La guerra por la inteligencia artificial entre OpenAI, Google y Microsoft se ha convertido en una nueva guerra fría. Mientras una escala, la otra escala el doble, y así sucesivamente. Quedarse desactualizado en esta batalla puede costarle a cualquier compañía de tecnología todo su potencial.
Si bien Google ha lanzado su bot conversacional llamado Bard, este, por alguna razón, no ha tenido el mismo alcance que el de OpenAI. Ahora, la empresa de Mountain View está redoblando su apuesta con Gemini: su próximo gran modelo de lenguaje (LLM). Los LLM se entrenan con grandes cantidades de textos y utilizan técnicas de aprendizaje profundo para generar textos. Son los motores detrás de bot como ChatGPT, por ejemplo.
Desarrollada por Deep Mind, el equipo de investigación de IA de Google, Gemini, según la empresa, vendrá a “eclipsar” y “superar” la tecnología de ChatGPT. Al menos así lo expresó Demis Hassabis, CEO de Google Deep Mind en una entrevista con Wired. “A un alto nivel, podemos considerar Gemini como la combinación de algunos de los puntos fuertes de los sistemas del tipo AlphaGo, con las asombrosas capacidades de lenguaje de los grandes modelos”, explicó Hassabis.
Will Knight, periodista de IA, explica que AlphaGo emplea una técnica pionera llamada aprendizaje por refuerzo. Aquí, el software aprende a enfrentarse a problemas complejos que requieren elegir qué acciones realizar. “Esto lo hace mediante intentos repetidos y recibiendo información sobre su desempeño”, aseguró Knight.
Junto a este método de aprendizaje por refuerzo, implementaron una tecnología llamada búsqueda en árbol para explorar y recordar posibles movimientos en el tablero. El objetivo de la combinación de estos sistemas es llevar al modelo de lenguaje a que ejecuten más de una tarea en internet y en los computadores.
Sin embargo, el entrenamiento de esta tecnología no solo lleva mucho tiempo —quizás meses— sino también mucha plata. Sam Altman, CEO de Open IA, confesó que todo el proceso para la creación de ChatGPT exigió más de 100 millones de dólares. Por lo tanto, Gemini podría acercarse a esos números o incluso más.
Aunque Google está claramente apurado por sacar esta nueva inteligencia artificial y darle la segunda batalla a OpenAI, por el momento se tendrá que resguardar en la trinchera. Por más de que esto signifique que aún no tienen una herramienta al nivel de ChatGPT.
Ahora, en la búsqueda de superación también hay que recordar los límites. En su entrevista con Wired, Hassabis declaró que hay que apostar a estas innovaciones con audacia y valentía debido a los grandes beneficios que puede traer en diferentes dimensiones. Sin embargo, asegura que uno de los mayores desafíos es determinar los posibles riesgos de crear una IA más capaz. Para esto, sugiere que el sector “investigue más” para así tener respuestas.
En el último tiempo ChatGPT se ha posicionado como la cara de la inteligencia artificial. Esta famosa herramienta creada por OpenAI ha cautivado la atención y el interés del mundo entero: tanto por su innovación como por sus alarmantes riesgos para la humanidad.
Pero, al que más le llamó la atención el lanzamiento de este nuevo bot fue a Google. Por dos razones principales: en primer lugar, por temor a ser reemplazados. ¿Por qué buscar algo en el buscador si ya se lo puedo preguntar a ChatGPT directo? Y, en segundo lugar, porque notaron que se estaban quedando atrás en esta revolución digital.
