ODS ¿Por qué es vital que recordemos esta sigla?- RED/ACCIÓN

ODS ¿Por qué es vital que recordemos esta sigla?

 Una iniciativa de Dircoms + INFOMEDIA

Con el objetivo de que los países alcancen un desarrollo pleno en 2030, Naciones Unidas listó 17 ODS que se debían alcanzar. Lograrlo no solo es responsabilidad de los estados y los privados, también de los ciudadanos.

ODS ¿Por qué es vital que recordemos esta sigla?

Ilustración: Pablo Domrose / Imágenes: Naciones Unidas

Nos acercamos a la edición número 30 de SUSTENTABLES y estos días advertí que, a lo largo de estos meses, mencioné a los ODS en varias oportunidades, pero en ninguna ocasión con un desarrollo profundo y central. Hoy es la excepción. Hoy te invito a conversar sobre un tema que todos deberíamos llevar pegado en el corcho de nuestra oficina, en la puerta de nuestra heladera, en el espejo en el que nos miramos.

1. ODS y el futuro del planeta: ¿Por qué deben importarnos estas siglas?

Porque básicamente buscan dar respuesta a los principales problemas de nuestro tiempo. ¿Qué significan estas tres letras? Los ODS son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (de allí sus siglas) a través de los cuales se busca que los países alcancen un desarrollo pleno para 2030. Bajo el lema “Transformar nuestro mundo”, esta guía establecida por Naciones Unidas marca la Agenda 2030 de desarrollo sostenible con tres ejes generales: crecimiento económico, inclusión social y protección del ambiente.

¿Cuáles son esos ODS? Son 17 y me atrevería a decir que abarcan a todos los grandes problemas del mundo: fin de la pobreza; hambre cero; salud y bienestar; educación de calidad; igualdad de género; agua limpia y saneamiento; energía asequible y no contaminante; trabajo decente y crecimiento económico; industria, innovación e infraestructura; reducción de las desigualdades; ciudades y comunidades sostenibles; producción y consumo responsables; acción por el clima; vida submarina; vida de los ecosistemas terrestres; paz, justicia e instituciones sólidas; alianzas para lograr los objetivos. Como decía, dar respuesta a los grandes problemas del mundo.

Estos 17 objetivos fueron aprobados en 2015 por 195 países con sus respectivas 169 metas. Su implementación supone de acciones, políticas y compromisos al interior de cada país. En Argentina, por ejemplo, el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales es el área responsable de garantizar su puesta en práctica.

Pero a tener en cuenta: implementarlos no es sólo una tarea del sector público, sino también del privado. Son varias las compañías que ya han establecido su agenda de acción para poder cumplir con, al menos, algunos de los ODS en función de su actividad y sector.

El alcance de estos 17 ODS no está tan lejos en el tiempo: 2030. ¿Cómo venimos hasta ahora a cuatro años de su aprobación? No muy bien y por eso hoy quería que conversemos sobre este tema.

Según un informe preliminar de Naciones Unidas publicado esta semana, “la transformación necesaria para cumplir con los ODS todavía no está avanzando a la velocidad o escala requerida”. Es más, el informe subraya la importancia de la acción climática y destaca que, de no cumplir con el Acuerdo de París en cambio climático “se verán amenazados todos los demás ODS”.

¿Algunos avances? Sí, algunos específicos a cada ODS: progresos contra la hepatitis; aumento de presupuestos con perspectiva de género; mejora en la eficiencia energética; incremento de las áreas marinas protegidas, entre otros. Pero es cierto, aún queda mucho, demasiado, por hacer. Y el informe es contundente: no hay posibilidad de alcanzar los ODS sin alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.

Lejos de alarmar, el análisis busca despertar conciencia y acción en los sectores públicos y privado, y la sociedad civil para trabajar en conjunto hacia el camino del desarrollo sostenible. ¿Llegaremos a la meta o, mejor dicho, a las metas? Seguramente estas tres siglas vuelvan a aparecer en SUSTENTABLES. Podés encontrar más información en español sobre los ODS aquí.

2. Por siempre silvestres: una nueva campaña contra el tráfico ilegal de especies

La semana pasada te contaba sobre cómo la naturaleza comenzó a buscar protagonismo de cara a las próximas elecciones y hoy la naturaleza -más precisamente las especies silvestres- vuelve a aparecer en escena.

“Por siempre silvestres” es la consigna de esta nueva campaña internacional con un objetivo claro: informar y concientizar sobre la problemática del tráfico ilegal de fauna para terminar con él y para garantizar que esas especies puedan ser… siempre silvestres.

El Instituto Jane Goodall es el responsable de la iniciativa que se lanzó el pasado 17 de mayo. ¿Por qué es importante la campaña? El tráfico ilegal de fauna es una de las principales causas de pérdida de biodiversidad en el mundo, a la vez que mueve millones de dólares (por eso la dificultad en su erradicación).

Miles de animales son extraídos de su hábitat para ser luego comercializados ilegalmente como alimentos, mascotas, medicamentos, ropa o trofeos. De allí la importancia de nuestro rol como consumidores que eligen con responsabilidad y que rechazan este tipo de actividades.

¿Estamos exentos de la situación en Argentina? Lamentablemente no. Según estimaciones de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sostenible, sólo en CABA y provincia de Buenos Aires, el 90% de las infracciones por comercio ilegal corresponden a fauna nativa, en especial, aves y mamíferos. Podés conocer más sobre la campaña global aquí. Y recordá: no compres animales silvestres ni los tengas de mascotas, denunciá la venta ilegal de animales silvestres en mercados o petshops, difundí la campaña en redes #PorSiempreSilvestres.

3. Las defensoras del ambiente en el Riachuelo

Si me preguntaras cuál es la mayor deuda ambiental que tiene nuestro país, no tardaría en responder. La respuesta es tan simple como compleja y sólo requiere de dos palabras con un significado: el Riachuelo. Errores e ineficacia desde el Estado, irresponsabilidad de las empresas contaminantes de la zona, ausencia de voluntad política y un problema con implicancias a nivel nacional, provincial y local, fueron un combo (im)perfecto para que hoy, en mayo de 2019, sigamos viendo al Riachuelo como nuestra mayor deuda ambiental, con los niveles de contaminación y los daños en la salud humana en alerta.

¿Hay esperanza al final de la Cuenca? Sí. ¡Y vaya esperanza! Se encuentra en esas mujeres que desde su profesión como psicólogas, maestras o sociólogas luchan a diario para que el Riachuelo no sea una causa perdida.

Beatriz Mendoza, Graciela Aguirre, Claudia Leguizamón, Soledad Fernández son las protagonistas de este artículo de Lucía Wei He sobre el tema en RED/ACCIÓN.

4. Cambio climático: cuando imagen y lenguaje importan

Ésta ha sido una de las imágenes de la semana que más impacto me generó: el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, observa desde un avión las islas de Tuvalu, uno de los lugares del planeta que primero pueden llegar a desaparecer por efecto del cambio climático.

La imagen me pareció tan increíble como aterradora. Si no actuamos con urgencia y ambición ante el cambio climático, en unos pocos años necesitaremos PhotoShop para dibujar las islas en una imagen similar… porque desaparecerán.

Tuvalu se encuentra a poco menos de dos metros sobre el nivel del mar. El incremento de este nivel y la presencia de eventos climáticos más extremos, ambos productos del aumento de las temperaturas a nivel mundial, pondrían en peligro la supervivencia de las islas, de su población, de su biodiversidad, de su patrimonio.

Como expresó Guterres: “Necesitamos acción climática urgente para evitar que Tuvalu se hunda y el mundo se hunda con ella”. ¿Su receta para esa acción? Tres cuestiones contundentes: colocar impuestos sobre la contaminación y no sobre las personas, dejar de subsidiar a los combustibles fósiles, y no crear nuevas plantas de carbón para 2020.

El cambio climático nos interpela de tal modo que el diario británico The Guardian anunció modificaciones en su lenguaje de referencia al tema. “Crisis o emergencia climática” por preferencia en vez de “cambio climático”, o “vida silvestre” en lugar de “biodiversidad”. Su decisión se basa en ser científicamente precisos: “‘Cambio climático’ suena bastante pasivo y suave cuando de lo que los científicos están hablando es de una catástrofe para la humanidad”. ¿Qué te parece?

5. A 4 años de Laudato si´

El próximo viernes 24 de mayo se cumplen cuatro años de la firma de la segunda encíclica del Papa Francisco, más conocida popularmente como Laudato si’. Se trata de un documento “sobre el cuidado de la casa común -la Tierra-” que describe el impacto de las actividades del ser humano sobre el planeta y lo responsabiliza de dichos daños sin titubeos: “No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental. Las líneas para la solución requieren una aproximación integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza”.

Siempre que hablo de este tema, recuerdo una anécdota personal. Cuando se dio a conocer la encíclica hace cuatro años mi mamá me llamó y dijo: “¿Viste que el Papa sacó un documento sobre eso que vos venís hablando?”. Debo confesar que me reí, pero también entendí que así como muchos veníamos hablando de este tema hace varios años, cuando líderes o referentes religiosos, políticos o del mundo del espectáculo se expresan sobre estos temas permiten llegar a más personas y de diferente manera.

El lenguaje de Laudato si’ es simple y de ágil lectura. Quizás no te diga nada nuevo, pero de seguro te recuerde que nosotros somos los responsables del problema y, por ello, debemos ser los protagonistas de su solución. Podés leerla online aquí.

El interrogante que me queda para esta fecha es uno: ¿Responderá el Papa Francisco al pedido de la joven activista Greta Thunberg y se sumará este viernes a la Marcha por el Futuro en Roma?

6. #24M: los jóvenes vuelven a marchar alrededor del mundo, y por el mundo

No tengo la respuesta aún del Papa Francisco, pero sí la de cientos, miles, millones de jóvenes que ya expresan en redes sociales su adhesión a lo que será una segunda movilización internacional para exigir mayor acción ante el cambio climático.

“Fridays for Future” o “Viernes por el Futuro” es el movimiento global creado por la joven sueca Greta Thunberg que tendrá este viernes 24 de mayo réplicas alrededor del mundo, lideradas por ellos: los jóvenes. De hecho, según la activista, se esperan manifestaciones en más de 1.300 lugares de 111 países.

En Argentina, Jóvenes por el Clima anunció que ya han presentado un proyecto de ley con un pedido que acompañará como consigna la movilización de este viernes: declarar la emergencia climática. En Buenos Aires, la cita será a las 17 frente al Congreso de la Nación. Podés seguir la marcha en redes siguiendo los hashtags #FridaysForFuture o #24M, y presencialmente sumándote en tu ciudad, seas joven… o adulto que acompaña a los jóvenes en su lucha 😉

7. Ser sustentables: y guiarnos en los ODS  

Podríamos hacer sólo una newsletter -o más de una- con consejos y tips que sigan los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Pero hoy me quiero remitir simplemente a que esta edición de SUSTENTABLES sirva como un puente de acceso e información hacia esos 17 objetivos y sus múltiples metas.

Cuando no sepas qué hacer para cuidar el planeta o dudes sobre que lo que hacés realmente tiene impacto, volvé sobre esos objetivos. Quizás no encuentres una respuesta perfecta, pero sí una guía para empezar, para continuar, para actuar con más ambición o urgencia.

Los gobiernos y las empresas serán fundamentales para alcanzar los ODS en 2030, pero cada uno de nosotros también tiene un rol que cumplir desde nuestros hogares, desde nuestros trabajos, desde nuestra participación como ciudadanos.

Si esto no es suficiente, sigue esta guía de los vagos para salvar el mundo.

El sábado pasado tuve que operarme por un problema de salud con el que venía lidiando y viví una experiencia que me dejó pensando (y riendo). Minutos después de salir del quirófano, la enfermera me acercó un vaso con agua. Anestesiada, dije: “Ay no! Es un vaso descartable!”. Naturalicé tanto en mi vida el hecho de no utilizar plásticos descartables que, aún bajo efecto de la anestesia, quería ir en contra del sistema, quería cuidar al planeta, quería que mi cambio cuente.

Y si bien hay foto (graciosa, claro está) del momento, sabrás entender que no estaba en el mejor estado, así que recuerdo ésta en la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York sonriente con mi ODS favorito: acción climática (climate action). A partir de esta newsletter, ¿cuál es tu ODS preferido?

Un saludo hasta el próximo miércoles!

Tais

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Información para actuar y cuidar al planeta. Todos los miércoles, por Tais Gadea Lara.

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