El pirata alemán - RED/ACCIÓN

El pirata alemán

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

Un accidente menor motivó que el Canciller alemán se pusiera un parche en el ojo y posteara una foto invitando a que hagan memes. Un ejemplo de cómo el humor puede generar cercanía entre los líderes políticos o empresariales y sus públicos.

El pirata alemán

¡Buenos días! Un accidente menor motivó que el Canciller alemán se pusiera un parche en el ojo y posteara una foto invitando a que hagan memes. Un ejemplo de cómo el humor puede generar cercanía entre los líderes políticos o empresariales y sus públicos.

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Intervención: Marisol Echarri.

Humor. Olaf Scholz, el Canciller alemán, tropezó el sábado mientras corría. No llegó a parar la caída con las manos y su ojo derecho quedó como si lo hubieran pasado por piedra pómez. Razones médicas o simple coquetería lo decidieron a ponerse un parche de pirata y así se presentó a trabajar el lunes. El Canciller completó la faena posteando una foto en Twitter (ahora X: hay que acostumbrarse), acompañada de un mensaje risueño: “Espero los memes. Gracias por los buenos deseos, ¡parece peor de lo que es!”. Un crack.

Scholz, que no es un gran influencer —sus posteos rara vez superan los 500 likes—, con su pinta de Pirata Morgan cosechó más de 48.000 “me gusta”, además de cientos de memes amigables y comentarios de buenos deseos. Vuelve a confirmarse que reírse de uno mismo, garpa. Lo sabía Carlos Menem, que se refería cada tanto a la avispa que le había estirado la piel de la cara. O Francisco de Narváez, que explotaba al máximo el “alica, alicate”, sátira de su no tan creativo “votame, votate”. O Mauricio Macri, que se burlaba de sí mismo desafinando canciones de Freddy Mercury.

Reírse de sí mismos casi siempre ha traído consecuencias beneficiosas para los líderes políticos —otro tanto podría decirse de los empresariales—. Por sus implicancias, hay razones para explotar esa práctica:

  • Sabiduría. A excepción del blooper, que exhibe la torpeza física, las demás formas de humor prueban algún tipo de lucidez. Encontrar el ángulo jocoso de la realidad es, muchas veces, signo de inteligencia. “La imaginación consuela a los hombres de lo que no pueden ser. El humor los consuela de lo que son”, decía el siempre brillante Winston Churchill.
  • Mirada benevolente. El costado ridículo de uno mismo puede despertar vergüenza. Y un poco más allá, risa. Quien se ríe de sí mismo, muestra autoindulgencia, generando un efecto casi infalible en los demás: relajarse, porque un líder que se mira a sí mismo con benevolencia, probablemente haga lo mismo con los demás.   
  • Ego bajo control. El humor admite múltiples modulaciones. Bajo la forma del sarcasmo hacia los demás, pretende mostrar superioridad. Si destaca un aspecto no muy brillante de uno mismo, baja al llano y manifiesta vulnerabilidad. Dice, con mayor o menor claridad: “Yo también me equivoco, como cualquiera”. Paradoja: cuanto más humilde, más seguro de sí mismo. 
  • Cercanía. La autoridad necesariamente aísla. Y si el líder es solemne o la cultura que lo rodea promueve las formalidades, la brecha se hace insalvable. El humor acerca porque humaniza: hace al líder uno más. Defectuoso, capaz de ser caricaturizado, como cualquiera. Los antiguos liderazgos no toleraban eso. Los modernos, lo necesitan. 

El polifacético Sir Thomas More lo decía así: “Felices los que saben reírse de sí mismos porque nunca terminarán de divertirse”. Quizá el buen Olaf Scholz lo sepa, y por eso, con un parche en el ojo, se ríe de su torpeza e invita a que hagan memes a la vez que, sin estridencias, gobierna el país más poderoso de Europa.

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Encuesta. Por si se te pasó hace una semana, acá tenés una nueva oportunidad de contestar la encuesta que incluimos en el número anterior. Te decía que ya llevamos más de tres años desde que se lanzó Comms. Y que escuchamos siempre los comentarios que nos hacen sobre su contenido, pero queremos ir un paso más allá, abriendo todo lo posible la participación de los lectores. Por eso, te invito a responder estas pocas preguntas que nos van a servir para entender cuáles pueden ser las mejores maneras de interactuar con los lectores de la newsletter. ¡Muchas gracias!

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Tres preguntas a Nazareth Castellanos. Es una científica española, licenciada en Física Teórica y doctora en Neurociencia. Ha trabajado en universidades  europeas como el King ́s College de Londres o el instituto Max Planck de Alemania. Dirige un laboratorio que investiga la neurociencia de la meditación y la relación entre el cerebro y el resto del cuerpo.

—¿Qué es la neurociencia, de la que tanto se habla?
—Es la rama científica que estudia el cerebro. Lo que pasa es que, desde hace unos años, esta ciencia se está tambaleando —en mi opinión de una forma muy bella—, porque ahora ya no estudiamos sólo el cerebro, sino el cuerpo entero: el corazón, el intestino, la respiración… Llevo 26 años en esta ciencia y durante mucho tiempo estudié sólo el cerebro. Y hace unos 12 o 13 años, estando en Londres, empecé a ver que había que incluir al resto del cuerpo, pero esto sólo lo encontrábamos en la medicina oriental. La medicina occidental viene de la griega (Hipócrates, Galeno, etc.), y ellos también lo veían todo integrado, pero hace unos 300 años comenzamos a separar... El lenguaje de alguna manera refleja esa sabiduría ancestral. Fijate en las etimologías: recordar es volver a pasar por el corazón, estar cuerdo es tener un corazón estable, ponerse de acuerdo es sincronizar los corazones. Es muy interesante que cuando dos personas hablan, los corazones acompasan su dinámica eléctrica. La sabiduría popular de alguna manera lo sabía desde hace siglos.

—¿De qué modo se relaciona eso con la existencia de un hemisferio en el cerebro más racional y otro más emocional?
—Ya no se acepta mucho científicamente que haya una parte del cerebro más racional y otra más emocional. Hay una cierta lateralización, pero mucho menos acentuada que lo que se creía. Ahora se habla mucho más de ejes: el eje cerebro-corazón, el eje intestino-cerebro… Se sabe que lo que comemos afecta a la microbiota, que es un conjunto de microorganismos, principalmente bacterias, que tenemos en todo el cuerpo pero sobre todo en nuestro intestino. Lo que sucede allí se comunica en segundos con el cerebro. Ahora se sabe que la microbiota de la madre, durante la gestación, afecta el desarrollo neuronal del bebé que se está formando. Y está todo integrado: lo que sucede en el estómago hace que vos, que el sujeto, tenga ganas de comer dulce. En el cuerpo, en general, las cosas van más de abajo hacia arriba que de arriba hacia abajo. Otro tema clave es la respiración, que, a diferencia de la digestión, podemos controlar conscientemente. Los estudios que hemos hecho muestran que en general no sabemos respirar.

—Eso se relaciona con la meditación. ¿La recomendarías?
—Por supuesto: la meditación es la observación de uno mismo. Aunque la asociamos a Asia, al budismo, está en todas las culturas. Es la atención al momento presente, y eso lo podemos hacer todos. Un niño puede empezar desde muy chico a tener conciencia corporal, que ayuda a la toma de decisiones, al discernimiento de si estoy en un estado o el otro. Es aprender a escuchar al cuerpo para conocerlo. Y es como la base de la medicina preventiva, que fue un cambio importante: la medicina durante mucho tiempo fue sobre todo curativa. El foco ahora está en cómo me mantengo sano. Sobre las enfermedades mentales, como el alzhéimer, durante mucho tiempo se pensó que una manera de prevenirlas era con la estimulación intelectual, pero lo que más evidencia científica tiene hasta ahora es el ejercicio físico. Eso se relaciona con la neurogénesis hipocampal, que es la formación de nuevas neuronas en un cerebro adulto. Lo que comemos es clave como factor de nacimiento y crecimiento neuronal, y luego para que florezca es importante el ejercicio físico. Ambos, cardio y no cardio. El eje músculo-cerebro es fundamental para la memoria.

Las tres preguntas a Nazareth Castellanos se tomaron de la entrevista hecha por María Casado en el programa Tres Puertas. Para acceder a la charla completa podés hacer click acá.

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Academia. El meme es a la política moderna, lo que las pintadas callejeras eran a la tradicional: una expresión libre y humorística de la opinión de la gente. Este estudio analiza las características de los encuadres (visuales y textuales) de los memes compartidos en Twitter durante la campaña presidencial colombiana de 2018. Se analizaron 358 memes, con un marco teórico que analiza viralidad, humor memético y framing del perfil de los candidatos para comprender las características del meme político y su transmisión en Twitter durante una contienda electoral. Los resultados, en buena parte universalizables, muestran que el meme se usa más para atacar las debilidades de los opositores que para defender las ideas del candidato propio.

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Oportunidades laborales

Hasta acá llegamos esta semana. Todas tus ideas, propuestas o consultas son bienvenidas. Podés escribirme a [email protected]

¡Hasta el próximo miércoles!

Juan

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* El contenido de Comms no necesariamente representa la posición institucional del Círculo DirComs. El Círculo de Directivos de Comunicación (DirComs) es una asociación civil que busca promover el intercambio de conocimiento y experiencias entre los máximos responsables de comunicación corporativa, relaciones institucionales, asuntos públicos y gubernamentales de las principales empresas del país. *