Debido a su durabilidad, los pélets de plástico son difíciles de degradar y pueden persistir en el medio ambiente durante mucho tiempo. Con el tiempo, se fragmentan en partículas más pequeñas, formando microplásticos y eventualmente nanoplásticos.
Según la Organización Mundial de la Salud, para el año 2050, el 50 % de la población necesitará usar anteojos. Atentos a esta necesidad en alza, en 2018 nació en la provincia de Tucumán, Argentina, el Banco de Anteojos: una iniciativa de la Fundación Hacer Futuro que reutiliza marcos en desuso donados por personas particulares y otras colectas en distintos lugares del país. Los anteojos se equipan con lentes graduadas fabricadas por ópticas autorizadas aliadas, según las necesidades de beneficiarios que no pueden comprarlos por su alto costo.
En el país sudamericano la falta de lluvias se extendió por más de tres años y afectó la producción y el acceso al agua en todo el territorio. Después de siete años de implementación sostenida de un modelo de conservación, 21 productores lograron superar el déficit hídrico. Ellos participaron del programa público-privado + Agua + Identidad liderado por la Fundación INDRA para la conservación de 3.000 hectáreas de bosques nativos y humedales y 7.000 hectáreas de tierras naturales.
Recorriendo la historia del vegetarianismo desde Pitágoras a Rosseau, su abordaje antropológico y cultural, y las consecuencias para el medio ambiente, analizamos los posibles beneficios de un futuro vegetal.
