Pedro Von Eyken, embajador argentino en Haití: “A pesar de todos sus desafíos, Haití es un país que atrapa”- RED/ACCIÓN

Pedro Von Eyken, embajador argentino en Haití: “A pesar de todos sus desafíos, Haití es un país que atrapa”

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En conversación con RED/ACCIÓN, Von Eyken habla sobre los proyectos de Argentina en el país más pobre de la región, explica porqué somos uno de los 21 países con embajador residente, cómo funciona el proceso de adopciones y qué podemos rescatar los argentinos del pueblo haitiano.

Pedro Von Eyken, embajador argentino en Haití: “A pesar de todos sus desafíos, Haití es un país que atrapa”

DESDE PUERTO PRÍNCIPE - Pedro Von Eyken es un diplomático con 35 años de carrera. Su profesión lo ha llevado a representar a Argentina en Alemania, Cuba y Finlandia. Desde el 2017, se desempeña como embajador en Haití.

De conversación fácil y sonrisa amplia, Von Eyken recibe a RED/ACCIÓN en su oficina en Puerto Príncipe con una taza de fuerte café haitiano para conversar sobre la relación entre Argentina y Haití y su perspectiva sobre la isla caribeña, que a pesar de un sinnúmero de iniciativas y planes de desarrollo a través de los años, sigue siendo el país más pobre de la región.

- ¿Cómo ha sido la relación entre Argentina y Haití a través de los años?

La relación es histórica. Haití fue el primer país del mundo que reconoció la independencia de Argentina, un año después de 1816. Y también hay una relación de cooperación antigua, no solamente en la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH por sus siglas en francés).

Hay un proyecto emblemático que ahora queremos relanzar que duró más de una década, desde el 2005 hasta principios del 2016, que se llama Pro Huerta. Era un proyecto financiado por el Ministerio de Acción Social, coordinado por la Cancillería y en conjunto con ingenieros agrónomos del INTA, para ayudar a la huerta familiar en Haití. Uno de los problemas estructurales de aquí es la irrigación y la falta de agua en el campo.

- ¿Por qué es importante que Argentina siga manteniendo presencia en Haití?

Es un tema de solidaridad. Es un tema de identidad latinoamericana. En estos días, la Argentina ha decidido el cierre de algunas embajadas y consulados. Haití sigue en pie. Hay bastante por hacer todavía.

En Haití hay 21 embajadas residentes de todo el mundo (en las cuales el embajador vive en el país), y de latinoamérica solo 7. Nosotros somos una y estamos acá desde 1947. Es un poco no dejar a Haití solo con sus problemas. Es un país que nos apoya decisivamente, sin fisuras. Por ejemplo, en el reclamo de soberanía de Malvinas.

- ¿Cuáles son algunos de los otros proyectos que tiene Argentina en el país

Ahora tenemos varios proyectos relacionados con derechos humanos y cooperación deportiva. Acá son muy fanáticos del fútbol, y de dos países: Brasil y Argentina. Casi como que la mitad del país hincha por Brasil, y la otra por Argentina. Entonces ahí pensamos traer algunos entrenadores.

En seguridad, a parte del trabajo con las Naciones Unidas a nivel nacional, la Provincia de Buenos Aires está cooperando con Haití con la Academia de Formación de Policías. Además, hace poco, la ciudad de La Plata firmó un acuerdo de ciudades hermanas con la ciudad de Tabarre. Ahí se están trabajando varios proyectos a nivel municipal en temas urbanos.

- ¿Cómo ve el tema de la migración Haitiana hacia el Cono Sur y Argentina?

La migración haitiana a Argentina es importante en términos relativos. En Argentina se han asentado alrededor de 20-30 mil haitianos. Pero en Chile y en Brasil la migración es mucho mayor.

En agosto, Argentina implementó una medida provisoria para pedirle visa a los inmigrantes haitianos. Hasta hace poco éramos uno de los únicos países de la región y del mundo que no le requería visa a los haitianos, pero debido al incremento migratorio tuvimos que implementar la visa.

- ¿Hay muchos argentinos que vienen a Haití a adoptar?

No son miles, pero si tenemos una o dos parejas o personas que vienen a adoptar cada dos meses. Yo hace poco escribí una nota sobre el tema en la Revista Criterio. Lo que pasa es que en Argentina el proceso de adopción es largo y complicado para los propios argentinos. Entonces muchos argentinos que no pueden tener hijos, o que tienen hijos biológicos y también quieren adoptar, vienen a Haití.

Acá el trámite para adoptar en total te puede llevar dos o tres años, mientras que en Argentina llega a ser el triple. Además, la adopción internacional es una adopción “plena”, lo que significa que es irreversible. En Argentina, al contrario, la adopción es “simple o no plena”, lo que significa que si la madre biológica eventualmente decide reclamar a su hijo o hija, tiene el derecho a hacerlo.

Toda la adopción se hace según la ley Haitiana. El único rol de la embajada es legalizar los documentos de adopción. Luego el juez argentino reconoce todos estos documentos, da fe de que los padres son idóneos y ahí le da al niño el DNI, la nacionalidad.

- ¿Hay lecciones de Haití para Argentina?

Es difícil comparar porque Argentina ya de por sí también tiene un problema estructural de pobreza muy grande. Pero creo que algo que se puede rescatar de Haití es su gente. Con todas las dificultades que tiene este país, los haitianos sobreviven, pelean. Son un pueblo digno. Y eso hace que este país, a pesar de todos sus desafíos, sea un país que atrapa.