¿Es realmente el barrio de Almagro el nuevo Palermo? Ponemos a prueba esta teoría en un experimento en primera persona - RED/ACCIÓN

¿Es realmente el barrio de Almagro el nuevo Palermo? Ponemos a prueba esta teoría en un experimento en primera persona

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

Ronda por las calles porteñas el rumor de que Almagro es el nuevo Palermo. Las zonas de moda nunca se mantienen en el pedestal para siempre, pero ¿hay señales concretas de que el icónico barrio para los turistas y los locales está a punto de ser reemplazado?

¿Es realmente el barrio de Almagro el nuevo Palermo? Ponemos a prueba esta teoría en un experimento en primera persona

Lindando con Caballito, Villa Crespo y Palermo está Almagro. Si Palermo se volvió un barrio cada vez más importante para el rubro gastronómico, el audiovisual y el cultural, convirtiéndose en un must para todos quienes visitan la Ciudad de Buenos Aires, también empezó a expandir sus tendencias hacia sus vecinos. 

Al oído del porteño común, los primeros tres empezaron hace tiempo a sonar a café de especialidad, paseos con galgos, espejos irregulares, el paddle y más gustos y actividades de la bohemia clasemediera. La pregunta es: ¿se sumó Almagro a este grupo?

Aunque lo contemos de manera un poco chistosa, este proceso tiene un nombre sociológico: estamos hablando de gentrificación. Muchos consideran que el concepto surgió para hablar de procesos en ciudades muy específicas (como Nueva York, en donde una clase media “bohemia” se mudó a barrios marginales, lo alteró según su gusto y lo terminó convirtiendo en inaccesible para los ocupantes anteriores), y después se lo aplicó sin ton ni son, tergiversando su sentido original. 

Un ejemplo clásico de cómo usamos este concepto en las calles es el meme que dice “si ves alguna de estas cosas por tu barrio, te está por subir el alquiler”. Primero fue la birra tirada, que después fue reemplazada por el vermut, algunos artistas gráficos, teatros y lugares donde tocan bandas en vivo. Los espejos irregulares y los zapatos Dr Martens son motivo de alarma: puede que tu barrio se esté poniendo de moda. 

Sin pretensiones de estatus científico y sin mucho rigor metodológico, hicimos un recorrido a pie por el barrio del tricolor y que tuvo el privilegio de acoger el primer show en vivo de Carlos Gardel. Estas fueron algunas de las señales que encontramos:

1. Bares

Si de gustos gastronómicos y bebidas se habla, acá tenemos los dos principales. El plan “vamos a tomar una birra” se va reemplazando por “vamos a tomar un vermut,  y si traen la soda aparte, mejor”. Para quienes disfruten de un after office con cualquiera de estos dos fieles acompañantes, los bares almagrenses no defraudan, y aunque se escuche toda clase de idiomas (alerta palermitana), lo cierto es que incluso un viernes o un sábado, siempre es posible sentarse y todavía transmiten una sensación más de barrio que de ciudad global. 

2. Arquitectura

En cuanto a la estética de los edificios, Almagro conserva todavía casas increíbles 

de estilo colonial (esperemos que duren) que se mezclan con edificios modernos, de manera que sus cuadras son bastante eclécticas a nivel arquitectónico.  Este es un factor tan disfrutable como delicado. Si todavía se conserva la identidad barrial en estas hermosas construcciones, puede ser precisamente eso lo que lo vuelva atractivo al mercado inmobiliario que, para alojar más personas, derrumba casas y construye edificios. 

3. Street Art

Llegando a la avenida Córdoba encontramos una cara conocida: la que aparece en las ilustraciones de Guille Pachelo. Si paseaste alguna vez por Plaza Armenia o por el Pasaje de los Murales, seguramente hayas notado la cara, la gorra y las frases “Flashear amor”, “Sos un paisaje”, “Amar Garpa”, que, según contó el artista, buscan que el lunfardo tenga más visibilidad a nivel mundial. 

Las intenciones son buenas y estamos ante un artista que busca expresarse con la calle como medio, pero para algunos espectadores se convirtió en la señal certera de que su barrio está poniéndose de moda y eso va a implicar algunas desventajas. 

La gentrificación en una imagen: alguien responde a la conocida imagen en la pared “tu street art me sube el alquiler”. 

Aunque veamos algunas señales alarmantes, Almagro parece seguir siendo Almagro. Queda en el cuidado de los planificadores urbanos que las estructuras que le dan su hermosa e inconfundible identidad no sean derribadas para construir edificios, y cuidado con tomar demasiado de la popular bebida española.