Ascensorista, diariero y otros cuatro trabajos que ya no existen por el avance del tiempo (y la tecnología) - RED/ACCIÓN

Ascensorista, diariero y otros cuatro trabajos que ya no existen por el avance del tiempo (y la tecnología)

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

Muchos empleos tradicionales se han perdido con el paso del tiempo. Y, a futuro, la inteligencia artificial amenaza con reemplazar algunos puestos de trabajo más.

Ascensorista, diariero y otros cuatro trabajos que ya no existen por el avance del tiempo (y la tecnología)

Frame Cinema Paradiso.

El avance del tiempo y los procesos históricos que marcaron un antes y después en la vida de las personas, como la industrialización, las guerras mundiales y la globalización, generaron que muchos empleos se pierdan de manera prácticamente natural.

Casi sin darnos cuenta, muchos puestos de trabajo quedaron en el olvido y hoy forman parte de un recuerdo nostálgico de otra época. Y es que con la llegada de internet a nuestras vidas todo avanzó tan rápido que ahora los límites parece que son sólo mentales –aunque suene cliché, algo de razón tiene la frase–. 

Gracias a los últimos avances, ahora parece que los humanos tenemos la capacidad de desarrollar tecnologías nunca antes vistas y llegar hasta el fondo del mar o salir de la estratosfera para explorar el universo a gusto y piacere (o a gusto y dólares). Así todo,  los robots, la medicina con IA, los celulares cada vez más veloces y las conexiones a la red en los lugares más remotos del planeta parecen ser solo la punta del iceberg de todo lo que estamos por vivir.

En este proceso que compartimos colectivamente como humanidad, es probable que algunos empleos se vayan perdiendo y otros nuevos se generen. Hasta el momento, estos son los trabajos que ya no se ejercen o están por extinguirse:

Mecanógrafo/a

Por lo general, era un trabajo realizado por mujeres en los que su principal función era ser expertas en utilizar a gran velocidad las máquinas de escribir. Se dedicaban a crear documentos en estudios jurídicos, juicios o también en otros sectores como asistentes. Ahora, este trabajo se adaptó en las cortes judiciales con el puesto de los estenógrafos que escriben todo lo que sucede en un juicio, aunque con la inteligencia artificial no sabemos cuánto tiempo durará este puesto.

Ascensorista

El objetivo de los ascensoristas era abrir y cerrar las puertas de los ascensores, apretar los botones y llevar a la gente a los distintos pisos de un edificio. Este trabajo podés verlo en viejas películas o en el icónico film de Wes Anderson The Budapest Hotel.

Zapatero

Otro oficio que está a punto de extinguirse porque ahora (aquellas personas que tienen la posibilidad) si se les rompe un calzado lo guardan en el fondo del placard o lo descartan sin ningún planteo personal de reciclaje. Antes, el zapatero arreglaba los zapatos y zapatillas y su labor colaboraba para que los calzados tuvieran un tiempo más largo de uso. En la actualidad es un trabajo que está a punto de extinguirse.

Proyectista de cine

Esta persona se encargaba de colocar los rollos de película en las salas de cine para comenzar a proyectarla. Era un oficio muy delicado porque los rollos de celuloide se podían echar  a perder o incluso prenderse fuego. La película que mejor muestra esta labor es Cinema Paradiso. Ahora el oficio es automatizado, por computadora.

Diariero a domicilio

Hace no mucho, la gran mayoría de las personas que leía diarios lo hacía en papel y se suscribía mensualmente en el puesto más cercano para que se lo entreguen en la puerta. Este trabajo lo hacía un chico en bici en los barrios y en las grandes ciudades en camiones. Si bien esta práctica sigue haciéndose, cada vez es menos habitual y es uno de los trabajos en riesgo de extinción porque muchas personas leen diarios online o se acercan a comprarlo directamente en el puesto.

Repartidores de leche

Probablemente se te venga a la cabeza alguna escena de las películas norteamericanas de los años 90 o de El Chavo del 8, pero en Argentina este trabajo es bastante común y más aún en pueblos o zonas rurales en donde se reparten botellas o bidones de leche en bicicleta o moto. Sin embargo, con el urbanismo expandiéndose, este trabajo también está por desaparecer.