por mujeres, que demuestran que una moda más ética, responsable y sostenible es posible, también en Argentina. Lejos de un contenido publicitario, busco compartirte aquí opciones para que vos también puedas elegir y vestir a conciencia.

  • Biótico: reutilizan textiles y materiales recuperados (como sachet de leche o paquetes de papas fritas) para confeccionar prendas. Además, da oportunidad laboral a personas con discapacidad intelectual.
  • Cosecha Vintage: diseñan prendas a partir del reciclado con valor (upcycling) de scrap de medias y fibras naturales.
  • Animamá: confeccionan a mano diseños atemporales con fibras naturales de la Patagonia y los Andes.
  • Será Vintage: dan nueva vida a prendas de autor garantizando su sostenibilidad en el tiempo. Con cada compra, se acompaña a la Fundación Uniendo Caminos que da apoyo escolar a niños en situación de vulnerabilidad.
  • PAPA Studio: reutilizan botones de descarte y otros materiales para confeccionar collares y otros objetos de diseño. Empoderan a mujeres en condiciones de vulnerabilidad en las zonas aledañas a la fábrica en Tigre.

7. Ser sustentables: y revolucionar la industria de la moda  

“Como consumidores tenemos tanto poder para cambiar el mundo con sólo ser cuidadosos en lo que compramos”, dice la actriz y activista Emma Watson (sí, Hermione en Harry Potter). Sus palabras nos debieran acompañar día a día en lo que elegimos vestir. Por eso aquí consejos sencillos para que te sumes a esta ¡revolución!

  • Comprar lo necesario: antes de adquirir algo, preguntarte si realmente lo necesitas o lo estás comprando por simple moda, tendencia, actualidad.
  • Elegir productores locales y responsables: aprovechar las redes sociales para buscar, conocer y elegir a conciencia.
  • Optar por tiendas de ropa usada: sea para adquirir una prenda o para vender aquella que ya no uses y pueda serle útil a otra persona.
  • Comprar clásico y atemporal: qué mejor que poder aprovechar una remera en verano y en invierno, o usarla varias veces con distintos accesorios. Colores clásicos, modelos clásicos, sin temporadas que limiten. Lo simple luce.
  • Conocer a las personas detrás de las marcas: no sólo a los creadores de los proyectos sino también a las personas que confeccionan, cosen, planchan. Si el emprendedor no las muestra…
  • Preguntar! Subí una foto a tus redes con la prenda o la marca sobre la que tenés dudas y etiquetála preguntándole quién hizo esa ropa. La transparencia será la clave para una industria más digna, para todos.

Los tips anteriores no salen de ninguna enciclopedia o manual, sino de mi propio armario. Me han acompañado durante los últimos años como una guía no sólo para mostrar en televisión sino para vestir a diario.

Durante la última semana leí y escuché muchos comentarios respecto que “ya no sirve con reciclar u otros pequeños cambios de hábito” sino que tiene que haber un cambio sistémico. Sí, esto último quizás es cierto, pero no coincido con lo primero porque creo que ambos van de la mano. Será a partir de consumidores más conscientes que demanden prendas sustentables, que compren con responsabilidad, que pregunten por transparencia en sus procesos, que se podrán empezar a modificar, a revolucionar las industrias, las políticas y los sistemas.

Como dice una popular frase “mucha gente pequeña en lugares pequeños haciendo cosas pequeñas puede cambiar el mundo”, y eso puede empezar a partir de la prenda que elijamos vestir hoy.

Hasta la próxima semana!

Tais

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Información para actuar y cuidar al planeta. Todos los miércoles, por Tais Gadea Lara.

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