Adaptación: la cara oculta, pero necesaria de la acción climática- RED/ACCIÓN

Adaptación: la cara oculta, pero necesaria de la acción climática

 Una iniciativa de Dircoms + INFOMEDIA

Profundizamos en una temática fundamental para América Latina con cumbre, reporte y entrevista. Además, nuevos anuncios climáticos de Biden y una campaña para sumarse.

Adaptación: la cara oculta, pero necesaria de la acción climática

Sí, PLANETA salió un poquito más tarde de lo habitual porque fueron varios los anuncios, eventos y reportes durante estos días, y quería compartirte la información de la mejor manera. Entre todo ello, mucho se viene hablando durante los últimos días sobre adaptación al cambio climático. ¿Qué es? ¿Qué implica? ¿Cuáles son los avances y desafíos en la materia? Hoy profundizo en este temática a partir de una cumbre, un reporte y una entrevista.

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Fotos: AFP | Intervención: Denise Belluzzo

De una pregunta a un corte de luz. Si te preguntara qué es la acción climática, seguramente la primera respuesta que se te venga a la mente sea reducir las emisiones -de gases de efecto invernadero (GEIs)-. No estarías solo en esa respuesta. De hecho, históricamente sobre ello se ha puesto más énfasis desde las políticas internacionales para hacer frente al cambio climático.

Pero hay otra cara de la moneda en el problema -y cuya inacción me temo sale más costosa no sólo desde el punto de vista financiero-: el cambio climático ya está haciendo sentir sus efectos. ¿Nos estamos adaptando?

Iba a cerrar la introducción de esta edición con esa pregunta, hasta que esta semana pasé 15 horas sin luz, por ello luego sin acceso a datos en mi celular y luego sin agua en el edificio. Fueron varios los barrios de la Ciudad de Buenos Aires afectados por cortes de luz durante lo que se consideró la primera ola de calor del verano 2020-2021. Mientras estaba tirada en el sillón (con Roma, obvio), pensaba en las proyecciones científicas publicadas por la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN): olas de calor más intensas y frecuentes para la Ciudad y Gran Buenos Aires. "Esto tendrá graves efectos sobre la salud, requerimientos de energía, agua y otros servicios", dice el reporte.

¿Estamos preparando la infraestructura para esas olas de calor? ¿Estamos concientizando en eficiencia energética para que mi vecina, literal, no esté con un aire acondicionado y dos ventiladores encendidos en el mismo ambiente al mismo tiempo? Éste es un pequeño, muy pequeño ejemplo, de la inevitable, necesaria y urgente adaptación como esa otra cara, en la mayoría de las veces oculta de la acción climática, pero que es preciso visibilizar más. Aquí en PLANETA hacemos este aporte.

  • Mitigación y adaptación. Adaptación y mitigación. En su glosario, la Convención Marco de Naciones Unidas (CMNUCC), define a la mitigación como una intervención humana para reducir las fuentes de GEIs o aumentar los sumideros de esos gases. Por su parte, la adaptación es definida allí como un ajuste de los sistemas naturales o humanos en respuesta a estímulos climáticos reales o esperados o sus efectos, que modera el daño o aprovecha oportunidades beneficiosas.

    Con el Acuerdo de París, se buscó dar mayor igualdad a la adaptación en comparación con la mitigación, ambas fundamentales en la acción climática. De hecho, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) define a la acción climática como el intensificar los esfuerzos para reducir las emisiones de GEIs, y fortalecer la resiliencia y la capacidad de adaptación a los impactos inducidos por el clima. Es decir, cómo nos adaptamos, por ejemplo, a sequías o precipitaciones más intensas y frecuentes, o al aumento del nivel del mar.

    La acción climática entonces incluye ambas partes como una: mitigación y adaptación, adaptación y mitigación.
  • Money, money, money. Ahora bien, como todo, lo lindo no son sólo las políticas anunciadas, sino por sobre todo su implementación. Y para ello, qué necesitamos: dinero. Y en eso la adaptación también viene relegada frente a la mitigación. De hecho, en la Cumbre de Adaptación Climática celebrada virtualmente este lunes, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, urgió mayor avance en materia de adaptación y resiliencia: "Necesitamos los billones de dólares de los contribuyentes que están financiado la recuperación de la pandemia del COVID-19 para impulsar el futuro con bajas emisiones de carbono y alta resiliencia que necesitamos".

    El secretario enumeró cinco prioridades para garantizar la adaptación:
    • que los países donantes y los bancos de desarrollo multilaterales, regionales y nacionales aumenten significativamente el volumen y la previsibilidad de su financiación para la adaptación y la resiliencia,
    • que todas las asignaciones presupuestarias y las decisiones de inversión sean resilientes al clima,
    • ampliar significativamente los instrumentos financieros existentes desencadenados por catástrofes,
    • facilitar el acceso a la financiación, especialmente para los más vulnerables, y ampliar las iniciativas de alivio de la deuda,
    • apoyar las iniciativas regionales de adaptación y resiliencia, por ejemplo en islas del Caribe o del Pacífico.
  • Adaptation GAP Report 2020. Publicado este mes, el Informe sobre la Brecha de Adaptación del Programa de las Naciones Unidas para el MedioAmbiente (PNUMA) destaca que los países han avanzado en acciones de planificación para adaptarse al cambio climático, pero subraya que aún hay enormes brechas de financiamiento para los países en desarrollo. Y a ello se añade otra brecha: la de llevar los proyectos a la etapa en la que brindan una protección real contra los efectos del cambio climático.

    Según el reporte, los proyectos de adaptación que se vienen trabajando en América Latina y el Caribe están relacionados en su mayoría con precipitaciones intensas y sequías.

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Pilar Bueno en la sede de la Convención Marco de Naciones Unidas en Cambio Climático en Bonn, Alemania.

Sigamos la conversación sobre adaptación. Si hay una persona que viene trabajando en adaptación y conociendo en profundidad el tema es Pilar Bueno. La conocí de hecho en los pasillos de las negociaciones climáticas. Bueno es investigora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y profesora en la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Y algo que me gusta destacar: es una mujer trabajando en pos de la acción climática. Con ella conversé sobre tres ejes claves para repensar la adaptación al cambio climático.

  • Con el Acuerdo de París desde 2015, se habló de la intención de darle mayor igualdad a la adaptación con la mitigación. ¿Hubo avances en materia de política de adaptación durante los últimos años?
    Desde su letra, el Acuerdo es un paso adelante en la búsqueda de la paridad política que mucho sostuvimos en los procesos negociadores. Esa paridad política se expresa en el documento, en el mismo propósito del Acuerdo y en artículos particulares. También la propia Convención (CMNUCC) nos mostraba un documento con muchos componentes de adaptación. Ahora bien, cuando después los documentos se implementan, podemos llegar a ver una realidad donde efectivamente se mantenga esa complementariedad de 50-50, o un proceso de implementación desbalanceado. Eso se puede trabajar desde múltiples esferas: las negociaciones, investigación, política nacional. En términos de avances, el dato de que 2/3 del mundo, y particularmente de países en desarrollo, ya contamos con algún tipo de estrategia, plan, acción en materia de adaptación; es un dato interesante. Por otro lado, el financiamiento de negociación venía mejorando en términos de proyectos y mayor monto, pero con la pandemia en el 2020 se redujo la inversión en el financiamiento de adaptación y, en los paquetes de recuperación, la adaptación no toma el rol que podríamos esperar. Otro dato como progreso a destacar: las alianzas globales en materia de adaptación han crecido notablemente.
  • Te iba a preguntar cuáles eran los desafíos, pero luego de escuchar varios de los discursos de la Cumbre de Adaptación Climática, ¿es el financiamiento es EL principal desafío de la adaptación?
    Es, sin dudas, uno de los principales. Históricamente esa brecha de financiamiento entre mitigación y adaptación se ha hecho más significativa. De hecho, el año pasado se hablaba de una brecha que había pasado de 30.000 millones de dólares a 300.000 millones de dólares. Hoy se habla que los costos anuales de adaptación de los países son de 70.000 millones de dólares y esos costos están siendo, en gran parte, financiados por nosotros mismos. Y acá hay que considerar algo complementario: la implementación de los documentos. Cuando se habla de brecha, se habla de brecha de implementación. Necesitamos trabajar mucho más en que el dinero duro de cambio climático no se vaya exclusivamente a mitigación y que ese 50/50 que venimos negociando hace 20 años se pueda alcanzar.
  • Si nos centramos en América Latina, una región que no suele trabajar en unidad entre todos sus países en política o postura climática, ¿cómo estamos en materia de adaptación climática?
    En este contexto, América Latina vive con una circunstancia en la que la pandemia generó una profundización de las tendencias estructurales que ya venía teniendo, como la pobreza y el desempleo. Al mismo tiempo, el interés del sistema internacional se ha corrido completamente: América Latina no está en las prioridades de financiamiento, de apoyo, de cooperación de ninguna agencia, ni siquiera de nuestro propio continente. África y Asia son hoy las prioridades transversales. No se trata entonces sólo de Argentina, sino de América Latina en general que está corrida de ese eje. Son elementos clave del mapa que uno tiene que tener en cuenta, a lo que se viene a agregar otro elemento: las tradicionales tensiones ideológicas al interior de América Latina y el Caribe, nuestros distintos modos de comprender la acción climática y que no hemos podido encontrar esos ejes comunes o los hemos encontrado, pero no explotado adecuadamente. La adaptación es EL pegamento obvio entre nuestros países en materia de acción climática. Incluso cuando estábamos en grupos de negociación completamente diferentes, la adaptación unió a 134 países. Lo dije y lo voy a seguir diciendo: hay que encontrar el modo en que la adaptación transforme, sea un eje de acción de América Latina y el Caribe porque tenemos amenazas y riesgos comunes muy significativos.
  • Si te interesa profundizar en la temática de adaptación climática y mantenerte informado al respecto, recomiendo que sigas a Pilar Bueno en Twitter: @MPilarBuenoR.

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Nuevas políticas climáticas en Estados Unidos. "Today is the Climate Day at the White House". "Hoy es el Día Climático en la Casa Blanca". Con estas palabras el reciente electo presidente de Estados Unidos Joe Biden presentaba ayer en la tarde las nuevas acciones ejecutivas para hacer frente a la crisis climática, a nivel local, nacional e internacional.

Repaso aquí las que me parecen más importantes. Recordá que miramos con atención lo que ocurre en Estados Unidos porque es el segundo país más emisor de gases de efecto invernadero y, lo que haga o no en materia política, será crucial para hacer frente al cambio climático.

  • Suspensión a petróleo y gas. Quizás el punto que despertó más atención y controversia por los sectores productivos afectados por la medida. Se trata de suspender las nuevas concesiones a proyectos de petróleo y gas natural en tierras y aguas federales. La intención es hacer una revisión en cada caso en particular, previo a su posible aprobación.

    El Enviado Especial en Clima, John Kerry, y la primera Consejera Nacional Climática, Gina McCarthy expresaron en una conferencia de prensa anterior en la Casa Blanca los principales argumentos para acelerar la crisis climática: generación de empleos y mejor calidad de salud para los ciudadanos.

    Y otra medida complementaria no menor: las agencias federales deberán eliminar los subsidios a combustibles fósiles e identificar nuevas oportunidades para promover energías limpias. Eso sí, Biden volvió a enfatizar que no prohibirán el fracking en defensa de "proteger los empleos" y "medidas de control de fluidos de metano".
  • Una nueva cumbre en agenda. El presidente estadounidense convoca a una Cumbre de Líderes Climáticos para que, según expresó Kerry, el 2021 no sea un año perdido para la acción climática y se pueda preparar mejor el camino rumbo a la COP26. La cumbre se celebrará el 22 de abril, en coincidencia con el Día Internacional de la Tierra. Habrá que ver si será presencial, virtual o un mix de ambas.
  • Más allá de París, un nuevo compromiso. Ya conversamos que la reincorporación de Estados Unidos al Acuerdo de París se hará efectiva el próximo 2021. Podríamos decir que un requisito, invitación o aliento en ese reingreso es que presente un nuevo plan de acción climática (las famosas NDC - contribuciones determinadas a nivel nacional) más ambicioso. Kerry hoy anticipó que se espera hacer esa presentación antes de la Cumbre de Líderes Climáticos de abril, pero no quiso arriesgar ningún porcentaje de compromiso de reducción de emisiones ante las preguntas de los colegas en la Casa Blanca.
  • Ciencia, ciencia, ciencia. Parece totalmente extraño que esto se tenga que decir en los gobiernos, pero considerando los cuatro años anteriores de negacionismo, tanto ante el cambio climático como al coronavirus... Un memorándum firmado hoy desde la presidencia estadounidense establece que las agencias federales del país deben tomar sus decisiones basadas en la mejor ciencia y datos disponibles.

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En agenda: #LeyDeEducaciónAmbiental. Este martes se celebró el Día Mundial de la Educación Ambiental y la organización argentina EcoHouse lanzó una campaña para promover el avance en la sanción de una Ley de Educación Ambiental en el país. El proyecto de ley espera el ingreso al recinto para ser votados inicialmente en Diputados. Sobre sus implicancias profundizamos con Stella Bin en esta nota para RED/ACCIÓN.

¿Cómo podés sumarte a la campaña? Firmando la petición en Change.org. para que se acelere el proceso de sanción de la ley.

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Ser sustentables y avanzar en el debate. En la primera edición del Taller de Periodismo Ambiental que lancé a fines del año pasado, les propuse a los participantes ver un documental sobre geoingenería, es decir, sobre cómo se usa la tecnología para modificar el clima. Creo que el encuentro posterior fue el que más debate generó entre los participantes.

¿Será ésta la única solución posible para hacer frente al cambio climático? ¿Es el último plan B si no lo logramos antes? ¿Conocemos realmente todas sus implicancias e impactos? ¿Quiénes tienen intereses hoy detrás de los proyectos?

La próxima semana le tomaré el tema de tecnología a Axel Marazzi -autor de la newsletter FUTURO- para no dar respuesta absoluta a las respuestas, pero sí enriquecer el debate con distintas miradas y argumentos. Y me gustaría conocer tu opinión, dudas o comentarios al respecto. ¡Escribíme!

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Me despido con esta imagen que tomé ayer pasadas las 06.30 am en el subte de Buenos Aires. Entre el sueño y mientras repasaba los temas para mi reporte en televisión, vi que estaba el discurso de Greta Thunberg en el Foro de Davos reproduciéndose.

Ahí, en la mañana, en un subte. Y me puse a pensar que eso hace años hubiera sido imposible, al mismo tiempo que volvía sobre sus palabras: "Entendemos que el mundo es muy complejo y que el cambio no ocurre de la noche a la mañana. Pero han tenido más de tres décadas de bla, bla, bla. ¿Cuántas más necesitan?"

Y ese viene siendo mi pensamiento y sentimiento recurrente en la víspera de cumplir 33 años. (Es el miércoles en dos semanas, así que también lo festejaré con ustedes y una edición especial de PLANETA).

Un saludo. ¡Cuídense!

Tais

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Información para actuar y cuidar al planeta. Todos los miércoles, por Tais Gadea Lara.

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