Mover el cuerpo hace bien. Los beneficios de hacer actividad física son innumerables en la salud: controla el peso, previene enfermedades cardiovasculares, nivela los niveles de azúcar e insulina, fortalece huesos y músculos, promueve un mejor descanso y, en definitiva, alarga la vida. Pero aunque no se habla tanto de esto, movernos ayuda enormemente a nuestra salud mental.
En esta época donde controlar las preocupaciones y el estrés se vuelve cada vez más difícil, hacer ejercicio podría ayudarnos a enfrentar el día a día de forma más positiva. Y es que gracias a las hormonas que liberamos al ponernos en movimiento, ejercitarnos de manera regular actúa como un “antidepresivo natural” en nuestro cuerpo.
Las hormonas que nos ayudan a mantener un buen estado de ánimo son cuatro: la oxitocina, la dopamina, la serotonina y las endorfinas. Estos químicos naturales son los “mensajeros” del cuerpo y viajan a través del torrente sanguíneo para avisar a nuestro cerebro que nos sintamos bien.
Julieta Bilbao, licenciada en Psicología y especialista en el tema, nos contó que existen numerosas formas de liberar estas hormonas de manera natural. Además de hacer ejercicio, es importante reírnos, abrazar, comer alimentos ricos en triptófano y exponernos al sol, entre otras cosas. Pero, sin dudas, hacer ejercicio es una de las mejores actividades que podemos hacer.
Cuando nos movemos ―así sea haciendo un deporte, saliendo a caminar, a correr, andando en bici o bailando― nuestro cuerpo libera endorfinas y serotonina. Las endorfinas están relacionadas al placer y funcionan como un analgésico porque ayudan a aliviar dolores. La serotonina, por su parte, es la encargada de ayudarnos a mantener un buen estado de ánimo y es la que se conoce como el “antidepresivo natural” por excelencia.
Los efectos de estas hormonas de la felicidad duran en nuestro cuerpo una cierta cantidad de horas después de realizar el ejercicio. Pero si nos movemos varias veces a la semana, nuestro estado de ánimo diario puede mejorar notablemente. Las hormonas no hacen que nuestros problemas y preocupaciones se disipen, pero nos ayudan a sentirnos mejor frente a la misma vida.
El estudio sobre esta idea se viene ampliando desde hace varias décadas y este año una nueva investigación liderada por Ben Singh de la University of South Australia trabajó sobre los datos de más de 128.000 participantes y concluyó que la actividad física debería ser un enfoque fundamental en el tratamiento de la depresión, la ansiedad y la angustia psicológica. El paper fue publicado en la revista British Journal of Sports Medicine.
Además de hacer ejercicio, también hay otras maneras que ayudan a liberar serotonina, este “antidepresivo natural”.
Meditar. Si nos tomamos el tiempo de meditar unos minutos cada día y lo hacemos recordando o imaginando momentos felices, liberamos serotonina.
Hacer actividades divertidas. Pasar tiempo con amigos o consumir contenido gracioso aumenta nuestras chances de reírnos y la risa libera las cuatro hormonas de la felicidad.
Estar al sol. Exponernos a la luz solar con los ciudadanos necesarios también nos ayuda a liberar serotonina.
Comer alimentos ricos en triptófano. Esta sustancia es precursora de la serotonina y solo podemos adquirirla a través de alimentos como el chocolate, la banana, la palta, los frutos secos, las semillas, los huevos y los lácteos.
En resumen, hacer deporte nos puede ayudar mucho a sentirnos mejor en el día a día y a esquivar las angustias. Sin embargo, cuando los síntomas de depresión son severos, esta actividad no sería suficiente y lo mejor siempre será consultar con un profesional sobre el tema y seguir el tratamiento aconsejado.