Inteligencia Artificial y medio ambiente, una nueva alianza para proteger a los océanos - RED/ACCIÓN

Inteligencia Artificial y medio ambiente, una nueva alianza para proteger a los océanos

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

Un informe de las Naciones Unidas asegura que uno de cada cinco peces capturados provienen de la pesca ilegal o no regulada. Las herramientas para detectar esta actividad no han brindado los resultados necesarios. Sin embargo, la IA parece prometer una solución.

Inteligencia Artificial y medio ambiente, una nueva alianza para proteger a los océanos

Crédito: Imagen de rawpixel.com en Freepik

Las utilidades de la inteligencia artificial son cada vez más evidentes. Hoy, sus beneficios aterrizan en el cuidado del medio ambiente: una nueva tecnología llamada MARLIN fue desarrollada con el objetivo de detectar la pesca ilegal y proteger a los océanos. 

Según una nota de National Geographic, esta será la primera vez que se utilizará la inteligencia artificial para detectar este tipo de actividades y así funcionar como un guardavidas de los mamíferos marinos. El proyecto, financiado por Innovative UK, fue diseñado por científicos de la Universidad de Southampton junto a los expertos en ciencias oceánicas de la compañía inglesa RS Aqua

Pero, ¿cómo funcionará MARLIN? De acuerdo con National Geographic, esta última será un robot que emplea sensores submarinos para monitorear de forma remota la actividad animal, humana y ambiental en cualquier parte del océano antes de transmitir datos en tiempo real. “Su objetivo es detectar diversas actividades susceptibles de tener un fuerte impacto en el medio ambiente oceánico”, explica Héctor Rodríguez, periodista especializado en ciencia y naturaleza. 

Para esto, la tecnología desarrollará las técnicas de aprendizaje automático más novedosas que permitirá monitorear de forma remota el entorno submarino y tomar decisiones en tiempo real. Una actividad que, hace poco tiempo, parecía imposible. 

Hasta hoy, se tenían que dejar los instrumentos bajo el agua durante meses y recuperarlos antes de acceder a sus datos, según explicó el director de investigación de RS Aqua, Ryan Mowat en la página oficial. Con la incorporación de MARLIN, los datos serán exportados en tiempo real a una interfaz fácil de usar. “Esta tecnología revolucionará la forma en que monitoreamos científicamente nuestro entorno oceánico”, reflexiona Mowat. 

El director de investigación de RS Aqua afirmó que hay varios beneficios principales a la hora de integrar MARLIN. En primer lugar, ayuda a garantizar que la construcción en alta mar de, por ejemplo, parques eólicos sean sensibles a la actividad de los mamíferos. En segundo lugar, permitirá el monitoreo de áreas marinas protegidas a través del reconocimiento en tiempo real de la actividad de pesca legal. 

Por último, MARLIN proporcionará un método sostenible y rentable de vigilancia de los océanos, que podría desempeñar un papel importante en el crecimiento de la economía de los océanos azules, según la página oficial. Esto se debe a que los sistemas de vigilancia a distancia en tiempo real reducirán la necesidad de que los buques de monitoreo permanezcan en el mar, disminuyendo las emisiones de CO2 hasta un 75%. 

“Utilizar el poder de la inteligencia artificial para vigilar el sonido en el mundo submarino, combinado con la capacidad de transmitir rápidamente la información a tierra, nos permitirá proporcionar herramientas para proteger los frágiles ecosistemas marinos y detectar toda una serie de actividades ilegales”, reflexiona Paul White, profesor de Procesamiento Estadístico de Señales de la Universidad de Southampton. 

Naciones Unidas asegura que 1 de cada 5 peces capturados proviene de la pesca ilegal o no regulada. Según la FARN (Fundación Ambiente y Recursos Naturales) algunas de las consecuencias de esta actividad incluye la captura especies protegidas, amenaza la seguridad alimentaria de las comunidades que dependen de los recursos pesqueros y afecta el medio de vida de quienes se dedican a la pesca artesanal. 

Así, vemos cómo esta actividad presenta un gran riesgo para todo el océano, los seres que lo habitan y las personas que dependen de él para vivir, como nuestra sociedad. La inteligencia artificial se demuestra, entonces, como una herramienta con potencial para ayudar y reducir estos efectos.