La tensión entre los dos países hizo aumentar las exportaciones de la región y también podría hacer expandir la agricultura. Como consecuencia, habría un desplazamiento de bosques nativos. Sin embargo, también se espera mayor inestabilidad económica.
La guerra comercial que desató Donald Trump es una tragedia. Pero podría tener un final feliz si nos hace tomar conciencia los riesgos que el libre comercio impone a los trabajadores. Un sistema multilateral y aranceles bajos podrían ser políticamente viables sólo si los gobiernos intervienen para estabilizar las vidas económicas de sus ciudadanos.
Este viernes desató una guerra comercial con China que tendrá consecuencias globales. El gravamen al acero por sí solo podría destruir 195.000 empleos en la industria automotriz y de autopartes en los próximos tres años.
