Compañías como Open AI, Google o Microsoft son consideradas las líderes de la inteligencia artificial. Pero, a medida que el fenómeno va creciendo, nuevas propuestas nacen. Una en especial ha llamado la atención del público: Mistral AI, una startup parisina que ya está valuada en 2 mil millones de dólares.
Fue fundada el pasado mayo por tres exinvestigadores de Meta y Google que rondan los 30 años. Según informa The New York Times, el valor de la empresa se ha multiplicado por más de siete en tan solo seis meses y entre sus principales inversores se encuentran las famosas empresas de Silicon Valley Andreessen Horowitz y Lightspeed Venture Partners, como también BNP Paris y Nvidia.
"Desde la creación de Mistral AI en mayo, hemos perseguido una ambición clara: crear un campeón europeo con vocación mundial en inteligencia artificial", ha declarado su Arthur Mensch, CEO y cofundador de la empresa de acuerdo con el diario francés Le Monde.
Pero ¿qué ofrece Mistral AI que no ofrezcan Open AI, Google o Microsoft? Con tan solo 22 empleados, esta pequeña startup se especializa en el desarrollo de amplios modelos de lenguaje, es decir, la tecnología que usa el reconocido ChatGPT. Sin embargo, lo hace con una particularidad que hasta ahora no se había visto.
Más allá de un chat conversacional de acceso público, Mistral quiere permitir que otras empresas o instituciones integren su IA para generar sus propios chatbots, asistentes motores de búsqueda o generadores de contenido automáticos adaptados a su propio contexto, lo que les permitiría automatizar procesos y reducir costes.
Una idea que su competidor OpenAI ya viene desarrollando. De hecho, el pasado noviembre anunció la nueva actualización llamada GPTs para los suscriptores plus en la cual pueden diseñar su chatbot para que se adapte y responda a las necesidades específicas como, por ejemplo, para asesorate con temas técnicos de la computadora.
La codificación de la inteligencia artificial, abierta al público
Por otra parte, Mistral, a diferencia de las otras empresas tech, cree en compartir esta tecnología como software de código abierto —código informático que puede copiarse, modificarse y reutilizar libremente—, proporcionando a los usuarios todo lo que necesitan para construir rápidamente sus propios chatbots.
“La IA debería ser abierta. Al dar acceso a todo el mundo a una parte del software —y animar a cualquiera a contribuir con código de retorno— los proyectos de código abierto construyen una rueda volante para mejorar las características, la estabilidad, el rendimiento, la seguridad y mucho más”, explican voceros de Andressen Horowitz en un comunicado de la empresa donde anuncian su inversión.
Para algunos, específicamente OpenAI y Google, esta iniciativa es sinónimo de peligro. Ambas empresas ofrecen sus servicios a empresas pero con restricciones ya que no quieren que sus tecnologías de inteligencia artificial reproduzcan lo que aprendieron sobre algunos temas sensibles como racismo o machismo. Así, justifican esta acción con el hecho de que, si se liberan los códigos, las personas podrían usar la tecnología para generar desinformación y material que implique daño para la sociedad.
Mientras el debate sobre su apertura sigue en pie, Mistral solo gana popularidad con su propuesta de valor en el mercado tecnológico. Arthur Mensch ya compartió escenario a solas con Emmanuel Macron en la feria tecnológica más importante de Europa, Vivatech y, además, el ministro de finanzas francés, Bruno Le Maire, señala el nacimiento de la compañía como una gran oportunidad de crecimiento para Europa en un mercado dominado por Estados Unidos.
