La viralización del odio y la desinformación en medios y redes sociales amenaza los valores democráticos y la cohesión social. Las secciones de comentarios se convierten en focos de odio contra colectivos vulnerables. Algunos estudios indican que un 10% de los mensajes contienen odio, predominando en Twitter (18%). Este odio es mayor en medios con percepciones ideológicas extremas. La moderación de estos comentarios es clave para mitigar su impacto negativo.