Las redes sociales controlan a los jóvenes, atrapándolos en un ciclo de uso excesivo y pérdida de habilidades sociales, mientras alimentan un sistema que explota sus datos personales. Estos pasan más de 34 horas semanales en plataformas, afectando su percepción de sí mismos y sus relaciones.
Según un estudio británico, lo hacemos hasta en 8 ocasiones. Esta dificultad generalizada para prestar atención a una cosa a la vez tiene diversas causas: la hiperconectividad, el ascenso del consumo de videos en internet e incluso el FOMO.
Mantener la atención durante un tiempo prolongado en una tarea consume muchos recursos cognitivos y decae a lo largo de la actividad. Sin embargo, algunas claves como la motivación, un papel activo y el repaso pueden ayudar a contrarrestar estas dificultades.