La inclusión laboral de mayores de 45 años: cómo una organización trabaja en este desafío - RED/ACCIÓN

La inclusión laboral de mayores de 45 años: cómo una organización trabaja en este desafío

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

La asociación civil Diagonal trabaja para que todos y todas cuenten con un trabajo digno, sin importar la edad. Cuentan para ello con un programa de reinserción laboral, que enseña no solo técnicas de empleabilidad sino que trabaja en la autoestima de las personas.

La inclusión laboral de mayores de 45 años: cómo una organización trabaja en este desafío

Intervención: Marisol Echarri.

¡Buenos días! Hoy queremos contarte sobre Diagonal, que no hace solidaridad, sino que busca algo justo: que todas las personas tengan un trabajo digno, más allá de su edad.
Compartí esta newsletter o suscribite

1

Intervención: Marisol Echarri.

Las personas que nacieron en la década del 70 o antes tienen muchas dificultades para conseguir trabajo. Es un sector muy poco requerido. No hablamos en personas en situación de pobreza o más postergadas, sino que es una dificultad de los sectores medios. Y tener más de 45 años y estar sin trabajo es una angustia que le toca vivir a muchos de nosotros como comunidad. Que les toca vivir a muchas personas en nuestro país, en el continente, el mundo.

Hace mucho tiempo apareció una institución particularísima, distintísima. En la actualidad se han vuelto casi expertos en el intento de reinsertar en el ámbito laboral a las personas mayores de 45 años: la asociación civil Diagonal.

En todo lo que hacen, piensan o dicen, no hay un esbozo de solidaridad: se percibe que lo hacen por estricta justicia. Y la diferencia entre una tarea que es justa (que toda persona tenga un trabajo digno) es muy distinto a una mera beneficencia, a una dádiva.

La primera maravilla de Diagonal es haber mirado a esa parte de la población, a un sector de la clase media, que forma parte de las crisis y tiene sus propios dolores. Y la segunda maravilla es esa convicción de que toda persona, por justicia y no por solidaridad, debe contar con su trabajo digno y formal.

Entre numerosos programas llevados adelante desde la década del 90, hay uno que se llama “Reinvención +45”, una necesidad que, con la vertiginosidad de las cosas, la tenemos casi todos los seres humanos. A esa edad hay que reintentar generar redes humanas, amigos, contactos. A esa edad, con la ternura que tienen, tratan de darles nuevas capacidades, especialmente tecnológicas (con lo difícil que esto es para quien ha crecido en otra estructura). Así, hacen un acompañamiento lleno de ternura, por días, meses y años.

Esta institución distinta, diferente, que no se parece a ninguna, porque se le dio por mirar justamente un lugar que pocos miran. No solamente se les ocurrió mirar, sino que decidieron transformar esa realidad.

“Creemos en la construcción de un paradigma del empleo que valore y respete a cada persona por el aporte singular que puede brindarle a una organización, a través de una mirada inclusiva, plural y equitativa”, dicen desde la organización.

2

Desde sus inicios, la organización puso el ojo en los sectores más vulnerables de la sociedad. Primero buscó proveerles una oportunidad de generar ingresos mediante la venta de un periódico. En 2007 comenzaron con su programa de reinserción laboral, en el cual se enfocaron completamente desde el 2008. Ellos consideran que esa franja de clase media y de más de 45 años es una de personas muy vulnerable a crisis económicas y avatares de la economía

Este programa de reinserción laboral, que habla de repensarse, reinventarse, es maravilloso. Es un modelo singular, casi único a nivel mundial, simplemente porque uno no mira esos universos en profundidad.

Un aplauso para Diagonal, una institución cuyos miembros, los de antes, los de ahora, los que vienen, levantaron la mirada. Salieron de sí mismos y vieron con detenimiento, ternura y dedicación, a un grupo de personas que están entre nosotros, pero no es fácil distinguir. Se acercaron, los miraron a los ojos, preguntaron qué necesitaban, y decidieron transformar la realidad.

La cultura solidaria está esperando que llegue la justicia. La solidaridad es para un momento, pero, sobre todo, se necesita de esa justicia, que es una transformación de la realidad. Eso es lo que busca Diagonal. Celebramos su trabajo, hasta el día en que tengan que cambiar de objetivo: el día en que no haya una persona que tenga un trabajo digno y formal.

3

El Programa de Reinserción Laboral se dicta online y es gratuito. Según aclaran en el sitio de la organización: “No te conseguimos trabajo, sino que te acompañamos para que puedas conseguirlo a través de las herramientas que te brindamos”.

Son 7 encuentros virtuales de dos horas de duración cada uno, a cargo de profesionales del ámbito de los Recursos Humanos y de la Psicología. “Pensaba que después de los 45 no se podía hacer mucho y Diagonal ¡me cambió la percepción!", cuenta María Virginia, una de las participantes del programa.

4

—El año pasado Ana Corbelle me decía que la pandemia nos había hecho reflexionar y que las empresas tienen más conciencia de que el talento no es una cuestión de edad. ¿Coincidís? ¿Se avanzó en estos últimos meses en esa área? ¿Conocés algún caso que consideres ejemplar en cuanto a la inclusión laboral de personas mayores?
—Por un lado la pandemia nos ha permitido redefinir la relación con la tecnología y acortar la brecha digital entre los nativos y los  "migrantes digitales". Esto les permitió a muchas personas superarse ante algunos condicionamientos con la tecnología que, previo a la pandemia, los dejaban afuera de muchas oportunidades laborales. Por otro lado, el boom del trabajo remoto también habilitó la posibilidad de trabajar para otros países, por lo tanto, los "filtros" que se imponían sesgadamente en las búsquedas desde las empresas tuvieron que empezar a cuestionarse y a flexibilizarse ante "la escasez de talento. Por último, de la mano de la economía plateada, y de la conciencia acerca del aumento de la expectativa de vida, el término edadismo también empezó a cobrar relevancia, y las empresas comenzaron a hacerse eco de esta problemática, y a ponerla en agenda dentro de las acciones para la promoción de la diversidad e inclusión. Afortunadamente muchas empresas se han acercado a Diagonal en el último tiempo interesadas en que las acompañemos en la adquisición del talento más de 45 años y en generar conciencia de la importancia y la potencia del talento multigeneracional en los equipos de trabajo.

—¿Cuáles son los pilares sobre los que se trabaja en el Programa de Reinserción Laboral?
—El principal pilar que ofrece el PRL es la mirada integral para acompañar a las personas que buscan reinventarse laboralmente. Lo cual comprende no sólo brindar herramientas técnicas para la empleabilidad (como lo es la actualización del cv, la exploración de distintos medios de búsqueda, entre muchos más) sino que por sobre todas las cosas contemplamos los aspectos emocionales que impactan y se ven implicados en todo proceso de búsqueda y redefinición laboral (autoestima, identidad y la generación de redes de contención) como trabajo indispensable para definir todo lo demás (¿qué quiero? ¿donde y cómo lo busco/ofrezco?).

—¿Qué aprendiste de las personas que buscan reinventarse para reinsertarse en el mercado laboral?
—Entre muchas cosas, las personas que participan en nuestros programas me recuerdan siempre con su ejemplo que la humildad, la curiosidad, la capacidad de escucha, la valentía, dedicación y apertura son las mejores aliadas para transitar la vida y sus desafíos. Y que, como dice Jung "nadie transforma a nadie, y nadie se transforma solo. Sólo nos transformamos en el encuentro con el otro"

5

Y cerramos esta edición sobre la reinserción laboral de personas de más de 45 con una bonita historia. La de Conchita, que trabaja como community manager y tiene ¡82 años!

¿Cómo llegó a esto? Bueno, la historia en realidad comienza con Jorge Terreu, un joven español de 24 años, ingeniero informático. Su abuela de 92 lo inspiró a trabajar en un proyecto de telefonía automática, que bautizó con el nombre de su abuela: “Maximiliana”. Los teléfonos cuentan con una tecnología automática gracias a la cual, por ejemplo, para llamar se toca la cara de una persona y el volumen se establece de forma automática.

Pedro, el socio de Jorge, sumó al proyecto a su abuela: Conchita. “Maximiliana es una revolución para una generación que no sabe tocar las teclas. Entonces pensé que yo podría aportar valor a la iniciativa y ayudarlos a comercializar el producto -por mis nietos y por muchas personas que estarán felices-”, cuenta la mujer, quien a través de las redes de Maximiliana comparte cuentos, consejos o recetas de cocina.

Cuidate mucho, cuidalas mucho, cuidalos mucho.
Te mandamos un gran abrazo.

Juan y David