El salario mínimo en dólares es un dato que sirve para comparar cómo viven los trabajadores en distintos países. Sin embargo, en ese análisis es importante tener en cuenta el costo de vida de cada lugar, ya que aunque haya diferencias en los sueldos, los precios de los productos y servicios necesarios no siempre son iguales.
Según un artículo de BBC Mundo, los países con el sueldo mínimo más alto de América Latina son Costa Rica con US$650 dólares al mes, y Chile y Uruguay, con US$550. En relación al dólar blue actual en Argentina, esto equivaldría a aproximadamente entre $320.000 y $270.000. Los números son bastante lejanos, no sólo al sueldo mínimo establecido, sino también al salario promedio que recibe un trabajador.
En nuestro país, el Gobierno estableció en abril un incremento del 26,6 % en tres tramos que terminó marcando en junio un salario mínimo de $87.987, que en dólar blue son nada más que US$178. La nueva convocatoria del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, que establecerá la nueva actualización, está prevista para el 15 de julio.
La población más vulnerable de Argentina y de Latinoamérica en general, dedica la mayor parte de sus ingresos a la alimentación y al pago del alquiler. El artículo de la BBC cuenta las historias de tres personas que viven en los países de mayor salario mínimo y comparan sus ingresos con su costo de vida.
En Costa Rica, por ejemplo, el salario mínimo es de US$650 y la canasta básica alimentaria es de US$109 per cápita, lo que representa un 17 % de los ingresos de una persona que vive sola. En Argentina, en abril el sueldo mínimo era de $80.342 y la canasta básica alimentaria de un adulto de $30.469, es decir que un trabajador que recibe un sueldo mínimo tuvo que destinar el 37% de sus ingresos a los alimentos para no caer en la línea de indigencia. Si hablamos de la canasta básica total, ese mes fue de $65.813, es decir que tener un sueldo mínimo y ser pobre es casi lo mismo en Argentina.
De todos modos, tampoco es fácil vivir en otros países de Latinoamérica con un salario mínimo. En Santiago de Chile, por ejemplo, el alquiler de una vivienda en un barrio periférico puede alcanzar el 60 % o 70 % de ese salario, cuando se estima que para vivir tranquilo el porcentaje debería ser de un 30 % mensual. La línea de pobreza, sin embargo, se sitúa en US$280 dólares al mes, es decir, aproximadamente la mitad de un sueldo mínimo.
