No hay escasez de oportunidades para ser asertivo en el lugar de trabajo. Tener el valor de pedir un aumento es un ejemplo clásico. Pero la asertividad también puede ayudar a los empleados a realizar presentaciones dominantes sin comenzar con una disculpa, o darles el poder de decirle educadamente a un colega ruidoso en el cubículo de al lado que baje la voz.
Sin embargo, estas situaciones de trabajo pueden sentirse como minas explosivas. Después de todo, las apuestas son potencialmente altas. "¿Qué pasa si al hablar me degradan o me despiden?" "¿Qué pasa si el colega ruidoso es insultado y vengativo para siempre?"
No todas las situaciones requieren asertividad, y solo usted puede evaluar qué batallas vale la pena pelear. Pero si quieres intentar ser asertivo, piensa estratégicamente.
Los teléfonos inteligentes hacen posible trabajar 24/7, por lo que puede sentirse más difícil que nunca establecer límites con un jefe. El Dr. Randy J. Paterson, un psicólogo que escribió "El libro de trabajo de asertividad", a menudo escucha a los pacientes decir: "Soy un empleado. ¿Qué derecho tengo para decir que no?"
Los empleados no tienen que enmarcar la respuesta como un rechazo. ¿Por qué no hacer que sus jefes prioricen sus tareas? Dígales: "Tengo estas cinco cosas que me gustaría que hiciera. ¿Cuál es la más importante?"
El Dr. Paterson, quien administra empleados, dice que a menudo asigna trabajo sin tener una idea de cuánto tiempo tomará, por lo que depende de la retroalimentación para evaluarla. No le importa si un empleado hace triaje y dice: "Absolutamente puedo hacer X, pero esta otra fecha límite tendrá que esperar hasta mañana".
Una gran parte de decir no como empleado está en la manera. "La asertividad es confiar en su declaración o evaluación, y decirlo de manera práctica, sin mucha emoción", dice Suzanne Lease, profesora asociada de psicología de consejería en la Universidad de Memphis.
No te disculpes por no poder completar cuatro tareas en un tiempo increíblemente corto. Solo di: "Tengo tiempo para dos de cuatro hoy. ¿Cuál prefieres?", dice el Dr. Lease.
© 2019 The New York Times