Inteligencia Artificial: el “gigante” tecnológico no es solo para las grandes empresas - RED/ACCIÓN

Inteligencia Artificial: el “gigante” tecnológico no es solo para las grandes empresas

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

Las ventajas de las nuevas tecnologías pueden optimizar diferentes áreas de las pymes, ya que les permite automatizar tareas. De esta manera, mejoran los tiempos y la eficiencia de los servicios.

Inteligencia Artificial: el “gigante” tecnológico no es solo para las grandes empresas

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El 2023 nos sigue sorprendiendo con los avances de la inteligencia artificial (IA). La presencia de estas herramientas de análisis de datos y automatización de tareas mediante algoritmos es cada vez más común. Por eso creemos que las pequeñas y medianas empresas no deberían quedarse por fuera de esta tendencia, sino más bien verla como una aliada en el ámbito profesional en todas sus formas.

Según Forbes Advisor, el 64% de las compañías creen que la IA incrementará su productividad promedio. Asimismo, Accenture afirma que el 84 % de los altos ejecutivos creen que deben aprovechar la IA para lograr sus objetivos de crecimiento. Ahora bien, las nuevas tecnologías no deberían quedar relegadas solo a las grandes corporaciones. Los beneficios de los algoritmos personalizados y la automatización pueden verse en distintas áreas del proceso productivo; las ventajas que genera en eficiencia, precisión y productividad, también pueden ser útiles para las pymes. Es cierto que, a mayor valor esperado de la IA, mayor inversión en infraestructura tecnológica y conocimiento, pero existen alternativas de impactar satisfactoriamente procesos, según el nivel de posibilidades.

En SURA ya utilizamos la IA en distintos procesos. Bots conversacionales inteligentes para la atención de distintas solicitudes de usuarios internos y externos, modelos de recomendación de ofertas personalizadas, análisis inteligentes de documentos y soportes para algunas reclamaciones, asistentes virtuales para la atención, gestión y cierre de PQRs, asistentes generadores de código para desarrollo de software y sistemas de detección de fraude a nivel de persona y reclamación, son algunos ejemplos exitosos de aplicación de IA al interior de la compañía. 

El estado actual de desarrollo sobre la IA, brinda la posibilidad de tener impacto sobre las distintas áreas de una organización. En TI, con la creación de asistentes virtuales para responder a inquietudes de procesos, generar y evaluar código de programación o, en mayor profundidad, optimizar las estrategias de ciberseguridad para proteger datos privados. En Asuntos Legales, con la clasificación y escritura de documentos e identificación de conceptos clave y diferencias en contratos. 

En Recursos Humanos, con el análisis de hojas de vida para seleccionar y clasificar candidatos, la estandarización de pruebas técnicas, el análisis de comportamiento en entrevistas grupales, la búsqueda de perfiles con alto rendimiento esperado y con el diseño de rutas de aprendizaje personalizadas a partir del análisis de habilidades y desempeño. En ventas, sus capacidades van desde recopilar y analizar grandes cantidades de información para predecir probabilidades de compra, hasta detectar oportunidades de negocio con ofertas personalizadas.

Aunque las ventajas y oportunidades son considerables, también lo son los riesgos. En particular, los principales recaen sobre el desarrollo y uso responsable de la IA. El diseño, desarrollo y consumo de estos sistemas, no debe quedar por fuera de principios éticos, respeto y beneficio para la sociedad, además de respetar la propiedad de los modelos o de los datos empleados por los mismos. No es de menor importancia, el riesgo de privacidad o de exposición de datos sensibles de las compañías y el relacionado con el cumplimiento de leyes y estatutos, incipientes pero cada vez más frecuentes, de regulación de la IA.

En este mismo orden de ideas, en un espectro amplio, la IA complementa o asiste al ser humano para la toma de decisiones. Es por esta razón, que se requiere de la participación de este en funciones de supervisión, realimentación, validación del uso y re-entrenamiento de estos sistemas. Por último, la aplicación de la IA requiere de altos niveles de calidad, transparencia y comprensión de los resultados, y bajos niveles de sesgo y discriminación. Así, podremos asegurarnos de que el uso de esta tecnología esté a la altura de la transformación responsable y de las expectativas de los distintos públicos de interés.

A medida que evoluciona, la IA se transformará en un empleado más del mundo empresarial. Dar el salto a la transformación digital es una gran decisión que va más allá de las corporaciones. Las pequeñas compañías también pueden hacer uso de las ventajas de las nuevas tecnologías y optimizar sus ideas de negocios en distintos sectores. La IA ya alcanzó un lugar de familiaridad en nuestro día a día. Es hora de aplicarla en nuestras empresas para llevarlas a un siguiente nivel.