Un grupo de amigos en 1971 llamaron “4:20” a su plan para ir a buscar un cultivo de cannabis abandonado. Planificaron salir a las 4:20 y “cuatro veinte” (o four-twenty en inglés) pasó a ser la forma en la que se refirieran a la marihuana. El termino se popularizó más adelante gracias al boca a boca y finalmente explotaría en los ‘90 cuando Steve Bloom, editor de High Times (una revista de noticias relacionadas al cannabis), empezó a usarlo con su equipo. Lo que empezó siendo la “hora de drogarse” de un grupo de adolescentes, se convertiría en el símbolo de la marihuana.
Pero, entendamos un poco de qué estamos hablando cuando hablamos de cannabis. Las plantas se clasifican principalmente en dos variedades:
- Sativa, es una especie de clima cálido que se caracteriza por tener mayor altura, y hojas delgadas. Tarda aproximadamente 15 semanas en madurar. Fue denominada así por Carl Nilson y existen de ella dos variedades, el “cáñamo”, utilizado para elaborar papel, ropa y calzado, y la marihuana. La diferencia entre las dos es que el cáñamo no contiene la cantidad necesaria de THC para producir un efecto psicoactivo.
- Indica, es una especie de climas más fríos con plantas cortas, hojas más oscuras y gruesas. Su maduración toma entre seis y ocho semanas y aunque tiene THC, en su composición se encuentran niveles más altos de CBD, un compuesto no psicoactivo con propiedades medicinales.
Además, dentro de sus principales componentes se encuentran el THC y el CBD. El THC o tetrahidrocannabinol es el componente psicoactivo de la marihuana, lo que genera sus efectos psicotrópicos, pero para hacerlo, debe pasar por un proceso de descarboxilación que se logra mediante la aplicación de calor (fumando o cocinando el cannabis). Por su parte, el CBD o cannabidiol, es el compuesto no psicoactivo que es utilizado en la medicina.
La planta que se fuma ahora no es la misma que la de los 90, la serie ‘En pocas palabras’ de Vox (que podés ver en Netflix) explica que la concentración de THC en los especímenes de Marihuana confiscados es casi el triple en la actualidad vs los noventa. Existen cada vez más variedades, para lograr diferentes efectos, y aunque su uso es en su mayoría recreacional, también es usada con fines medicinales e industriales.
Algunos de sus beneficios medicinales son:
- Alivia el dolor
- Controla náuseas y vómitos
- Da ganas de comer: beneficioso para pacientes que han perdido mucho peso y necesitan estimular su apetito.
Además, hay numerosos estudios que coinciden en que el cannabis alivia los síntomas en pacientes de Alzheimer, Crohn, Epilepsia, Glaucoma, Esclerosis Múltiple, entre otros.
¿Qué pasa en Argentina?
Según la Primera Encuesta Nacional de Personas que Usan Cannabis, publicada en el 2021, más de un millón de Argentinos consumen marihuana, el 82,4% de manera recreativa, el 17,6 con fines medicinales.
La encuesta realizada por la Revista THC y el Centro de Estudio de la Cultura Cannábica Argentina (Cecca), reveló que el 98% de quienes la usan para tratar un problema de salud, vieron una mejora en su calidad de vida y el 75,5% redujeron el uso de otro tipo de medicamentos.
En Argentina, la venta y posesión de cannabis y otras sustancias es ilegal, según la Ley 23.737, y se castiga con una pena que va de 4 a 15 años de prisión. Sin embargo, en el 2020 Alberto Fernández reglamentó la ley de cannabis medicinal (27.350), que contempla el autocultivo y en mayo del 2022 se sancionó la Ley 27.996 de cannabis industrial con el objetivo de administrar las licencias para la producción, comercialización y exportación de marihuana. Existen actualmente 45 proyectos en desarrollo vinculados al cannabis, y en Jujuy, se encuentra la plantación legal de marihuana más grande de latinoamérica con 90 mil plantas en 35 hectáreas que pertenecen a Cannava, una sociedad del estado creada en 2018.
