Las aventuras de Gala, la primera guía de rafting de Neuquén, en un paraíso de la Patagonia - RED/ACCIÓN

Las aventuras de Gala, la primera guía de rafting de Neuquén, en un paraíso de la Patagonia

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

Gala Cappelletti cumplió el sueño de desarrollar un proyecto que le permitiera vivir en la tierra donde nació y crió en la cordillera neuquina. Es a pura adrenalina y aquí cuenta la historia. Como son las flotadas que ofrece en Aluminé y cuánto cuestan.

Las aventuras de Gala, la primera guía de rafting de Neuquén, en un paraíso de la Patagonia

A bordo, vértigo, asombro y sonrisas. Al mando del gomón, Gala lleva al grupo a pura motivación. En los tramos más calmos, les cuenta de los árboles y los animales de esta joya de la cordillera.

Nació y se crió en Aluminé, tierra de montañas y lagos, campos y arroyos, naturaleza pura en la cordillera neuquina, ideal con su oferta de campings y cabañas para una escapada de verano. Senderos de trekking, circuitos de mountain bike, pesqueros cercanos que invitan a soñar con las mejores truchas, entre otras atractivas opciones, se suman a una actividad que cada vez gana más adeptos, a puro vértigo y adrenalina: la aventura inolvidable de domar los rápidos del río Aluminé.

Gala Cappeletti Murphy, de 25 años, lo sabe bien. Es la primera mujer guía de rafting de Neuquén y también la prestadora de servicios más joven. En su caso, el que atrae a turistas en dos modalidades: una más extrema que prefieren los audaces e iniciados y otra más calma pero igual de divertida apta para toda la familia.

Gala Cappelletti, a pura sonrisa en su lugar en el mundo. El año pasado tuvo su primera experiencia de trabajar como guía de rafting en el verano de Italia..


Consiguió, así, lo que quería: unir la maravilla de vivir en su tierra sin necesidad de irse para desarrollar su vocación con un proyecto que le permitiera ganarse la vida y al mismo tiempo disfrutar al aire libre del paraíso patagónico donde creció.

Lo logró gracias al emprendimiento que bautizaron Abra Ancha, que lleva adelante con su novio Denis en el que pone el hombro toda la familia y que está abierto todo el año con el objetivo de quebrar la idea de que solo es una actividad veraniega.

Así, con tres balsas habilitadas por la Prefectura Naval, salen a la aventura cada día y hasta Mora, la perra que ama el río, se suma a dar la bienvenida a los visitantes y los acompaña a divertirse en el Aluminé moviendo la cola.

Con 25 años, también es la prestadora turística más joven de Aluminé.

El camino no siempre es sencillo. Sabe, por ejemplo, que después de acariciar a Mora, cuando ven que ella que se acerca a recibirlos, los turistas la miran con cara de dónde está el adulto responsable. Pero suelen ser apenas unos instantes: basta que la escuchen en la charla técnica para que se genere la primera empatía que continuará más tarde a bordo mientras aporta detalles de los árboles y los animales que cruzan, toma forma la flotada y ella lee al mismo tiempo al río y al grupo, detecta si es momento de silencios, de sonrisas, de gritos motivadores.

Lo que sí la enojaba fue la subestimación que sintió en los primeros tiempos cuando era una mujer aún más joven al frente de una balsa de rafting. “Me daba rabia, pero nunca di el brazo a torcer. Y acá estoy”, dice. También se acostumbró a ser la más chica en las reuniones de prestadores turísticos y a esta altura lo lleva con naturalidad.


Vivir orillas del río Aluminé


Creció entre bosques, arroyos, ríos y montañas. “Una tranquilidad, una paz, una belleza que no cambio por nada”, dice. Hizo la primaria en la Escuela 52 y la secundaria en el CPEM 14.


El Aluminé siempre fue una tentación cercana y las primeras experiencias las vivió en la Escuela Municipal de Kayak, como tantos otros. Al principio le daba desconfianza, después aprendió a moverse en el río según las corrientes, a saber dónde podía meterse y dónde no.

A puro vértigo entre araucarias.

Más tarde se deslumbró con el rafting, que conoció de la mano de su novio Denis, integrante del seleccionado argentino en tres mundiales. Además, Gala tuvo la suerte, cuenta, de tener como profesor a Fabián Quiroga: “Un amigo del río que me enseñó todo lo que se”. Eso, los amigos del río, es una parte clave de esta historia: una cofradía solidaria que comparte la pasión por el rafting, la naturaleza y la buena onda. Es el espíritu que soñaron para su emprendimiento y que se traduce en compartir una mateada, una comida o una bajada entre todos los integrantes del equipo, el mismo que quieren transmitir cada vez que alguien se sube a sus balsas y empieza la aventura de domar el río.


Dos propuestas para hacer rafting

El circuito Aluminé superior es la propuestas más exigente. Ofrece una salida hacia el tramo norte luego de la naciente en el lago a 30 km de la localidad. Son 12 km de recorrido clase III/IV a pura adrenalina, con rápidos continuos de distinto nivel de dificultad, navegando las aguas cristalinas del Aluminé entre las araucarias. Incluye los trajes de neoprene, las botas, el chaleco, el casco, chaqueta rompeviento, seguros, fotos y un pollo al disco con la mano experta de Sandra, la mama de Denis, que suele levantarse de madrugada para amasar el pan casero. Cuesta 20.000 pesos por persona y es para adultos y mayores de 16 con autorización de los padres. Hay que consultar las fechas: depende del caudal del río.

Sabroso pollo al disco después de navegar.

Chapuzones en el Aluminé.


La otra propuesta es el circuito Abra Ancha, ideal para toda la familia. La exigencia es más leve (clase II/III) y con una duración de dos hs para navegar 5 km en la parte baja del río Aluminé a 10 km del pueblo con parada para disfrutar de chapuzones en piletones naturales. Termina con una merieda en la base e incluye los mismos servicios. Cuesta $ 10.000 y $ 7.000 menores de 10.

Este contenido fue originalmente publicado en RÍO NEGRO y se republica como parte del programa «Periodismo Humano», una alianza por el periodismo de calidad entre RÍO NEGRO y RED/ACCIÓN.