Bodega Moschini: un paseo por una bodega familiar de un pueblo de Patagonia - RED/ACCIÓN

Bodega Moschini: un paseo por una bodega familiar de un pueblo de Patagonia

 Una iniciativa de Dircoms + INFOMEDIA

En Ingeniero Huergo, a 30 km al este de General Roca y 90 km al este de Neuquén capital, una familia de productores abre sus puertas e invita a recorrer la tierra que da frutos y que convierten en vinos.

Bodega Moschini: un paseo por una bodega familiar de un pueblo de Patagonia

Bodega y Viñedos Moschini, es una bodega ubicada en la ciudad de Ingeniero Huergo en la provincia de Río Negro. Fotos: Alejandro Carnevale.

Los álamos se mueven con el viento y las hojas hacen el sonido, como de un palo de agua. Está nublado y en la bodega la tranquilidad es la reina, aunque son días de vigilia en las chacras de la región. Las amenazas de heladas tardías proponen quedarse hasta diciembre. En Moschini, toda la familia está al borde del viñedo, atentos para defender las plantas que les darán el vino, que hace 23 años hacen crecer.

Es una de las bodegas que integran los Caminos del Vino rionegrinos y ofrece visitas guiadas y eventos en los que cuentan a los turistas su historia y su trabajo. Están en la zona rural de Ingeniero Huergo, a 30 km al este de General Roca y 90 km al este de Neuquén capital y al entrar al pueblo, los carteles azules te irán guiando hasta la entrada.

Al llegar, Ángel Moschini, arregla unas bombas de agua y Teresa Precoma, en la casa, cuida a su nieta de tres meses. Las dos saludan desde la ventana que separa la tibieza del hogar de un día frío de primavera.

Esa mujer de sonrisa clara fue la primera que, hace unos años, invitó a personas a probar los dulces que hace con las frutas que cosecha, agasajarlos con un buen menú y claro, servirles un buen vino.

Mauro, su hijo, está hoy a cargo de las visitas guiadas. Da la bienvenida en este día de nubes espesas, e invita a una caminata entre las hileras de vides. Cuenta que los vinos están elaborados con uvas de una parcela compuesta por 6 hectáreas de Malbec, Merlot, Sauvignon Blanc y Cabernet Franc.

Muestra unas pequeñas plantas que crecen sobre el bordo de tierra y relata que “cuentan con la certificación del INTA, lo que garantiza que el 100% de la uva usada para cada varietal corresponde exactamente a la misma cepa”, luego avanza hasta el fondo del camino.

“Siempre traigo a las personas que nos vienen a visitar hasta acá. Es el lugar exacto en el que se ve la impronta del valle bajo riego”, afirma Mauro mientras cruza una acequia y sube un montículo de tierra. Enfrente se ven las bardas de tierra roja y amarilla, sin vegetación, y a sus pies la estepa en su esplendor. Atrás, allá donde está la casa, la bodega, las plantas de frutales, todo es verde.

Cuando llega al edificio, muestra los barriles de aluminio, y la nueva construcción que están haciendo. Adentro, la enóloga Bárbara Vilches con tres o cuatro personas embotellan un vino rosado y saluda. Desde este año, se incorporó a la bodega y trabaja con la supervisión de la enóloga Eugenia Herrera.

Desde el kilómetro 1120


La familia Moschini, como muchas de la región, llegaron a Patagonia en los primeros años del siglo XX. Los abuelos de Ángel, dejaron Macerata, Italia, y en 1925 bajaron de un tren en este lugar en el que no había una estación. Era la parada del Kilómetro 1120 del Ferrocarril del Sud, donde había un pequeño pueblo, al que le decían “el pueblo del 20”, o “Kilómetro 1120”, nombre que hoy lleva uno de sus vinos.

Ángel desde chico se dedicó a la agricultura. En 1981, se casó con Teresa. Primero desarrollaron el cultivo de peras y manzanas. En el 2000 se plantaron las 6 hectáreas de viñedos gracias al ingeniero Alcides Llorente, que le dijo a Ángel que lo que había que poner eran viñedos. Las primeras cosechas se vendieron a las bodegas de San Patricio del Chañar y en el 2009, empezaron a armar “muy de a poco y a pulmón”, la bodega.

Fue bodega artesanal, y hace dos años años, el crecimiento en el volumen los hizo pasar a la categoría de bodega en el Instituto Nacional de Vitivinicultura. Por estos días, hablaban con un exportador para intentar su primera experiencia en el mercado externo.


Visitas guiadas


Las visitas a las bodegas rionegrinas tienen su sello propio. No se trata de paseos por establecimientos lujosos, sino, con una experiencia que se vive en las chacras. A partir de septiembre comienza la temporada más fuerte de turismo y llegan hasta abril, más o menos.

“Viene gente de paso que va a la cordillera, enófilos que buscan completar el mapa del vino y gente de la zona que cuando recibe a amigos o familiares, coordina una visita y viene a pasar el día”, dice Mauro.

Una vez al año y a mediados de abril, se realiza la Fiesta del Vino Patero. Los visitantes tienen la experiencia de cosechar las uvas con sus propias manos y luego desgranar los racimos.

“Los recibimos con desayuno, dulces caseros, después los participantes pisan las uvas, para experimentar cómo se hacía el vino en otras épocas, la jornada continua con un almuerzo y termina con un espectáculo”, concluye Teresa.


¿Cómo disfrutar una visita en Moschini?


Visita guiada por los viñedos, plantación de frutales y bodega. Duración: entre 1 y 2 horas. Degustaciones: preparan opciones vegana o vegetariana.

Almuerzos hasta 8 personas. Por grupos más grandes, consultar: Entrada, plato principal, pastas caseras: gnocchi o spaghetti, con pesto, filetto o bolognesa, postre, café o te. más 1 botella de vino cada 2 personas. más visita guiada. Si vienen 4 o más personas, tienen un 10% de descuento.

Hay que coordinar con 2 días de anticipación a través de e-mail: [email protected] al 2984378910. Si querés comprar vinos de lunes a sábados de 9 a 11 y de 15 a 19 .


Caminos del Vino de Río Negro


Los Caminos del Vino de Río Negro, es uno de los principales atractivos de la región en el que convergen bodegas que se extienden desde la Cordillera, pasando por los Valles y terminando en la Región Mar e invitan a adentrarse en el mundo de la vitivinicultura provincial y sentir un sinfín de sabores, texturas, aromas y colores.

ANTIGÜA BODEGA PATAGONICA “Bodega Familiar desde 2010. Origen, Legado y Compromiso”. Cervantes. @antiguabodegapatagonica

AONIKENK. “Viñedos urbanos en una joven bodega familiar”. General Fernández Oro @bodegaaonikenk

MOSCHINI. Ingeniero Huergo. @bodegamoschini

DE BERNARDI. “ Una pintoresca bodega de alta gama en la base del cerro Piltriquitrón”. El Bolsón. @bodegadebernardi

FAVRETTO. “Una familia pionera de vinos de excelencia”. Villa Regina. @bodegafavretto

HUMBRETO CANALE. “Historia y tradición inmersos en centenarios viñedos”. General Roca. @bodegahcanale

MIRAS. “Producción agroecológica y biodinámica”. Mainqué. @bodegamiras.

TRINA. “Modernidad y vanguardia a la vera del río Colorado”. Río Colorado @bodegatrina

VIDELA DORNA. “Calidez y atención personalizada en medio del oasis valletano”. Luis Beltrán. @bodegavideladorna.

VIÑAS DEL LAGO PELLEGRINI. “Pequeña bodega de producción artesanal con grandes experiencias”. Cinco Saltos @vinedosdellagopellegrini.

VIÑEDOS SAN SEBASTIÁN. “Vino de carácter único por la extrema aridez de su suelo estepario”. Cervantes. @vsspatagonia

WAPISA. “Joven bodega familiar del Valle Inferior del río Negro con basta tradición vitivinícola”. Viedma. e-mail: [email protected].

Este contenido fue originalmente publicado en RÍO NEGRO y se republica como parte del programa «Periodismo Humano», una alianza por el periodismo de calidad entre RÍO NEGRO y RED/ACCIÓN.