Redacción

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A días de la inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024 del próximo viernes 26, Francia prohibió a las atletas musulmanas usar hiyab o cualquier otra prenda religiosa para competir en varios deportes nacionales, incluyendo el fútbol, baloncesto y voleibol. Esta medida fue criticada por su naturaleza discriminatoria.

Este reglamento ha sido denunciado por Amnistía Internacional (AI) por violar los derechos humanos y demostrar la hipocresía discriminatoria de las autoridades francesas. El Comité Olímpico Internacional (COI), que debería garantizar la igualdad, ha sido señalado por su respuesta inadecuada y despectiva.

Amnistía Internacional, a través de su informe titulado “We can’t breathe anymore. Even sports, we can’t do them anymore” (“Ya no podemos respirar. Incluso ya no podemos practicar los deportes”), recopila los efectos que puede tener esta prohibición.

Además, atletas como Hélène Bâ y organizaciones como Les Hijabeuses han alzado sus voces contra esta medida.

Aunque la prohibición ha existido desde hace algunos años en diversas formas, la controversia ha ganado tracción recientemente. A mediados de junio de 2024, miembros de organizaciones como Sport & Rights Alliance y Basket Pour Toutes enviaron una carta al COI pidiendo el levantamiento de la prohibición, pero recibieron una respuesta una semana después que calificaron de insuficiente.

Según Anna Błuś de Amnistía Internacional, “prohibir a las atletas competir con el hiyab deportivo en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos pone en ridículo la pretensión de que las Olimpiadas de París de 2024 sean las primeras con igualdad de género, y evidencia la discriminación racista y de género que sustenta el acceso al deporte en Francia”.

Finalmente, la regulación está en contra de las reglas de equipamiento de organizaciones deportivas internacionales como la FIFA, la FIBA y la FIVB. Amnistía Internacional revisó las reglas de 38 países europeos y encontró que Francia es el único país que prohíbe el uso de tocados religiosos en los deportes, ya sea mediante leyes nacionales o normas deportivas específicas.

Hélène Bâ, jugadora de baloncesto, declaró a Amnistía Internacional que esta prohibición “es una infracción clara de la Carta Olímpica y de sus valores y disposiciones, y una violación de nuestros derechos y libertades fundamentales". 

Founé Diawara, copresidenta del colectivo futbolístico Les Hijabeuses, expreso en Amnistía Internacional: “Nuestra lucha no es política ni religiosa, sino que se centra en nuestro derecho humano a participar en deportes.” En este sentido, Błuś sentenció:  “Ninguna persona encargada de elaborar políticas debería dictar lo que una mujer puede llevar o no, y ninguna mujer debería ser obligada a elegir entre practicar el deporte que ama y su fe, su identidad cultural o sus creencias”.
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