Trigo Transgénico: ¿un riesgo para la salud o una oportunidad productiva?

Por qué es importante reconocer la languidez, la emoción dominante de la pandemia

Cuando hablamos de salud mental, solemos pensar en extremos: depresión o bienestar total. Pero también existe un punto medio de estancamiento y falta de bienestar al que se lo denomina languidez. Reconocerla es el primer paso para cuidar de nuestra salud mental.

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¿Te pasó que en el último tiempo te costó concentrarte, te sentiste sin ánimo y con poca energía? Tranqui, en estos tiempos es algo normal. Lo que probablemente te esté pasando es algo que se llama languidez. 

Qué es la languidez

La languidez es una sensación de estancamiento y vacío que suele hacernos sentir desmotivados, sacarnos nuestra capacidad de concentración y hasta triplicar nuestra improductividad.

Cuando hablamos de salud mental, por lo general pensamos en los dos extremos. Por un lado la depresión y por el otro el bienestar total. Pero cuando nos sentimos en un punto medio, donde no estamos deprimidos ni tampoco funcionando a pleno, a esto le llamamos languidez.

En gran parte, esto se debe a la situación a la que la pandemia nos está forzando a vivir.

"Empezó a haber una especie de somnolencia en los movimientos, cierto apocamiento, que incluso que contrarrestaba con cierto susto que daba salir afuera", explica el psicólogo Miguel Espeche. "De pronto volver a tener todo el conglomerado de estímulos que estábamos acostumbrados queda de lado y uno se vuelve más pachorra o más lánguido en sus movimientos, sin apuros".

La importancia de reconocer la languidez

Una parte del problema es que muchas veces, cuando esto nos afecta negativamente, no notamos inmediatamente el descenso del placer o nuestra disminución de motivación. Somos indiferentes a esta indiferencia. 

Un estudio del diario de Salud Pública de Estados Unidos sugiere que si esta sensación se mantiene de forma constante por mucho tiempo, las personas se vuelven más propensas a padecer depresión y trastornos de ansiedad.

Pero para quienes no hayan sido golpeados de una forma tan crítica por la pandemia, esta sensación también puede tener ciertos aspectos positivos.

"Afecta la salud mental tanto positiva como negativamente", dice Espeche. "Para aquellos que estaban sobregirados, sobreestimulados, de pronto ver que las variables no tienen que ser tan intensas y que pueden estar más sosegados y tener aún nivel de eficacia en la vida, esto les abrió todo una perspectiva de un horizonte de la autopercepción y la percepción del mundo muy interesante".

Cómo lidiar con la languidez

Entender que nos sentimos de esta manera es el primer paso para abordar la languidez y cuidar nuestra salud mental.

Algunos expertos señalan que concentrarnos en pequeñas cosas, como dedicarle un tiempo cada día a proyectos que nos interesan, cumplir pequeños objetivos o tener conversaciones que nos sean significativas, pueden ayudar a redescubrir parte de la energía y entusiasmo perdidas.

"No es combatir este estado anímico o físico. Conocerlo sin asustarse, sobre todo cuando uno está muy de interiores y no está saliendo y no está haciendo cosas que de por si le generan un estado de mayor vitalización", dice Espeche. "Ahora si las condiciones son de encierro no hay que asustarse, todo va a pasar. Entonces, mucha gente se está dando cuenta que había mucho movimiento excesivo en su vida gracias a este estado de cosas".

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