¡Hola amigos y amigas! Bienvenidos a una nueva edición de Oxígeno. Hoy vamos a reflexionar un poco sobre el uso del lenguaje, hablar sobre algunas circunstancias del apagón de ayer y recuperar algunas historias que nos den un poco de oxígeno entre tanta lluvia.
1. Que la magia del lenguaje no sea magia negra
Cuando escuchamos expresiones neutras tales como: “el cuerpo apareció sin vida”, “quedaron desafectados diez empleados", "el tren colisionó contra una persona", o "el bombardeo produjo cinco bajas", pensamos en nuestra forma de redactar. Podríamos re-evaluarla, ¿no? Escribir cada texto pensando en él, en ese texto, y en la realidad de lo que vamos a describir.
A veces nos olvidamos de que, como de que, como decía Borges, “el nombre es arquetipo de la cosa”. Es decir, nombrar no es solo nombrar sino también construir, y formar parte de eso que se nombra. ¿No deberíamos, entonces, empezar a expresarnos para cambiar aquello del mundo que no nos gusta, en lugar de ratificarlo?
Disfrutamos mucho de las palabras y nos preocupa la realidad. Cómo tender un puente entre uno y otro para generar un vínculo virtuoso es una pregunta de todos los días. Hay otra opción también que no empieza ni termina en el manejo del lenguaje. Tal vez sea, pensamos, la más radical y necesaria. Directamente podríamos replantearnos nuestra propia Ternura. Y el resto vendrá de suyo.
2. Después del apagón, que no se apague la empatía
Ayer recibimos 14 llamado de 14 familias. Cada una tuvo un tratamiento distinto desde la Red Solidaria. A algunos les propusimos que se comuniquen con el número de su empresa, que puede ser Edesur Edenor. A alguno les propusimos directamente que se trasladaran o trataran de trasladarse a un hospital. Y en algunos casos pudimos tomar nosotros el manejos de la situación a través de amigos conocidos en Edesur y Edenor. De eso se trató la urgencia de ayer, fue una improvisación ante algo imprevisto. Fue la comunidad que se puso en movimiento.
De los 14 hasta ahora 12 sabemos que ya tienen su servicio, y estamos chequeando los dos que nos faltan, que suponemos que ya todo está bien. Si conocemos a alguien que sea electrodependiente, estemos atentos. Afortunadamente el apagón del domingo se solucionó. Para muchos puede haber sido simplemente anecdótico, ¿pero qué pasa cuando vivimos una situación de estas pensando en el otro? ¿Cómo pasaron el domingo aquellos cuyo estado de salud depende de la electricidad? Si saben de alguien en esa condición que todavía no haya recuperado la luz, pueden comunicarse al Whatsapp +54 9 2352 509211 o con la Red Solidaria (@redsolidaria).
3. Un título distinto: ¡gracias, comunidad!
La semana pasada se perdieron en Martínez una abuela y su nieto. Ella tiene alzheimer, por lo cual la situación era delicada. Rápidamente se puso en funcionamiento la red de nuestra comunidad, que compartió la búsqueda en todas las redes posibles. Más de 125 mil personas colaboraron de la alerta y de la búsqueda.
A las pocas horas, el chiquito y su abuela aparecieron. Fueron encontrados por esas 125 mil personas solidarias y comprometidas con la realidad. A veces, solo se trata de eso: escuchar la necesidad del otro y compartirla. Son los días en que más feliz nos hace mirar a los costado y ver que somos parte de una sociedad maravillosa. ¡Muchas gracias a todos por estar comprometidos!
4. El futuro de los libros
En Noruega se está creando algo que llaman el “Archivo Mundial Ártico”. Es algo así como un búnker para libros, donde se guardan los textos que consideran los más valiosos para la humanidad. Es un archivo por si algún día explota algún conflicto que nos deje sin libros o bibliotecas. No creemos que suceda, pero el simple hecho de que alguien esté pensando que en todo caso el tesoro a preservar son los libros, ya es maravilloso. Ese búnker, esa biblioteca, es nada más y nada menos que un refugio del testimonio de la condición humana. Leé más.
5. En mi Instagram: motivos para cambiar
6. Tiene 12 años y se dio cuenta de lo que nadie más notó
Ella Casano tiene 12 años y estuvo internada por una tratamiento que se debía realizar. Mientras se atendía, se le ocurrió una idea y la puso en práctica: esconder la bolsa de suero tras un oso de peluche. Así, ya no vería un material desangelado y médico sino algo cálido, que alegre el entorno en el que suceden las internaciones. La iniciativa rápidamente ganó repercusión. Hoy la llaman con el nombre de “Medi Teddy” y se hizo viral. Ella no pensaba solo en su situación sino en la de tantos otros chicos hospitalizados. Es fabuloso cómo un dolor personal puede llevar a un chico a preocuparse por el dolor de los otros. Leé más.
7. Quiero compartirles un pequeño cuento que escribí.
Había una plaza famosa en una gran ciudad, en Buenos Aires, y en esa plaza estaba previsto por el Servicio Meteorológico que iba a empezar a llover un viernes a la 19:30. Algunos creemos en Dios o en la Pachamama o en la propia energía. Y parece que Dios vio tanta cantidad de personas a la intemperie, tantas personas que tenían frío, grandes y chicos, y por otro lado vio tanta generosidad de tantas otras personas que iban a abrigar, a abrazar, a cocinar a esa plaza... Tantas tantas tantas que decidió, Dios o la Pachamama o alguien, suspender la lluvia hasta las 22:30, cuando terminó esa reunión en la plaza. De ese momento hasta hoy llueve todos los días sin parar.
Gracias amigos y amigas. Espero les haya gustado el envío de hoy. Recuerden escribirnos con sus comentarios, son muy valiosos y los leemos todos. ¡Nos leemos la semana que viene!
Un abrazo,
Juan.
