Niñas y adolescentes convertidas en madres: cómo es el plan para reducir los embarazos no intencionales- RED/ACCIÓN

Niñas y adolescentes convertidas en madres: cómo es el plan para reducir los embarazos no intencionales

 Una iniciativa de Dircoms + INFOMEDIA

Cada año, en la Argentina nacen 94 mil bebés de niñas y adolescentes de entre 10 y 19 años. Los embarazos se producen por falta de información y de anticonceptivos. Y producto de violaciones. La tasa más alta la tienen 12 provincias. ¿Cuáles son las consecuencias individuales y sociales? ¿Cómo funciona el plan del Estado nacional que busca reducir semejante cifra?

Niñas y adolescentes convertidas en madres: cómo es el plan para reducir los embarazos no intencionales

Ilustración: Pablo Domrose / Foto: Gentileza Ministerio de Salud y Desarrollo Social

Cada día, unas 258 niñas y adolescentes de entre 10 y 19 años tienen un hijo en Argentina. Es decir, 94.000 al año. De ellas “7 de cada 10 manifiestan durante el posparto que el embarazo no fue intencional", explica Gabriel Castelli, secretario de Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación, y pone énfasis en que "significa que no fue fruto de una decisión libre e informada, sino todo lo contrario”.

En algunos casos estos embarazos son producto de violaciones. En otros, son una consecuencia de la falta de información certera y el no acceso a métodos anticonceptivos eficaces, que muchas adolescentes suelen suplir recurriendo a Internet.

Google, más precisamente, “es el principal aliado de muchísimas adolescentes a la hora de saber cómo cuidarse sexualmente y qué hacer ante un embarazo, con todos los riesgos que eso implica”, alerta Gabriela Guimarey, socióloga especializada en Educación para la Salud y coordinadora del programa “Acompañamiento de maternidades adolescentes” que la asociación civil Surcos implementa en el barrio Nicole, en Virrey del Pino, partido bonaerense de La Matanza.

El embarazo no intencional en la adolescencia puede tener consecuencias negativas en el desarrollo individual, familiar y social. Muchas madres adolescentes abandonan la escuela, se aíslan, no pueden insertarse en el mercado laboral, ni plantearse otro proyecto de vida.

Por eso, desde el Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación están llevando adelante el Plan Nacional de Prevención del Embarazo no Intencional en la Adolescencia, más conocido como ENIA. Abordando el tema de manera integral, informando, educando y acompañando a los adolescentes para que cada uno pueda elegir y planificar si desea cómo y cuándo ser madre o padre, y tenga las oportunidades y herramientas para vivir su sexualidad con plenitud, responsabilidad y libertad.

Educación sexual en Escuela de Comercio Nº18 de Posadas, Misiones / Foto: Ministerio de Salud y Desarrollo Social.

Los tres pilares del plan

Acceso a la información y a la educación sexual integral para que puedan tomar decisiones sobre su sexualidad y sus relaciones. Esa información se da tanto en la escuela como en talleres comunitarios. Reconocen así el derecho de los adolescente a decidir sobre su vida sexual y los métodos anticonceptivos con los que cuidarse. 

Acceso a la salud y a la contención, con consejerías en los centros de salud, salitas y hospitales donde se los asesora y se atienden todas sus dudas. De esta manera, se les reconoce el derecho al acceso a las prestaciones en salud sexual y reproductiva, incluyendo la interrupción legal del embarazo en las situaciones previstas en el marco normativo. También informando sobre cómo acceder a información y a sistemas de protección en situaciones de abuso y violencia.

Acceso a los métodos anticonceptivos, que son gratuitos y está comprobado que son efectivos.

Para poner en contexto la importancia del plan ENIA vale destacar que en Argentina, según la Dirección de Estadísticas e Información en Salud, nacen cerca de 700.000 niños y niñas por año. De ellos, como ya dijimos, unos 94.000 (13,5%) son hijos o hijas de madres menores de 20 años. Y de esos 94.000, unos 2.500 son de niñas de menos de 15 años. A esto hay que agregarles que “la mayor parte de los embarazos adolescentes no intencionales son en entornos socioeconómicos vulnerables”, destaca Castelli.

RED/ACCIÓN descargó los datos oficiales y los reordenó en una planilla para que la comunidad los puede consultar fácilmente.

En qué provincias y cómo se implementa el plan

A lo largo de 2018 y en lo que va de 2019, ENIA se puso en funcionamiento en las 12 provincias del país donde la tasa de embarazo no intencional adolescente es más alta: Buenos Aires, Catamarca, Corrientes, Chaco, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, Salta, Santiago del Estero y Tucumán.

En esas provincias, se armaron equipos de trabajo con representantes de los tres ministerios, tanto provinciales como nacionales, y diseñaron un plan operativo específico en cada una de ellas, buscando:

  1. Fortalecer la capacitación docente; incorporar en las escuelas equipos de asesoría y talleres en educación sexual y otros temas que aparecen entre los que inquietan a los jóvenes, como suicidio, trastornos en la alimentación y violencia. “En total trabajamos con el 30% de las escuelas que nuclean aproximadamente al 50% de la población adolescente de esas provincias”, sostiene Castelli.
  2. Capacitar a profesionales de la salud en las necesidades de los adolescentes.
  3. Conectar a las escuelas con esos centros de salud con profesionales capacitados.
  4. Reforzar las cantidades de métodos anticonceptivos de corta y larga duración a fines de garantizar su disponibilidad en los centros de salud para los adolescentes que los requieran.

En ese sentido, el plan pone mayor énfasis en los métodos de larga duración y reversibles, como son el implante subdérmico y el DIU, siempre sumando el preservativo. Para garantizar así la doble protección, a fines de prevenir también las enfermedades de transmisión sexual.

Los objetivos concretos de ENIA en estas 12 provincias y sus departamentos priorizados son proteger a 116.900 adolescentes, que son las sexualmente activas según cálculos estimados por el equipo del plan. “Este alcance en la protección anticonceptiva permitirá pasar de 9.200 embarazos no intencionales evitados por año al inicio del plan a 43.800 en tres años de vigencia”, puntualiza Castelli.

Por fuera de las escuelas y centros de salud, ENIA busca llegar a los adolescentes no escolarizados a través de actividades comunitarias y recreativas y de los dos trenes sanitarios que cuentan con profesionales que asesoran a los chicos en salud sexual. También lanzaron la línea 0800 Salud Sexual y la web "Hablemos de todo". Allí los chicos acceden a información sobre sexualidad, métodos anticonceptivos, bullying, violencia de género y prevención del suicidio, entre otros temas.

CONOCÉ HABLEMOS DE TODO

En el chat que tiene Hablemos de Todo, la mayoría de las consultas son sobre métodos anticonceptivos: dónde conseguirlos y si pueden ir solos. “Son muy agradecidos los chicos y muchas veces nos dicen que no sabían con quién hablarlo, que con su mamá no pueden”, cuenta una de las profesionales que recibe consultas. Mientras que en el 0800 las preguntas más frecuentes son sobre aborto.

Avances y dificultades para garantizar el acceso al plan

El plan cuenta con un Consejo Consultivo, conformado por unas 20 personas, entre las que se encuentran representantes del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Asociación Civil FUSA, la Sociedad Argentina de Pediatría, la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil, el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género, la Fundación Kaleidos, entre otras organizaciones.

“El Consejo colabora con herramientas para la implementación en las provincias donde el ENIA va a trabajar”, explica Sandra Vázquez, directora ejecutiva de FUSA. Y explica: “En ese contexto, desde FUSA colaboramos con los dos trenes sanitarios que recorren pueblos y ciudades del país”.

Si bien los trenes ya contaban con asesoramiento anticonceptivo, desde hace algunas semanas, contratada por el plan ENIA, FUSA aporta los profesionales que aplican los implantes subdérmicos (un método anticonceptivo de larga duración) provistos por ENIA.

“El tren en las ciudades es muy esperado. Tienen infinidad de servicios. Allí las mujeres se hacen mamografías, colposcopías, papanicolaou y ahora también colocarse un implante”, informa Vázquez.

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➡️ Si no querés quedar embarazada por un tiempo prolongado. ➡️ Si te olvidás seguido de tomar las pastillas anticonceptivas. ➡️ Si querés usar un método discreto y muy eficaz. . Los métodos anticonceptivos de larga duración, como el ?? implante subdérmico ?? puede ser para vos. . ? Conocé la experiencia de Martina, de 18 años, que se colocó el implante y se sacó todas las dudas sobre este método anticonceptivo ⤴️. . ? ¡Importante! Este método NO previene las infecciones de transmisión sexual ni el VIH. Por eso es clave que siempre uses también preservativo ?. . ? @clara.camposb . . . #salud #derechos #anticonceptivos #sexualidad #saludsexual #DSR #PlanENIA

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Respecto a los resultados del plan, Castelli valora que se haya logrado tener un buen sistema de monitoreo y enumera otros logros: “De los 13.000 docentes que nos propusiemos capacitar ya lo hicimos con 8.700; desde septiembre de 2018 a hoy se colocaron 28.500 implantes en menores de 19 años; los equipos especializados asesoraron a 34.000 chicos y chicas; y dictaron 3.100 cursos a profesionales de la salud para capacitarlos en técnicas de colocación de implantes y educación sexual para adolescentes”.

Vale la pena observar que ENIA es un plan lanzado desde el gobierno nacional y en un país federal como el nuestro, su implementación depende de la adhesión de los gobiernos provinciales y municipales.

Un ejemplo es la Ley de Educación Sexual Integral (ESI), que fue sancionada a nivel nacional en 2006 y desde el plan “se detectó que se implementaba poco”, reconoce Castelli. Y sigue: “En este aspecto, hemos logrado avances significativos a través de acciones de capacitación y acompañamiento a las instituciones educativas y sus docentes”. Otro ejemplo son los anticonceptivos que se distribuían gratis, “pero a los que los adolescentes tenían poco acceso”, agregó el secretario.

A la par del plan ENIA, desde el año pasado, el programa que Surcos implementa en el barrio Nicole, ya acompañó a 22 madres adolescentes a las que ayudó a encontrar un nuevo sentido a esta etapa. “Donde hay cambios en relación al vínculo con sus padres, la escuela, los amigos y su sexualidad, en contextos particularmente hostiles para los adolescentes”, detalla Guimarey.

En Nicole, el embarazo adolescente es altamente frecuente y los relatos que escucha Guimarey de las adolescentes “describen la soledad tanto a la hora de recibir información sobre el cuidado sexual por parte de sus referentes cercanos y de las instituciones barriales, como de falta de acompañamiento y orientación acerca de cómo cuidarse en sentido amplio a la hora de establecer nuevos vínculos con amigos y parejas”.