Taylor Swift está recorriendo el mundo con su gira Eras Tour y en apenas días visitará nuestro país por primera vez. Los fanáticos esperan este evento desde hace años, las tres fechas en el Estadio River Plate están agotadas y hay seguidores acampando en los alrededores de la cancha desde que salieron los tickets a la venta.
El fenómeno Taylor Swift ―la pasión de sus fanáticos, la cantidad de reproducciones en las plataformas digitales, la locura de sus shows― no solo sucede en Argentina sino que es mundial. Y este delirio, según un análisis que publicó esta semana Bloomberg News, acaba de convertir a la cantante en multimillonaria: su patrimonio neto ya está por encima de los 1.000 millones de dólares.
El estatus de multimillonaria Taylor lo alcanzó, como muy pocas personas, basándose solamente en la música y en un marketing inteligente. Su empresa es hoy un verdadero conglomerado multinacional con clientes que se desviven por la marca y una CEO super carismática. Según se estima, los 53 shows que dio este año en Estados Unidos aportaron 4.300 millones de dólares al PBI de su país.
El análisis de Bloomberg sobre su fortuna es, de hecho, bastante conservador y se basó únicamente en sus activos y ganancias confirmadas públicamente. Tuvo en cuenta el valor de su catálogo musical, sus cinco propiedades, las ganancias por streaming y venta de música, la venta de tickets y el merchandising. A todo esto se le descontaron impuestos, producción, costos de viajes y comisiones de su equipo.
La ganancia principal de Taylor en esos mil millones viene de su catálogo: el valor estimado de toda su música lanzada desde 2019 se estima en 400 millones de dólares. La segunda mayor entrada de dinero son los shows, con la venta de entradas y el merchandising, estimado en 370 millones de dólares. Los streams en Spotify y Youtube representan unos 120 millones de dólares, el valor de sus cinco propiedades se estima en 110 millones de dólares y las regalías por venta de música en 80 millones de dólares.
Para llegar a todo esto, una de las grandes ideas que tuvo Taylor Swift fue la de volver a grabar sus primeros discos tras la disputa con su ex sello discográfico. Hace cinco años, la cantante se reveló contra la firma y decidió hacer nuevas versiones de sus álbumes bajo el subtítulo Taylor’s version. Sus fans, por supuesto, la siguieron en su propuesta y ahora solo reproducen las versiones nuevas. Ella se aseguró el control de sus derechos y, además, volvió a poner sus hits en la cima de las listas.
El resto son de esas cosas que suceden en la industria y que nunca se pueden terminar de explicar del todo. Tiene buenas canciones, sí, y en cada composición se muestra honesta y abre su corazón en dos. Pero el por qué de su magnetismo mundial y la velocidad de su crecimiento que parece no tener techo alguno forman parte de la magia y el misterio del mundo de la música.
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