¿Cuán importante es que niños y niñas asistan al nivel inicial, es decir, a salas de 3, 4 y 5 años? Según un reciente informe del Observatorio Argentinos por la Educación, está asociado a un mejor rendimiento en las siguientes etapas educativas y a una mayor disciplina escolar, entre muchos otros beneficios.
El documento “Importancia del nivel inicial: evidencia, costos y desafíos pendientes”, de los autores Martín De Simone (Banco Mundial), Martín Nistal y Leyre Sáenz Guillén (Observatorio de Argentinos por la Educación) es el primero de una serie de informes que destacan buenas prácticas en educación. En resumen, consiste en una revisión de la literatura académica sobre la evidencia del impacto de las políticas de primera infancia, particularmente en el nivel inicial (de 3 a 5 años), en Argentina, América Latina y el resto del mundo.
La primera conclusión que sacan los autores es que mientras más jardines de infantes hay, mayor es la asistencia a las salas de 3, 4 y 5 años (estas dos últimas son parte de la educación obligatoria en la Argentina). Pero ¿qué beneficios encontraron entre quienes van al jardín?
- Mejores rendimientos en Lengua y Matemática en la primaria.
- Mayor tasa de permanencia en la escuela, un mayor número de años escolares completados y menor deserción escolar. Por ejemplo, a los 15 años los niños que asistieron al nivel inicial tienen un 27 % más de probabilidades de estar escolarizados que quienes no asistieron al jardín.
- Mejor disciplina escolar.
- Aumento de la probabilidad de matricularse en la universidad.
“La evidencia es contundente: la posibilidad de ir al jardín de infantes marca una diferencia sustantiva en el futuro de cada niño y niña. Los datos muestran que garantizar el acceso al nivel inicial de todos los niños y niñas redunda en mejores trayectorias educativas, aprendizajes más robustos y habilidades sociales más desarrolladas. Por eso es tan importante invertir en el nivel inicial”, afirma al respecto Melina Furman, investigadora del CONICET y profesora de la Universidad de San Andrés.
Inversión
Otro punto en el cual hace hincapié el informe es en la cantidad de aulas necesarias. Si bien en los últimos años se ha avanzado en este aspecto, necesitan construirse al menos 24.202 aulas para dar cobertura a todos los niños y niñas del país en edad de asistir a la educación inicial De este total, 17.399 aulas deberían ser salas de 3, 5.144 para la sala de 4 y 1.659 para sala de 5.
“La educación inicial es un derecho, pero sabemos que eso, lamentablemente, no suele ser suficiente para promover inversiones en el sector. En el documento mostramos que, además, la educación inicial es una inversión inteligente. Tiene retornos altísimos, tanto individuales como sociales, y tiende a beneficiar más a los más vulnerables. En otras palabras, si bien el costo de expandir la oferta de educación inicial no es menospreciable, se trata de una inversión que, con el tiempo, se paga sola”, explica Martín De Simone, coautor del informe.
¿Cuánto costaría construir las aulas necesarias? El informe analiza dos posibilidades: la primera calcula los costos de las aulas; mientras que la segunda, más conservadora, incluye también todo lo que debiera rodear al aula, como baños, oficinas de dirección o secretarías. En el primer caso, se calculó que, para construir todas las aulas necesarias, se precisarían 677.317.172 dólares, que es un 2,13 % de los gastos anuales en educación del año 2021. En el segundo caso, se necesitaría invertir 2.118.374.169 de dólares, un 6,66 % del gasto en educación de 2021.
El informe también aclara que, según algunas investigaciones, una expansión demasiado ambiciosa del sistema podría afectar la calidad de la educación: en ese sentido, recomiendan un “balance” entre la ampliación de la disponibilidad de aulas y la atención a la calidad educativa, teniendo en cuenta especialmente factores como el clima de enseñanza en la sala, así como la relación docente-niño.
