Una de cada seis parejas afronta dificultades para concebir. La fertilidad femenina es compleja y multifactorial, pero algunos estudios sugieren que frutas, verduras, frutos secos, legumbres, cereales integrales y grasas saludables se asocian con reducción de estrés e inflamación, y por ende, mejoras en la salud reproductiva.
Aunque tradicionalmente se consideraba que el esperma carecía de microorganismos, estudios recientes utilizando herramientas de biología molecular han identificado una diversidad de microorganismos en el semen, sugiriendo su posible influencia en la salud reproductiva masculina.
En el país, cada vez más mujeres eligen congelar óvulos: en 2020 hubo un 30% más de procedimientos que en 2019 y en el primer semestre de 2021, un 100% más que el primer semestre de 2020. Ante la presión del reloj biológico, esta técnica se perfila como una herramienta empoderadora. Pero ¿hasta qué punto es una garantía de maternidad a futuro? ¿Cuán doloroso es el proceso y qué riesgos están asociados?
Tanto en la Argentina como en la mayoría de los países se registra una caída sostenida en las tasas de natalidad, al mismo tiempo que la esperanza de vida de las personas es cada vez mayor. Se estima que para mediados de siglo la cantidad de muertes superará al nacimiento. Y esto tiene implicancias económicas, sociales y ambientales, que deben considerarse desde ahora.